El sindicato CGT ha denunciado ante la Audiencia Nacional, en un litigio al que se ha sumado también CCOO, presuntas irregularidades en el último proceso de promoción interna que se realizó en RTVE hace unos meses. Los dos sindicatos aducen su desacuerdo por cómo se realizó ese proceso de promoción, tanto por los sistemas de evaluación (una vez más no se han explicado los criterios de baremación) como por la selección de los miembros de los tribunales (en la que no intervino el Comité Intercentros).
Como desvela Voz Pópuli, la vista oral de este litigio ya se ha celebrado, en concreto el pasado 30 de marzo. Y ahora será la Audiencia Nacional la que deberá analizar las alegaciones de una y otra parte y sentenciar si hubo irregularidades, como denuncian los dos sindicatos. La división sindical en la Corporación ha vuelto a hacerse patente, puesto que UGT reprocha a los otros sindicatos que esta denuncia llegue un año y tres meses después de la publicación de las bases del proceso, y además alega que no tiene bases sólidas.
A corto plazo, este nuevo conflicto judicial en el seno de RTVE hará que los ganadores de esos concursos internos no tomen posesión de sus puestos hasta que se resuelva el caso. A medio plazo, el fallo de este proceso podría retrasar las oposiciones de la Corporación, ya que el proceso de promoción interna debería repetirse para ocupar las plazas vacantes, y así luego realizarse los exámenes de la oposición.
Recordemos que el presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, aseguró en febrero que esperaba convocar los exámenes para las oposiciones antes de mayo, tras haber tenido que retrasarlo en diciembre. La Corporación pública lleva más de una década sin realizar oposiciones, por lo que para cubrir sus bajas ha tirado de contratos temporales e interinos (de ahí su reclamación), al mismo tiempo que se ha provocado un envejecimiento de su plantilla.
El III Convenio colectivo de RTVE, que se firmó en octubre de 2020 ya con división sindical, abordaba esos dos grandes problemas contemplando en primer término la obligatoriedad de reemplazar las salidas (para así mantener la plantilla de 5.900 trabajadores con un máximo del 10% de contratos temporales); y en segundo término ofreciendo un plan de prejubilaciones bonificadas (a los 63 años) y de jubilaciones forzosas a los 65 años.
La segunda parte de la estrategia ha funcionado tan bien, que ha provocado que la primera parte no pueda cumplirse. Y es que el envejecimiento de la plantilla de RTVE se ha demostrado al producirse una gran cantidad de prejubilaciones y jubilaciones de golpe, por lo que la Corporación ha tenido que volver a tirar de contratos temporales superando con creces ese 10% máximo, se calcula que supera el 20%. Hasta que no se realicen las oposiciones, este problema endémico en la cadena pública parece no tener solución.