La primera entrega de la Secret Story: cuenta Atrás llegó cargada de contenido, en escaleta y también por sorpresa. El momento más dramático de la noche estuvo protagonizado por Sofía Cristo que dibujó su curva de la vida y narró un abuso sexual que solo le había contado a su terapeuta.
Julen fue el otro personaje principal de la noche al ganar la inmunidad, no salir nominado y engañar a Isabel Rábago con su secreto. De forma que logró quedarse con la preciada esfera de su compañera.
Tras las primeras nominaciones a la cara, Chimo, Emmy y Cristina Porta ocuparon la lista negra que la audiencia votará para que uno de los tres salga el jueves de la casa.
Sofía Cristo: “Os prometo que mi vida no fue una puta mierda”
Sofía fue la primera en someterse a la ya habitual curva de la vida y la dibujó en una pizarra. Solo con empezar a narrarla se derrumbó por los nervios y al contar pasajes terribles: “Nunca recuerdo ver a mis padres bien. Tenía adoración por mi padre pero recuerdo malos tratos a mi madre. Por eso fue una liberación que se separaran. Hasta que le dieron la custoria a mi madre y él se llevó todo y lo pasamos mal. Hubieron muchos capítulos de violencia”, añadió detallando algunos de ellos.
Antes de seguir contando, subrayó que su “vida no fue siempre una puta mierda” y que no quería que nadie le tuviera pena. Seguidamente, explicó el mayor hecho traumático que sufrió: “Estábamos con mi madre en la casa de la Moraleja y en ese salón naranja apareció una persona y ese día sufrí abusos sexuales de esa persona con 5 años”. Se tiraba al suelo a llorar, mientras en la pantalla se veía a Bárbara Rey - presente en plató- totalmente derrumbada. “Lo siento mamá, yo no sabía lo que era eso. Nunca se lo había contado a mi madre ni a mi hermano porque era un persona muy cercana a nosotros. Me he dado cuenta con los años de lo que me traumatizó. Lo siento, he estado callada toda la vida y lo tenía que contar”, se disculpaba.
Por lo duro del asunto, el programa les dejó hablar entre ellas y su madre intentaba tranquilizarla dentro de lo mal que lo estaba pasando ella también: “¡Por qué no me lo dijiste, mi vida? Mi niña, te quiero, con todo mi corazón. Pobrecita mía, perdóname por no darme cuenta. Estaba trabajando”. Y la hija respondía: “Estate bien, estoy en el mejor momento de mi vida. Solo necesitaba contarlo”.
Tras unos segundos en los que ambas se relajaron, Sofía continuó narrando sus problemas con las drogas: “Con 15 años empecé a consumir”. Hasta que la ruptura con Nagore “fue lo peor que me pudo pasar pero lo mejor porque fue lo que me ayudó a dejar las drogas. Estaba muy enamorada- Veníamos de pasarlo mal y el inicio fue muy bonito. Yo era un poco loca pero ella tenía mucho carácter y era dura conmigo. Quizá por la falta de información”.
La conclusión final fue que ha logrado “lo que mi padre no pudo hacer: romper la cadena de adicción”.
Carlos Sobera: “Hay que denunciar siempre porque destroza vidas”
Era entonces cuando Sobera interrumpía para apoyar a la concursante: “Lo que estás haciendo es dar ejemplo a toda la sociedad porque hay mucha gente que lo vive y no lo dice. Este país necesita a gente como tú, con dos cojones bien puestos. Es de esas cosas que hay que denunciar siempre porque destroza vidas”.
Y advertía que el programa no sabía que Sofía iba a contar eso: “No estaba preparado, solo podemos agradecerte este ejercicio de sinceridad, valor y honestidad para confesar algo tan duro. Por si alguno tiene la tentación de pensar que estamos haciendo mercado, con el corazón en la mano, es algo que personalmente le agradezco a Sofia porque hace bien a tal cantidad de gente que esta sufriendo eso. Es una lección de vida”.
Tras escucharla hablar también de sus problemas con las drogas y de su relación con Nagore, Sobera acabó agradeciendo todo lo que acababa de escuchar: “Hoy estás con todos los tabúes siendo un ejemplo para todo el país”.
El engaño de Julen con su secreto
Isabel Rábago y Julen tuvieron su careo después de que ella pulsara el botón al sospechar que sabía el secreto de Julen. “Soy hermano/a de mi padre”, aseguraba que se trataba de que a la edad temprana que le tuvieron sus padres y al criarlo sus abuelos, él había vivido con sus progenitores como hermanos.
Ambos hablaron y Rábago se reafirmó en que el secreto era del viceverso. Pulsó el botón definitivo y Julen desveló que él no era el portador de tal información. Por lo que al engañar a la periodista se quedó con su preciada esfera, más la suya. Mientras Isabel se quedó sin ninguna y sin la posibilidad de ganar 50.000 euros.
Emmy, primera amenaza de abandono
Como en casi todo reality que se precie, siempre hay alguien que amenaza con abandonar y esa ha sido Emmy en Secret Story. La reina de los realities alemanes fue señalada como la peor de la convivencia, por sus compañeros y se derrumbó. No pudo reprimir las lágrimas y la rabia en el confesionario y aseguró que no podía ver a nadie de la casa. Y que si iba a estar nominada y expulsada que prefería irse ya.
Algo que no acabó haciendo y que, lejos de vivir mala relación, durante la entrega mostró cercanía con todos.
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