Saray, tras su polémica salida de 'MasterChef': “Lo volvería a hacer. No tenía ninguna posibilidad de salvarme”
Saray se ha erigido como una de las concursantes más controvertidas de MasterChef, especialmente con la cuarta gala de la octava edición, saldada con su expulsión después de presentar un plato que el jurado consideró “de vergüenza”. Tras el revuelo generado por la emisión, la concursante ha hablado con RTVE.es sobre la experiencia y matizado algunas de las actitudes exhibidas. En cualquier caso, es tajante al asegurar que no se arrepiente de nada de lo que hizo especialmente en la prueba de eliminación. “Si te digo la verdad, sí. Lo volvería a hacer. No tenía ninguna posibilidad de salvarme”.
“No tengo el comportamiento de la Infanta Leonor, qué hago, soy así. Soy una persona al natural como el atún. No puedo fingir. Es que yo soy La Saray. Quien me quiera bien, y quien no, carretera y manta”, se justifica sobre su comportamiento durante la gala de marras, durante la que se mofó de la mecánica y en cuya prueba definitiva se mostró desinteresada al enfrentarse al reto de cocinar una perdiz. En su despedida, presentó el ave sin desplumar.
Sobre este desafío que planteó a los jueces, comenta: “Yo dije: pues ya está. ¿Que me quieren joder aquí a tope concursantes, jurado y todos? [...] ¿Que me queréis ver aquí quitando plumas como una perra? No, no, no. Yo no me voy a poner aquí a arrancar plumas para darte a ti la satisfacción. ¿Qué queréis? ¿Que haga el pajarraco puteada ante todos? Pues toma. Pajarraco vivo pa' ti. Y eso es lo que hice porque estaba enfadada. Muy enfadada”. Y eso pese a que, como dice la educadora social, “no voy con ganas de pelear nunca”: “Eso sí, como me toques las palmas, yo bailo”.
“Están esperando a que hagas algo malo para pegarte palos”
En su entrevista, no tiene reparos en señalar enemigos, como Teresa, a la que acusa de tener “dos personalidades”: “Tiene una parte súper guay y tú te crees que es como la mami, pero cuando te descuidas...”. Tampoco guarda buen recuerdo de Jose Mari, a quien define como “una mosca cojonera”, o Andy, del que dice “lleva un papel aprendido que se lleva estudiando desde que estaba en casa”.
Aunque sin duda las palabras más llamativas las dirige hacia el jurado. A su juicio, Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera son demasiado fríos: “Están esperando a que hagas algo malo para pegarte tres palos en la espalda y terminarte de hundir”, asegura. “A mí me gusta que si me tienen que decir las cosas, me las digan con una sonrisa en la cara y que me lo digan con un poco de cariño”.
En cualquier caso, suaviza el tono para referirse a Cruz: “Aunque es muy perrillo y muy malo, en el fondo sé que me tiene cariño”.
“Me encantaría hacer un reality”
Pese a que la experiencia no haya sido precisamente idílica y su salida quedara deslucida, su pretensión es tratar de volver en la repesca. “Como me cojan le va a dar un dolorcillo a más de uno. Me encantaría entrar solo por ver sus caras”.
También deja claro que le ha cogido el gusto a la televisión: “Veo una cámara y me vuelvo loca. Me encantaría hacer un reality o un programa de televisión”, dice Saray, que explica que su pretensión al entrar en MasterChef era ganar el premio para intentar “con un vientre de alquiler ser mamá”.