Todo es mentira está sufriendo para encontrar su lugar en la parrilla televisiva. Para tratar de salir del bache toda ayuda es poca, algo que bien saben en Mediaset y La Fábrica de la Tele. Tanto el grupo de comunicación como la productora han vuelto a recurrir a la retroalimentación para nutrir al nuevo programa de contenidos con gancho para la audiencia.
Así, en apenas cinco emisiones en la sobremesa de Cuatro, el espacio presentado por Risto Mejide ha contado con tres invitados salidos del universo Sálvame. La primera en intervenir fue Belén Esteban, que se dejó caer el viernes por el plató del showman, mientras que este lunes ha tocado el turno para Lydia Lozano y Kiko Hernández.
“¿Queda alguien en el plató de Sálvame?”, ironizaba el community manager de Todo es mentira en redes sociales. La periodista especializada en corazón, por su parte, aprovechó para saldar cuentas con el espacio de Telecinco y asegurar que colaborar en él durante 10 años, como lleva ya, “perjudica”. “Produce mucha ansiedad”, afirmó.
A falta de conocer los datos que reporta esta presencia por partida doble, la aparición de la Esteban sí benefició ligeramente al programa en las de momento maltrechas audiencias, permitiéndole superar la barrera del 3% de cuota de pantalla e interrumpir la caída progresiva que experimentada. En cualquier caso, siguen siendo datos insuficientes contra su principal rival, Zapeando en laSexta, en torno al 8%.
Cabe decir, claro, que el espacio vespertino ha contado también con un registro diferente de invitados. No hay que olvidar que debutó con una entrevista a Paula Echevarría, y luego ha contado con las visitas de Arévalo y de Millán Salcedo.