First Dates se trasladó por primera vez con su caravana del amor a Zarzuela del Monte para encontrar a solteros que quisieran encontrar el amor.
Allí encontraron a Ricardo, un chileno que se convirtió rapidamente en el latino que mejor se vendió en el programa. Así se presentaba:
“Soy un chico muy tranquilo, muy risueño, me río por todo, se puede hablar conmigo de cualquier tema, siempre voy a tener algo para decirte”.
Y añadía cuál era su prototipo de mujer: “Me gustan las chicas latinas, porque creo que las chicas de mi pueblo españolas son como sosillas”.
El programa escogió para él a Valeria, una jovencísima peruana con curvas que, como era de esperar con la labia de Ricardo, cayó rendida a sus pies... como también le ocurrió a él.