Con la ilusión del primer día y la garantía de estar a los mandos de un trasatlántico ya rodado inicia Roberto Leal su etapa en Pasapalabra, que se estrena este miércoles en el prime time de Antena 3 para pasar, a partir del lunes 18, a su franja habitual de tarde.
La cadena confió en él desde el principio como un hombre de garantías y presume de que se ha adaptado tan rápido que “parece que lleve 10 años presentándolo”. Él, por su parte, comparte el mérito con un equipo que le ha hecho sentirse “en volandas”.
También le ha dado su confianza Christian Gálvez, presentador durante 12 años del programa, al que descubre como “todo un caballero” y envía un mensaje de vuelta apenas unas horas antes de su estreno.
Además, hablamos con él sobre un debate que él mismo da ya por cerrado, el de los acentos que surgió tras su entrevista en El Hormiguero: “Estoy seguro de que Pablo Motos no tenía mala intención (...) cuando vi la repercusión pensé que era un poco desmedido”. También sobre este gran reto y el posterior Desafío que emprenderá en Atresmedia, sin perder de vista la despedida definitiva de OT 2020 en las cuatro galas que tienen todavía por delante: “Será como un nuevo Operación Triunfo”.
Cuando a uno le llega un caramelo como Pasapalabra
Piensas en las dos cosas. En lo que dejas, que ha sido también un bonito caramelo que he disfrutado durante mucho tiempo. Y también en la suerte de seguir en un momento dulce, nunca mejor dicho, con ese caramelo del que hablas. Cuando un grupo como Atresmedia se fija en ti para un formato como Pasapalabra te sientes afortunado.
Dices que la clave de este gran reto está en disfrutar, y que ya lo haces en cada grabación. Antes de enfrentarte a él la primera vez, ¿en algún momento te apareció cierto vértigo? ¿Cuándo empezaste a disfrutarlo?
Vértigo de pensar 'dios mío, ¿dónde me estoy metiendo?', nunca. Sí he tenido respeto máximo desde el principio, lo sigo teniendo y lo tendré durante mucho tiempo. Al final, para mí es un programa conocido en su esencia, pero desconocido a la hora de enfrentarme a él.
Ha habido muchas cosas que he ido aprendiendo poco a poco, cogiendo el ritmo y el pulso del programa. Tenía que trabajar aquí y luego llevarme trabajo a casa que es lo que sigo haciendo, pero en todo momento me he sentido cómodo. Sobre todo porque el equipo me ha hecho sentir así. Ellos son los mismos que han hecho Pasapalabra durante muchísimos años, algunos comenzaron aquí en Antena 3 hace 20 años, y vas casi en volandas. Te dan muchos consejos y toda la tranquilidad y paciencia del mundo en el arranque de un programa, que también se necesita.
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Has comentado en la rueda de prensa
Le diría que llevaba razón. Él me comentó que tenía mucha suerte porque Pasapalabra tiene un equipazo y que me iba a sentir muy cómodo, y llevaba toda la razón del mundo. En el equipo le tienen muchísimo cariño y se lo van a tener siempre porque forma parte de la historia del programa, y todo lo que me pudo decir sobre ellos lo comprobé desde el minuto uno. Ha sido un caballero y un gran compañero. Yo tenía ya una gratísima impresión de él por su trabajo, personalmente es verdad que hemos coincidido muy pocas veces, pero ahora también conozco esa parte más humana y es para quitarse el sombrero. Ha sido un detallazo por su parte.
En tu visita a El Hormiguero fue muy aplaudida tu respuesta a Pablo Motos sobre el acento y la dicción de cara a presentar Pasapalabra. ¿Cómo has vivido la repercusión, que hasta El Hormiguerotu respuesta a Pablo MotosPasapalabraSusana Díaz ha intervenido
Estaría bien que llegara un momento que nadie tuviera que intervenir para defender el acento de ninguna tierra. Estoy seguro de que Pablo en ningún momento hizo esa pregunta con mala intención. Al final, las redes sociales magnifican todo y es un debate recurrente el de los acentos. Concretamente el mío, que es el andaluz, se mira mucho con lupa cada vez que pasa algo. Es como las mareas, va y viene el tema. A mí no me afecta en absoluto y sí que cuando vi la repercusión en Twitter pensé que era un poco desmedido.
Mi contestación fue la normal, la que haría aunque fuese de Lugo. Tú eres fiel a tu manera de comunicar y llevas mucho tiempo trabajando como para ahora plantearte cambiar nada. No me afectan ese tipo de debates porque el que se pone delante de una cámara tratando de ser fiel a cómo es en su vida normal, soy yo.
Para mí ese debate está cerrado. Esta es mi forma de hablar, tú me estás entendiendo perfectamente, y ya está. Y por supuesto a la hora de hacer El Rosco articulo más, pero uno de Irún también lo haría. Se trata de que el concursante se lleve el bote y si no lo hace, que no sea porque no te haya entendido, sino porque no se sepa la palabra en cuestión.
Antena 3 te ficha como un rostro de cadena. Al margen de Pasapalabra, ¿tienes garantizado tener otro proyecto grande de prime time por temporada, como ahora PasapalabraEl Desafío
Eso no lo sé. Ahora mismo tengo Pasapalabra y también El Desafío, que es una grandísima noticia para mí. No sabemos cuándo se va a poner en marcha, la idea es hacerlo cuanto antes pero necesitamos público para poder hacerlo a lo grande.
Entiendo que cuando la cadena confía en ti, confía en un proyecto largo. Si surgen oportunidades que se puedan adaptar a ese perfil que puedo tener diferente al de otros compañeros de la casa, supongo que pensarán en mí. Pero no vengo ahora pensando en eso, y te aseguro que lo que he dicho en la rueda de prensa es cierto. Mi cabeza ahora tiene bastante trabajo por delante con Pasapalabra y después El Desafío, como para pensar en más.
La semana que viene vuelves a OT 2020 va a adaptar la dinámica de alguna manera? ¿Qué vais a hacer para sobreponeros a ese frío que puede haber en el plató sin el calor de la gente?
Creo que se está haciendo una selección entre muchas familias que están pasando una especie de casting para que participen en la gala. Habrá gente que verá el programa con nosotros y estará pendiente de las actuaciones de los chavales, y es una manera original de integrar esta situación y de tratar de llevarla a la normalidad dentro de lo que se pueda. El no tener público, cuando siempre teníamos a 900 personas en el plató, claro que se nota. Pero hay que adaptarse y la gente ya entiende que tiene que ser así. Al final, los espectadores lo que quieren es ver ese programa y dentro de todas las medidas de seguridad intentaremos hacerlo lo más atractivo posible. Y disfrutarlo.
¿Has hablado con los concursantes en este tiempo de parón? ¿Crees que puede afectarles de cara a la recta final haber estado dos meses en contacto con el público?
He hablado con muchos de ellos y tienen muchísimas ganas de verse. Creo que lo que en un principio era raro para todos, salir y enterarse de lo que se piensa de ellos, en qué punto está la industria y la vida en general, al final le da también un matiz único o histórico a una edición que desde el principio ha sido diferente. Ya saben qué gusta de ellos, qué gusta menos, por dónde la gente les ha visto brillar más, y creo que es una información que deben también aprovechar al máximo y en estas cuatro últimas galas ponerla al servicio de todos. Creo que va a ser interesante también, será un nuevo Operación Triunfo.
¿Has elegido ya el esmoquin para las Campanadas con Pedroche?
(ríe) ¡Eso no me lo he planteado ni mucho menos! Creo que Chicote y Pedroche forman un tándem maravilloso, soy amigo y compañero de los dos, y no no no. Eso no se me ha pasado ni por la cabeza. ¡Fíjate lo que ha pasado en dos meses, todo lo que puede pasar de aquí a diciembre!