El actor canadiense Ryan Grantham ha sido condenado a cadena perpetua tras asesinar a su madre en marzo de 2020. El intérprete, que ha participado con papeles secundarios en series como Riverdale, iZombie, Falling Skies y Sobrenatural, no podrá pedir la libertad condicional hasta dentro de 14 años.
Según informa Deadline, este último punto era el que debía determinar Kathleen Ker, jueza de la Corte Suprema de la Columbia Británica (provincia canadiense a la que pertenece la ciudad de Vancouver), después de que el juicio quedara visto para sentencia a mediados del mes de junio. El citado medio señala que la Fiscalía pidió que Grantham no tuviera opción a la libertad provisional durante sus primeros 18 años en prisión, mientras que la defensa del actor solicitó que fuera a los 12. La jueza dejó el fallo en un término medio, además de dictar sentencia contra el intérprete por asesinato en segundo grado.
En estos dos años y medio desde su arresto, Grantham ha estado bajo custodia participando en un programa de salud mental. Ahora se prepara para ser trasladado a otro centro penitenciario, apunta la web estadounidense.
El actor planeó matar al Justin Trudeau
Ryan Grantham reconoció meses antes el tribunal que mató a su madre de un disparo en la nuca, y que planeó asesinar también al primer ministro de su país, Justin Trudeau, porque así haría algo que tuviera “un gran impacto”. “Era una persona cariñosa, compasiva y amorosa. Ella no hizo nada para merecer lo que le hice. Frente a algo tan horrible, pedir perdón parece casi inútil, pero lo siento desde cada parte de mi ser”, expresó el actor, de 24 años, durante el juicio.
Los hechos ocurrieron el 31 de marzo de 2020. Ese día, Grantham cometió el crimen, encendió algunas velas, colgó rosarios por el piano, rezó unas oraciones y grabó un vídeo en el que aparecía el cadáver de su madre. Al día siguiente tomó su coche y lo llenó de armas para llevar a cabo otra matanza.
De hecho, el actor llegó a asegurar en el juicio que mató a su madre para ahorrarle el disgusto de su siguiente atentado: “No quería que ella viera el acto de violencia que iba a cometer”, dijo en referencia al magnicidio que tenía previsto cometer. Grantham había planeado acabar con Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, para lo cual tuvo que emprender un largo viaje en el que tuvo tiempo de meditar. Al final, con el cadáver de su madre en el coche, el intérprete decidió entregarse a la policía.
El joven se declaró culpable de asesinato en segundo grado, aunque su defensa contrató a un psicólogo forense que declaró que el estado mental de Grantham en aquel momento estaba “lejos de lo normal”: era inestable, caótico, ambivalente y frágil. Al parecer, estaba deprimido, tuvo impulsos suicidas, se encontraba aislado de la sociedad y fumaba mucha marihuana.
“En el momento del delito, este asesinato no se hizo por odio o animosidad, se hizo en el pensamiento desordenado del Sr. Grantham, para evitar que su madre viera lo que pensaba que estaba a punto de hacer”, sostuvo su abogado a finales de la pasada primavera. Ahora, pasados tres meses, Ryan Grantham ha sido condenado a cadena perpetua.