Sheila y Miguel desvelan su presente 4 meses después de 'The Bachelorette', y valoran su futuro en Mediaset
Sheila, la protagonista de The Bachelorette, ha compartido sus sensaciones tras la emisión de la décima y última entrega del programa, emitida el pasado lunes en la madrugada de Cuatro. En ella, la joven eligió a Miguel como su príncipe azul, decisión con la que puso el punto final a un formato fallido en audiencias, pero que ella considera exitoso a nivel personal.
“Me ha cambiado la vida”, asegura, de hecho, en su último directo de Instagram, en el que ha hablado largo y tendido de su paso en el dating presentado por Jesús Vázquez. Una experiencia “increíble” en la que tuvo tomar no pocas decisiones, algunas más compartidas que otras por parte de sus seguidores a juzgar por lo visto en pantalla. Pero es que, según Sheila, “de lo que está grabado veis un 5% solamente”. “Es todo un poco más light lo que se ve a lo que se vive”, afirma nuestra protagonista, que defiende su postura diciendo que algunos candidatos la conquistaron “más detrás [de las cámaras] que por lo que podéis ver”.
Y aquí pone como máximo ejemplo a Miguel, con el que sigue saliendo cuatro meses después de que ambos terminaran juntos la grabación del programa. Es más, al coincidir con San Valentín, se ve cómo él irrumpe en el directo para sorprenderla con un ramo de flores. “Cuatro meses después, aquí estamos. Estamos muy felices, mucho”, asegura el joven. “La verdad es que siempre he dicho que todo lo que pasa es real y aquí está la prueba. Nos enamoramos en el programa. Todos los detalles que tuvo conmigo fueron increíbles y me hicieron enamorarme perdidamente de él”, añade Sheila.
Sheila y Miguel viven juntos
De hecho, tan enamorados están que viven juntos “desde el primer momento”. “Estaba siempre en casa, yo vivía sola y decidimos compartir cada día juntos, dormir juntos, despertarnos juntos... Queríamos, nos apetecía y desde el primer momento vivimos juntos”, explica Sheila. Por tanto, ambos están “súper felices y súper bien”, aunque también han pasado por momentos complicados en este tiempo. Concretamente, por tener que ocultar su relación hasta que se emitiera el final del programa.
“Ha sido un poco complicado mantener esto en secreto, el no poder salir... Íbamos de camuflaje y con gorras a todos lados”, dice Sheila. Miguel explica la situación a través de una anécdota que les ocurrió el pasado fin de semana, cuando fueron a pasear a un parque a una hora tranquila (16:00 horas), y aun así les reconocieron. “La gente se mosqueaba un poco porque decían que les habíamos hecho spoiler, pero al final se alegraban mucho porque veían que era real y que después de tanto tiempo seguimos juntos”.
Ahora, Sheila y él ya pueden proclamar su amor a los cuatro vientos mientras comparten su día a día sin dejar de mirar al futuro. Un futuro por el que pasan muchos planes, aunque entre ellos no está ir a La isla de las tentaciones. “Por cómo somos los dos, sé que no saldríamos juntos de ahí por mucho que no hiciéramos nada”, asegura Sheila, que, al igual que su novio, rechaza ampliar su aventura televisiva participando en el reality de Sandra Barneda.
“A las 00:30 horas no había quien lo viera”
Por ahora prefiere quedarse con la experiencia de The Bachelorette, a lo largo de la cual dice haberse sentido muy apoyada, tanto por el equipo del programa, al que define como “una familia”, como de los seguidores que ha ganado, a los que agradece su apoyo incondicional. Sobre todo, tras los cambios de cadena, día y hora sufridos por las pobres audiencias del formato, que relegaron la entrega final a la medianoche de Cuatro. “A las 00:30 no había quien lo viera, pero os doy completamente las gracias por estar ahí, al pie del cañón, ayer”. “Que estéis viendo un lunes a las 00:30 de la noche, cuando después os levantáis a las 6:00, el capítulo... Estoy inmensamente agradecida. Os lo juro. Es increíble”, concluye Sheila.