Rubén Ochandiano se siente “tangado” por 'MasterChef' tras abandonar: “Pensé que sabía de qué iba, pero no. Era peor”

Rubén Ochandiano ha concedido una entrevista en la que ha hablado largo y tendido sobre sus incursiones televisivas, primero en el Traitors de HBO Max y recientemente en MasterChef Celebrity, talent culinario de TVE que acabó abandonando por decisión propia en la gala emitida la semana pasada. Tras su emisión en La 1, el actor cargó contra la productora del formato, acusándola de cortar interesadamente parte de la declaración que dio ante los jueces para explicar su salida del concurso. Ahora, el intérprete vuelve a señalar a Shine Iberia, ahondando en los motivos de su polémica marcha.

Preguntado por la supuesta “respetabilidad” que han ganado este tipo de programas, en los que, según el periodista, “hace unos años un actor de prestigio nunca se hubiese metido”, Ochandiano empieza diciendo que, en el caso de Traitors “me hacía mucha ilusión entrar, lo hubiese hecho gratis”. “Y me lo pensé mucho, porque soy consciente de que formo parte de una profesión extremadamente esnob y clasista. Yo el primero, soy un clasista de aquí te espero. Pero me di cuenta de que si decía que no era exclusivamente por el qué dirán”, comienza diciendo a Icon.

El intérprete asegura entonces que le habían “tanteado alguna vez para otro en el que no me veo”, desvelando enseguida que se trataba de Tu cara me suena. “Pero es que Traitors yo lo juego mucho con mis amigos, hablé con mi familia, amigos, mi terapeuta y decidí hacerlo por placer”, expresa, añadiendo que no fueron estas las razones que le llevaron a decidir animarse a participar en MasterChef Celebrity.

La “oferta económica pornográfica” de 'MasterChef'

“Yo era espectador de Masterchef porque ejercía en mí cierto efecto ansiolítico. Me lo ponía y me permitía no pensar. Y quiso el azar que, en la cena que organizó Vanity Fair el año pasado en San Sebastián, Macarena Rey [CEO de la productora de Masterchef, Shine Iberia] y yo estuviésemos sentados frente a frente”, recuerda.

“Yo no sabía quien era ella y apostaría a que ella no sabía quien era yo, pero teníamos un grupo de conocidos en común en la misma mesa que nos presentaron y alguien le dijo: '¡Pues Rubén ve mucho MasterChef!'. Esa noche fue agradable, nos emborrachamos, bailamos, conversamos y meses después me llamó bastante empeñada en que quería que fuese al programa. Yo estaba rodando una película en México y había hecho pruebas para dos proyectos que estaba convencido de que no iban a salir, pero tuve una serie de conversaciones con ella y me hizo una oferta económica pornográfica”, desvela, definiendo la magnitud del caché que cobraría por concursar en el talent de La 1.

Ochandiano asegura que la cifra no era “como para comprarse una casa”, pero “sí para producir mi próximo proyecto”: “Estuve a punto de decir que no, pero una vez más sentía que lo hacía por esa especie de certeza de tener que preservar esta especie de vitola de alguien que hace productos prestigiosos. Pero luego pensaba: vamos a ver, la realidad es que tampoco me está llamando Sorogoyen para hacer de protagonista con Bardem y no todos los días tengo cuatro proyectos para elegir que me fascinen. Y esto, de alguna manera, me pareció económicamente suculento, me pareció una travesura simpática, probablemente movido por cierta desilusión al sentir, en ocasiones, que recibía propuestas de trabajo por debajo de mis posibilidades. Yo me considero un tío muy currante, un tipo con talento, y no siempre tengo acceso a los proyectos que me gustaría. Así que me dije: pues le pueden dar por el culo a la vitola”, prosigue.

El ya exconcursante de MasterChef asegura que entonces hubo compañeros de profesión que le aconsejaron que no se metiera en el programa: “Sí, desde el aviso empírico de quien ya había estado antes y desde el clasismo de la profesión. ¡Si a estas alturas el que más y el que menos ha oído la leyenda de Masterchef! Por eso yo afronto lo que ha pasado sin ninguna intención de victimizarme. Desde el momento en que accedo a entrar estoy siendo cómplice de un asunto que ya sabemos de qué va. Lo que pasa es que no del todo. Yo pensé que sabía de lo que iba, pero cuando llegué allí resultó que no. Era peor”, describe.

Es ahí cuando el actor aborda el momento de su abandono y desarrolla los motivos que ya dio en su cuenta personal de Twitter: “Me voy porque he llegado a un punto en el que me resulta muy difícil respetarme a mí mismo y respetar la dinámica del programa”, escribió hace unos días. “Soy consciente de que el programa ha intentado hacer un montaje que no generase polémica, pero me pareció muy feo que justo editaran tanto a su favor ese final. Yo dije hasta en dos ocasiones esa frase sobre respetarme a mí mismo. Que eso lo editasen me parece muy sesgado”, lamenta.

El madrileño detalla finalmente qué es exactamente eso que le “impedía respetarse a sí mismo”: “Me pedían cosas que trascendían lo culinario, pero el que más y el que menos sabe como funciona el formato, así que no quiero victimizarme. El asunto es que no se correspondía con lo que se me había explicado previamente, así que me sentí un tanto tangado a nivel personal. Y además yo soy muy bien mandado, me pongo muy colaborador, y cuando llego a mi casa me doy cuenta de que estoy siendo cómplice de una serie de situaciones que me conflictúan y cuando las vea me van a conflictuar mucho más. Así que me voy”, sentenció.

La pulla de Rubén Ochandiano a Inés Hernand

Finalmente, a cuenta de las críticas que Inés Hernand ha recibido por su amistad con Cristina Cifuentes, Ochandiano es preguntado por su estrecha relación con Pitingo, “que muy públicamente ha apoyado a la derecha”: “Yo me he llevado muy bien con Pitingo, que es menos de derechas de lo que la gente cree, lo que pasa es que es muy vehemente explicándose, pero hablando a calzón quitado tiene opiniones que matizan mucho el titular. Es que me parece un tanto ridículo. Yo tengo muy pocos amigos, pero me llevo muy bien con gente de un espectro ideológico amplísimo. Qué aburrido este rojismo o este facherío de solo me junto con los míos, ¡qué gente tan triste y ridícula!”, empieza apuntando.

Acto seguido, contesta a las críticas que él mismo también recibió por subir una foto junto al cantante: “Es que me la suda. Lo mejor que he sacado de este asunto es lo que me he reído con él. Si tuviera que opinar acerca de la manera de expresarse de Inés Hernand sería otra cosa. En general creo que Inés es un claro ejemplo de alguien que habita lo que decíamos antes: le pueden sus ganas de querer dar titulares constantemente. Y eso a veces es escupir hacia arriba”, sentencia en un inesperado dardo a su compañera.