RTVE ha contratado como Subdirectora del Área de Proyectos y Desarrollo, un cargo de nueva creación dependiente directamente del Gabinete de la Presidencia, a Mireia Pi, una profesional con larga trayectoria docente y empresarial vinculada a la educación. Pi fue investigadora en el Gabinete de Comunicación y Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que dirigió el actual Presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, desde su fundación hasta que fue elegido para presidir la Corporación pública.
Su vinculación con Tornero en el ámbito académico se estrecha aún más a nivel empresarial. Mireia Pi ha sido la responsable de proyectos educativos de Mizar Multimedia, una empresa constituida en febrero de 2000 por Pérez Tornero. Su objeto social era “la realización de actividades relacionadas y conexas con la comunicación audiovisual, ya sean en la fase de guion, realización, edición o producción” y “la creación de contenidos y sistemas multimedia”. El actual presidente de RTVE fue su administrador desde su constitución hasta octubre de 2000, cuando le sustituyó su esposa, Pilar Sanagustín, que suscribió la liquidación de la compañía en marzo del 2019. Tornero permaneció como apoderado hasta esa fecha y asistió como secretario en las juntas de accionistas desde sus primeros años de existencia de Mizar hasta al menos 2007, según sus cuentas de esos ejercicios.
Mireia Pi figura como una de las apoderadas históricas de Mizar Multimedia junto al propio Pérez Tornero y sus hijas. En concreto, fue apoderada de la empresa desde octubre de 2004 hasta marzo de 2017, según el Registro Mercantil de Barcelona. Dos hijas de Pérez Tornero, Lucía y María del Mar, lo fueron también desde octubre de 2007 y hasta su disolución. La facturación total de Mizar desde su creación hasta su liquidación fue de 11,2 millones de euros, según los datos del Registro Mercantil.
Mireia Pi ha accedido a ese cargo tras una oferta de empleo mediante concurso público que aún está publicada en la web de RTVE, y su puesto aparece en la página 9 del organigrama oficial de RTVE, que puede consultarse públicamente en la página web de la Corporación. Pero su elección ha generado dudas tanto entre otros profesionales que presentaron sus candidaturas como entre algunos sindicatos de RTVE.
La oferta laboral se abrió la tarde de un viernes de este verano, concretamente el pasado 2 de julio, con un plazo que daba hasta el 12 de julio. Por lo tanto, en pleno período estival y con seis días laborables para optar a ella.
Para ese nombramiento no se creó una oferta de promoción interna, como dictan las normas de la Corporación pública, sino que se optó directamente por abrir ese concurso público. Distintas fuentes sindicales consultadas por verTele aclaran que, al ser un puesto de dirección, se trata de una maniobra legal para buscar perfiles que no estén presentes entre los profesionales de RTVE y su banco de datos.
Por ese motivo los requisitos del puesto, como puede consultarse en la oferta de empleo, eran exigentes. RTVE pedía al menos 10 años de experiencia en distintos ámbitos como “gestión de proyectos nacionales e internacionales, relacionados con instituciones europeas y otros organismos”, “gestión de fondos de investigación, desarrollo e innovación en el campo de medio, cultura y educación”, o “diseño y desarrollo de proyectos audiovisuales internacionales y nacionales en el campo de la tecnología, los medios, la cultura y la educación”. Mireia Pi cumple esos requisitos, pero por el tipo de labor que los profesionales de RTVE realizan en la Corporación, se dificultaba que tuviesen esa experiencia y dedicación internacional.
A la oferta se presentaron candidatos tantos internos (profesionales de RTVE) como externos (caso de Mireia Pi). Teniendo en cuenta que las normas de la Corporación pública priman la promoción interna, lo que ha generado dudas es que ningún trabajador de la Corporación llegase a la parte final del concurso a pesar de que el currículum de al menos uno de ellos sí alcanzaba e incluso superaba esas exigencias de experiencia. Pese a ello fue rechazado, con la única explicación de RTVE de que no se ajustaba completamente a los requisitos.
RTVE no explica su baremación de los requisitos
RTVE en su oferta explica detalladamente tanto el perfil requerido como las características del puesto, incluyendo que se firmará un contrato indefinido a tiempo completo y que la retribución es “la correspondiente al nivel de Subdirección”. Sin embargo, el sindicato CGT explica a este medio que aunque existe tal nivel, sus remuneraciones no quedan especificadas, por lo que se desconoce cuánto cobra la nueva Subdirectora del Área de Proyectos y Desarrollo
El problema radica en el desconocimiento absoluto de la baremación y valoración de los candidatos. Es decir, RTVE en ningún momento explica su sistema de puntuación para valorar el cumplimiento de cada requisito, y por lo tanto no hay forma de conocer por qué un candidato ha sido más o menos valorado que otro.
Desde verTele nos hemos puesto en contacto con fuentes de RTVE para preguntar por este nombramiento. La cadena pública confirma que entre los que se presentaron había internos y externos, que hubo dos aspirantes finalistas a los que se entrevistó, y que ambos eran externos. Se acabó seleccionando a Mireia Pi por tener una valoración más alta. Cuestionados también por cómo se realizaba esa baremación, la Corporación responde que son procesos internos que no son detallados públicamente, y agrega que es habitual que en procesos de este tipo profesionales internos se presenten aunque no cumplan los requisitos, por lo que son rechazados.
También hemos consultado a distintos sindicatos. Desde UGT recalcan que el proceso es absolutamente legal, que Mireia Pi ha pasado todos los filtros que requiere la administración pública, y que se recurrió a este tipo de concurso público debido a que el banco de datos de RTVE está esquilmado de perfiles de dirección por el largo período de 12 años sin oposiciones en la Corporación. Por parte de CGT, concuerdan en que al final el proceso sí es legal, pero dudan de su transparencia incidiendo en el desconocimiento sobre la baremación de los requisitos y el silencio de la Corporación al no responder a la alegación, lo que les hace considerar el nombramiento final como “claramente irregular” al no elegir a un profesional interno que también cumplía las exigencias.