La audiencia de Al rojo vivo ha podido ser testigo de cómo se viven los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, que ya han provocado la muerte de 198 personas, durante una conexión en directo con Kayed Hammad, colaborador del programa en Palestina.
Este entraba en el programa para hablar de cómo se está viviendo la escalada de violencia entre Israel y Hamás: “No hemos podido dormir. Lo hemos pasado peor que nunca estos días”, decía el traductor gazatí, poco antes de que una sucesión de estruendos se ha hiciese notar durante el directo.
“¡Ahora, ahora. Seguro que lo oye usted!”, decía a Antonio García Ferreras, sin que el ruido permitiera escuchar nada más. Duró unos segundos, tras los que el colaborador preguntaba: “No sé si se ha llegado a oír el bombardeo”, y añadía: “Este es uno de los que hacen seguidos por toda la zona”, llamando la atención en que fueron 200 aviones los que entraron en la zona de Gaza, con apenas 360 kilómetros cuadrados.
“No hemos podido dormir en toda la noche. Estábamos muy acojonados, en especial los niños. Gaza es una cárcel grande. No tenemos alternativas, no puedes decir: dejo este lugar y voy a otro porque es más seguro. No existe un solo lugar seguro en toda la Franja de Gaza”, ha lamentado el traductor, que describía esta como la peor situación que recuerda desde que comenzó el conflicto.
“Supongamos que bombardean a terroristas. ¿Y nosotros qué? ¿Los niños qué? Tenemos a una niña que se ha despertado en el hospital con sus padres y sus hermanos muertos. ¿Qué explicación se le puede dar a esta niña?. No hay palabras”, concluía. De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, durante su intensa campaña de bombardeos, Israel ha impedido el acceso al territorio incluso a miembros de organizaciones humanitarias.
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