La emisión de este domingo, 15 de noviembre de 2020, era la número 300 del programa Salvados de laSexta. Así lo recordaron en sus redes sociales y también lo subrayaron tanto Jordi Évole como Gonzo, los que han sido conductores del formato durante todo este tiempo.
“300 programas no parecen muchos. Ahora que conozco el trabajazo que hay detrás de cada uno me parece un milagro” escribía el actual presentador. Mientras que Évole recordaba que el espacio nació con la idea de durar solo dos ediciones:
“Mañana domingo, un programita que empezó en 2008 para hacer 2 ediciones... cumple 300 emisiones. ¡¡¡300!!! 12 años en antena”.
“No entiendo cómo te pueden decir 'quédate en casa' y al mismo tiempo te echan de ella”
El “programón” al que se refería Évole fue una entrega dedicada a la comparación entre la gestión de la pandemia llevada a cabo en España y en Alemania. El espacio viajó hasta Berlín para comprobar de qué manera los alemanes están gestionando la pandemia para lograr unas tasas de infección y mortalidad mucho más bajas que en nuestro país.
Alemania, con 83 millones de habitantes, no llega a los 600.000 infectados, empezaban informando, mientras que en España se duplican los infectados con una población mucho menor, 47 millones. Mostraron también cómo la tasa de mortalidad arrojaba una enorme diferencia: en Alemania es de 13 personas por cada 100.000 habitantes. En España la tasa es de 87.
Gonzo habló con enfermeras, médicos y epidemiólogos españoles que trabajan en Alemania para tratar de entender esas diferencias tan grandes entre los dos países. Y en España se encontró la filósofa Marina Garcés, el científico Joan Carles March y el político Ínigo Errejón para debatir sobre el tema.
Pero fue cuando pusieron el foco en nuestro país, uno de los momentos más impactantes de la entrega. El programa habló con Maite Mendivil, una mujer de 58 años a punto de ser desahuciada que reflejaba la contradicción de su situación en tiempos de pandemia: “No entiendo cómo te pueden decir 'quédate en casa' y al mismo tiempo te echan de ella, hay algo que no se está haciendo bien”.
La entrevistada explicó que lleva 34 años viviendo en dicho edificio y le “quieren echar para poder ganar dinero con el turismo porque no intereso como vecina con renta antigua. Es una pérdida de dinero y no me daban ninguna solución habitacional. Entonces tuvimos que defender la que tengo”.