El éxito de la primera temporada de Stranger Things hizo que Netflix siguiera apostando por ella y cambiase radicalmente la planificación que tenía sobre su trama, que era muy diferente contenía un final trágico para su gran protagonista.
Los creadores de la ficción, los hermanos Matt y Ross Duffer, han reconocido durante una clase magistral en la Chapman University que “originalmente se lanzó como una serie limitada”, y que en su final “Eleven iba a sacrificarse y salvar al mundo”.
Netflix les pidió que siguieran la historia
Sin embargo, desde el primer momento Netflix apostó por la historia, y trasladó a sus creadores que el desarrollo les parecía excelente, aunque se quedaban con ganas de más: “Nos gusta esto, pero ¿cómo podría continuar?”, explican que les preguntaron.
A pesar de que la idea original era tener un final cerrado, los Duffer no dudaron en plantear una posible salida: “Will ha regresado de esta otra dimensión, y no lo ha hecho en perfectas condiciones...”, dejaron caer a los responsables de la plataforma, cuya respuesta fue clara: “¡Genial!”.
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Una apuesta acertada que coge más fuerza
La apuesta de Netflix, la rápida reacción de sus creadores, y cómo no el éxito de crítica y público que logró durante su primera temporada, hicieron que Stranger Things no fuese una serie limitada con final cerrado.
La ficción estrenó el pasado viernes 27 de octubre su segunda temporada, y obtuvo unos resultados récord de 15,8 millones de espectadores para su primer capítulo, y hasta 360.000 personas que hicieron “maratón” para ver los nueve episodios en las primeras 24 horas, confirmando que Netflix acertó al apostar por ella.
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