Tras la gala del pasado miércoles, Elena, Carmen, Alatzne y Rafa son los nuevos nominados de la semana. Los últimos tres son miembros del que podría llamarse por ahora “grupo minoritario” (junto a Álvaro), mientras que Elena es la única “antagonista” de todos ellos que se metió en la lista. Una lista que Kenny podría haber modificado, al tener el poder del intercambio pero prefirió dejarla tal y como habían votado sus compañeros.
De esta manera, la sevillana se ha desmoronado en las últimas horas al ver muy probable su expulsión: “Me da mucho miedo, voy contra tres personas que siempre están juntas. Tienen mucho apoyo y me daría mucha vergüenza salir la segunda”, confesaba a Alberto con quien ha iniciado un romance dentro de la casa.
Una relación muy criticada entre varios de sus compañeros que la han tildado de “carpeta falsa”. Eso, más los últimos acontecimientos en los que Elena aseguraba que Carmen le había dado un empujón en el baño, y toda la casa se había puesto en contra de esta última. Para después, el programa demostrar que tal actitud nunca había sido como narraba Elena, aún echa más leña a la teoría de esta de ser la próxima en marcharse.
Y podría no estar muy desencaminada, tras los porcentajes ciegos que mostraba Carlos Sobera en la Última Hora de este jueves. El gráfico de esta semana impactaba a los concursantes al descubrir que tres de los nominados tenían el 10% o menos de los votos y solo uno acumulaba más del 80%. “Nagore, momento de temblar” señalaba el propio presentador, haciendo referencia a que el expulsado de la próxima gala podría quitar a Robles el puesto de ser la expulsada de Gran Hermano con mayor porcentaje de la historia: un 95% de los votos.
Este descubrimiento podría cambiar totalmente la dinámica de una casa que se distanció rápidamente de Carmen al ser la primera nominada por el público. Pero que, pasados unos días, parece que empieza a tener su apoyo y el del programa. Además, si Elena fuera la próxima eliminada, la audiencia podría estar diciéndoles que ese bando está cayendo cada vez mejor y ni con una “carpeta” está nadie a salvo.