Javier Sardà visitó 'En la tuya o en la mía' de Telecinco y allí se reencontró con Boris Izaguirre.
Ambos recordaron su paso por 'Crónicas marcianas', relatando su vida anterior y posterior al programa y lo que supuso para ellos el mítico late night.
¿Cómo nació 'Crónicas marcianas'?
Bertín le preguntó a Sardà cómo se forjó el exitoso programa que le catapultó a la fama nacional: “Telecinco se queda sin late night porque Pepe Navarro se va a Antena 3. Y pensaron que Sardà sustituyera a Pepe”.
“No me veía trabajando por la noche y haciendo solo tele, era abandonar mi niña bonita de la radio”, recordaba el periodista sus dudas cuando se lo propusieron. “Pero finalmente dije que sí”.
Sobre el nombre y la puesta en escena: “Alguien dijo que había una novela llamada 'Crónicas marcianas' y me pareció maravilloso. 'Crónicas' es periodismo y 'marcianas' sería ver todo desde fuera, y veríamos la tierra en nuestro decorado”.
¿Por qué se acabó el programa?
Osborne quiso saber la razón de finalizar la aventura 'marciana': “Porque un día yo decido que se acabó el programa”, aseguró el periodista. “Sardà no es mal tío, pero cuando vislumbra que se quiere ir y vivir mejor, se tira”, decía de él mismo.
“Yo fui feliz haciendo 'Crónicas', no todos los días, pero era como que un país decidía hacer una fiesta” reconocía.
Boris recordó el día en que Sardà se lo comunicó: “Nos llevó a comer a Latre y a mi, y nos lo dijo. Yo siempre me lamento de no haberme negado. En cambio le dijimos que le respaldaríamos en su decisión. Fue durísimo”.
“Nunca me arrepentí ni volvería a hacer un programa diario”, zanjaba Javier.
Sardà conoció a Boris por casualidad
Boris relató que un día se acercó a un coche 'escarabajo' que le llamó mucho la atención. Entonces se acercó el dueño, Sardà, y le preguntó si lo quería ver por dentro.
“Qué maravilla”, exclamaba el venezolano con sus característicos gestos, al ver los detalles, y al salir el presentador le dijo: “¿Qué tengo que hacer para que trabajes conmigo?”.
Fabiola y Javier Sardà
Fabiola repitió en varias ocasiones que ella conocía a Sardà desde hacía tiempo, hasta que Bertín le hizo desvelar el misterio.
“Él no se acuerda porque me miraban de otra manera”, bromeaba Fabiola mirando al invitado, y mostró un anuncio en el que un jovencísimo Sardà aparecía mirando el trasero de ella: