RTVE, otra vez moneda de cambio: su nuevo Consejo esquiva el bloqueo del PP, con la amenaza de perpetuar errores

RTVE afronta un nuevo acuerdo político para intentar arreglar lo que otros acuerdos políticos han hecho imposible desde hace años. Este martes el Gobierno ha anunciado la aprobación de un decreto para renovar el Consejo de administración de la corporación pública. El órgano responsable de la gestión y dirección de RTVE pasará de 10 a 15 miembros, y su principal novedad es que sus consejeros podrán ser designados con la mayoría absoluta del Congreso (nombrará 11 miembros, por los 6 de antes) y el Senado (mantendrá sus 4 nombramientos) si no se cumple el requisito de alcanzar los dos tercios de las cámaras.

Se trata de una medida desesperada por el bloqueo impuesto por el PP, pero también una estrategia del Gobierno para garantizarse la mayoría en el Consejo junto a sus socios de gobierno, minimizando la importancia de la oposición porque se ha negado a entablar cualquier tipo de negociación. El Partido Popular tiene mayoría en el Senado, por lo que seguramente los 5 nombramientos de esa cámara sean para el grupo liderado por Feijóo, mientras que los 11 nombramientos del Congreso en teoría se “repartirán” entre los partidos del Gobierno, PSOE y Sumar, y sus socios: Podemos, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria.

De nuevo un reparto político marcará la gestión de RTVE. Solo queda saber cómo irán esas negociaciones para que unos y otros partidos tengan más o menos representación en el Consejo. Fuentes consultadas por verTele y elDiario.es apuntan que ese “reparto” tendría 4 consejeros para el PSOE, 2 para Sumar, y que tendrán representación con un consejero cada uno Podemos, ERC, Junts, Bildu y PNV. Aunque el reparto no es oficial ni definitivo, supondría que BNG y Coalición Canaria no tendrían representación.

En cualquier caso, el nuevo Consejo de RTVE “será el más plural de la historia”, como lo ha anunciado el ministro Óscar López; pero sobre todo cumplirá la función de rebajar el peso del PP y repartirlo entre otras muchas fuerzas que son socios del Gobierno para superar su bloqueo. Es un nuevo reparto político, ajeno a la profesionalización del Consejo de RTVE, que repite lo que ya falló en febrero de 2021 tras otro acuerdo político entre PSOE, PP, la extinta coalición Unidas Podemos y PNV.

Los primeros bloqueos del PP a la renovación de RTVE

Para comprender de dónde viene la politización de RTVE hay que remontarse primero al gobierno de Aznar (1996-2004), una etapa marcada por la censura y la parcialidad política a favor del PP que el Gobierno de Zapatero (2004-2011) solucionó cambiando el sistema de elección de su Consejo e imponiendo la exigencia de que los consejeros tuviesen que ser aprobados por dos tercios de las cámaras.

Cuando el PP volvió al poder de la mano de Mariano Rajoy (2011-2018), RTVE se sumió en su mayor etapa de descrédito, politización y parcialidad de su historia. Primero bajo la presidencia de Leopoldo González-Echenique (2012-2014) y sobre todo luego con José Antonio Sánchez (2014-2018), la corporación pública vivió su etapa de los “viernes negros”, con sus propios periodistas protestando contra el uso partidista de sus informativos, que acumularon denuncias por manipulación.

En junio de 2018 Pedro Sánchez llegó al poder tras triunfar la moción de censura contra Rajoy. Una de sus primeras decisiones fue acabar con el control del PP en RTVE, pero el partido de derecha bloqueó cualquier posibilidad de cambio gracias a su fuerza en el Congreso, que impedía alcanzar los dos tercios necesarios. Ante la imposibilidad de negociar, en julio de 2018 el Gobierno del PSOE aprobó un decreto para que, por mayoría absoluta y no dos tercios de la cámara, Rosa María Mateo fuera elegida administradora única provisional tras siete votaciones fallidas y como única manera de superar el bloqueo impuesto por el PP.

Esa “provisionalidad” iba a durar tres meses y acabó durando tres años, en los que la oposición, especialmente el PP, atacó cada día a Mateo exigiéndole su dimisión. De hecho, el Partido Popular llegó a recurrir a la Justicia para anular el decreto que conllevó su nombramiento, pero el Tribunal Constitucional acabó por no darle la razón el año pasado. Iba a ser una etapa transitoria para que los partidos políticos se pusieran de acuerdo e impulsasen un concurso público para renovar el Consejo de Administración en base a méritos. Pero todo el proceso quedó en nada, y finalmente se impuso un nuevo acuerdo político en 2021.

El fracaso del primer acuerdo político con Tornero

La etapa de Rosa María Mateo como administradora única “provisional” se alargó de 2018 a 2021, y llegó a su fin por ese acuerdo político que se olvidaba del concurso público y volví a repartir a los consejeros “a dedo” entre los partidos. El actual Consejo de Administración de RTVE fue nombrado en febrero de 2021, tras el trato entre PSOE, PP, la extinta coalición Unidas Podemos y PNV. Además de la presidencia de José Manuel Pérez Tornero, sus otros nueve miembros fueron designados tres por el PSOE (Concepción Cascajosa, Elena Sánchez y Ramón Colom), tres por el PP (Jenaro Castro, Carmen Sastre y Consuelo Aparicio), dos por la extinta Unidas Podemos (Roberto Lakidain y José Manuel Martín Medem) y uno por el PNV (Juan José Baños).

Como era de esperar, al ser una selección política, el Consejo nació y se desarrolló politizado. En septiembre de 2022 Tornero dimitió como presidente arrinconado por las críticas a su gestión y después de virar en favor de la mayoría del PP, a la que se llegaba gracias al “transfuguismo” de Ramón Colom. Entonces se nombró presidenta interina a Elena Sánchez, y el Consejo quedó conformado por nueve miembros, ya que para nombrar a un sustituto de Tornero hacía falta alcanzar dos tercios del Congreso, pero el reparto parlamentario había cambiado y el PP también bloqueó ese relevo. Los tres consejeros del PSOE fueron ganándose las mayorías en base a convencer a los dos de Unidas Podemos y al del PNV, siempre con los del PP en contra.

Las elecciones generales de julio de 2023 cambiaron el panorama político, ya que la coalición Sumar se convirtió en miembro del Gobierno del PSOE al ser la cuarta fuerza más votada, mientras que la extinta coalición Unidas Podemos no logró representación en el Congreso. El Consejo de RTVE no cambiaba, pero esa fragmentación en la izquierda se tradujo en que los dos consejeros de Unidas Podemos se dividiesen: Lakidain, más próximo a Podemos, siguió votando habitualmente junto a los del PSOE, mientras que Medem, proveniente del PCE, integrado en IU, y a su vez en Sumar, se desmarcó para intentar que Sumar monopolizase esa cuota y hacer desaparecer a Podemos del reparto. Con el Consejo dividido 4-4 y el consejero del PNV como bisagra, Elena Sánchez tuvo que aproximarse al “otro bando” liderado por el PP y empezó una alianza con Medem.

La 'boda roja' de RTVE con Elena Sánchez

Tanto el bloqueo del Consejo como esa alianza Elena Sánchez-Medem quedaron demostrados en marzo de 2024, cuando la presidenta interina fue cesada pocos minutos después de despedir al director de contenidos, José Pablo López. En ambas votaciones, enmarcadas en el fichaje de David Broncano y que ya detallamos en nuestra intrahistoria, los tres consejeros del PP votaron a favor.

Para lograr reorganizar el Consejo y nombrar a Concepción Cascajosa como nueva presidenta interina provisional, la alianza Sánchez-Medem se demostró al exigir también la cabeza del secretario general de RTVE, que se había posicionado contra la gestión de Elena Sánchez como presidenta. Ambos provocaron así que los que consideraban máximos responsables de la oposición interna a su gestión, que llevaba semanas acercándose más a los deseos del PP que a los del PSOE, estuviesen fuera de la corporación pública. Solo tras cumplirse esas exigencias pudo salir adelante el nombramiento de Cascajosa.

Durante su interinidad, el Consejo que preside Cascajosa pasó a tener tres grupos, y no dos: el primero con dos consejeros del PSOE (Cascajosa y Colom), Lakidain por Podemos/UP y Baños por el PNV; el segundo con los tres consejeros del PP; y el tercero formado por Elena Sánchez y Medem, que han tenido la capacidad de sumarse a los tres del PP y hacer caer las propuestas del otro grupo encabezado por la presidenta.

De los nueve miembros del actual Consejo de RTVE, cinco consejeros tienen el mandato caducado desde marzo. Son los tres del PP (Castro, Sastre y Aparicio), Colom del PSOE, y Baños del PNV. La imposibilidad de lograr un acuerdo parlamentario, ya que el PP bloqueaba la renovación y no se alcanzaban los dos tercios necesarios, ha provocado que sigan en sus puestos, evidenciando también el callejón sin salida en el que se encontraba el Consejo. Ahora, se producirá la renovación total de sus miembros, con 15 nuevos nombramientos.

En este “juego de tronos” interno, el último capítulo se vivió el pasado 24 de septiembre, cuando se acababan los seis meses de provisionalidad de Cascajosa y debía votarse su continuidad o no como presidenta. Ante la imposibilidad de alcanzar ningún acuerdo entre sus nueve miembros, y con la posibilidad de que el “no” se impusiera y RTVE volviese a quedarse sin presidencia, el Consejo se suspendió por no poderse hacer votación secreta mientras había un voto delegado y otro telemático.

De esta forma, se ganó tiempo para preparar este decreto que ahora ha aprobado el Gobierno, que rebaja la exigencia para nombrar consejeros de RTVE de los dos tercios a la mayoría absoluta en segunda vuelta, y rompe el bloqueo del PP al mismo tiempo que garantiza la mayoría del Consejo para los partidos del Gobierno y sus socios. De nuevo se impone un reparto político para gestionar la corporación pública, tras tener una administradora única y tres presidentes diferentes en el último lustro, marcado por los continuos bloqueos del Partido Popular siempre que no ha tenido el poder.