'Secret Story' dejó la expulsión entre dos inesperados protagonistas
Secret Story vivió su gala Cuenta Atrás número 13 con el protagonismo absoluto de Cristina Porta y Luca Onestini. El cara a cara entre ambos ocupó casi toda la entrega, tras haber vivido un enfrentamiento los últimos días.
Además, Carlos Sobera salvó a dos de los nominados de la semana, dejando la próxima expulsión en manos de una audiencia que solo decidirá entre Julen o Luis Rollán.
Todo ello, en una noche en la que Cristina Porta salió escogida por el público como la “grinch” de la casa, es decir, la “cascarrabias de la edición”. Por lo que tuvo que aparecer disfrazada de duende para hacer honor a su nuevo título.
Los Gemeliers y Luca, salvados por la audiencia
Esta semana, los nominados eran Luis, Gemeliers, Luca y Julen. La primera vez en la edición que salían a la palestra todos los hombres del concurso. Desde el jueves todos expresaron su miedo por marcharse, y aún más cuando vieron en los porcentajes ciergos que uno de ellos reunía el 90% de los votos.
Por eso, empezaron a hacer cábalas sobre quién podía ser ese desafortunado. Hasta que Sobera desveló el misterio de los menos votados: “El público ha decidido con sus votos que debe continuar en La casa de los secretos: Gemeliers”. Los hermanos fueron los primeros salvados de la noche.
Pasados unos minutos, el presentador volvió a anunciar a un segundo salvado: Luca. Al escuchar su nombre, Cristina soltó un grito y corrió a abrazarle. “Soy súper feliz, agradezco a las personas que me están apoyando”, confesó el italiano.
Por lo que la expulsión queda solo entre Luis y Julen. Este último ya transmitió su teoría sobre que era él quien generaba tanto odio para aunar el alto porcentaje: “Los seguidores de Cristina y Luca se habrán puesto de acuerdo y van a por mí”.
Las idas y venidas de Luca y Cristina en la sala de la verdad
El programa quiso que Luca y Cristina resolvieran su enfrentamiento viendo los vídeos de lo vivido por cada uno durante la última semana. Primero dejaron que la periodista viera cómo se había desahogado el italiano a sus espaldas: “La primera vez que la he necesitado de verdad, no la siento”, explicaba él sobre su malestar.
Cristina intentó reprimir el llanto y se limitó a decir: “He hecho todo lo que he podido y no puedo más”. A lo que Luca respondía: “Está tirando la toalla a la primera. Si la sintiera sería el hombre más feliz del mundo porque la quiero y la necesito. Pero te necesito aquí a mi lado siempre”. Ella se mostraba molesta: “He tenido que sentirme juzgada toda la semana, al decir que todo era una estrategia mía”.
Era enconces, cuando Sobera les proponía acercarse, mirarse a los ojos y decirse lo que pensaran el uno del otro. Y empezaba Onestini: “He sufrido mucho por amor, me costó mucho exponerme contigo aquí porque no quiero sufrir más. Un animal herido puede morder, pero te necesito y te quiero a mi lado como estábamos antes. Eres la persona más importante y lo sigues siendo, no me ataques, por favor”.
Entonces ella respondió: “Creo que te he esperado el tiempo que has necesitado, no te he forzado a nada y...” en ese momento él la interrumpió con un beso y se abrazaron. Sin embargo, el presentador dio paso a los vídeos en los que ella explicaba su malestar en los últimos días. “Honestamente, flipo. Tienes que hablar menos en el cubo y más conmigo”, sentenció él tras las imágenes. “Que alguien me explique porqué llora después de lo que hice el jueves”.
Después de varios minutos de rifirrafe, él le pidió que le diera un beso y ella se sorprendió porque “me hace unas cobras que ni Bisbal a Chenoa”, explicaba ella. “Te quiero mucho, pero me da vergüenza todo esto” confesó ella, pero ya con una sonrisa que apuntaba a reconciliación.
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