'Supervivientes 2022' expulsó a uno de sus titanes y dejó que la madre de Ignacio de Borbón se vengara por él
“Por increíble que parezca no soy Carlos Sobera” dijo Ion Aramendi al arrancar la undécima gala de Supervivientes 2022: Conexión Honduras, refiriéndose a la omnipresencia del vasco, al sustituirle la semana pasada por tener Covid y después hacer lo propio con Jorge Javier Vázquez, del que añadió que “ya se encuentra un poco mejor”.
Esa misma noche, el programa escogió con cuál de los dos “parásitos” titanes se quedaba: Marta Peñate o Kiko Matamoros. Dos de los protagonistas de la edición, dos de los que más hilos habían movido durante la convivencia y dos de los que más vídeos habían dado.
Además, también llegó a la isla Ana, la madre de Ignacio de Borbón que se reencontró con su hijo en un momento muy emotivo.
Expulsión definitiva del que parecía invencible
El pasado jueves, los espectadores decidieron no seguir salvando a Kiko y quedó desterrado junto a Marta, en Playa Paraíso. Ahí han pasado tres días en los que han compartido peces, cangrejos y muchas confidencias. Tantas que hasta la joven aprovechó para simular una entrevista al colaborador, para “Tele Marta”.
A pesar de habérselo pasado bien juntos, al conectar Ion con ellos, Matamoros siguió transmitiendo sus ganas de volver a España. Porque ya no tenía más fuerza, ni ánimo para continuar y porque veía en Marta una posible ganadora.
Así, Aramendi leyó la decisión de la audiencia: “Los espectadores han decidido que el expulsado o expulsada definitiva sea Kiko”, unas palabras que celebró con una sonrisa. “Muchisimas gracias a todos, a la organización, a Marta, ha sido una experiencia estupenda. Espero no haber defraudado demasiado y compensado el apoyo que la gente me ha dado. A Marta y a mis hijos, estoy deseando verles”.
Su compañera se despidió de él confesándole el placer que había sido convivir ahí esos días y con un: “¡A tomar por culo de mi casa!”.
Las respuestas que buscan los concursantes en el Oráculo
Antes de mostrar el reencuentro entre Ignacio y su madre, el programa se inventó “el oráculo de Morgan”, al que los concursantes podían hacer tres preguntas sobre cualquier tema, y él responder solo con un “sí, ”no“ o ”es incierto“. Las preguntas que le hicieron fueron las siguientes:
Nacho Palau: ¿Voy a llegar a la final? Sí / ¿Está Marta Peñate en Madrid? No.
Alejandro: ¿Tengo apoyo fuera? Sí / ¿Está mi padre en plató? Sí / ¿Mi madre está bien? Sí.
Yulen: ¿Me voy a comer una pizza pepperoni esta semana? Es incierto / ¿La gente me quiere fuera? Sí / ¿Mi padre está orgulloso? Sí
Anabel: ¿Siguen mis cosas en mi casa de Canarias? Es incierto / ¿Mis compañeros de Sálvame están orgullosos? No / ¿Está bien mi familia? Sí
Ana Luque: ¿Mi familia está bien? Sí / ¿Estoy dando buenas sensaciones fuera? Es incierto / ¿Mañana tendremos recompensa para comer? No.
Además de responderles, la madre había escrito un pergamino para cada uno de ellos diciéndoles lo que pensaba de su trato a Ignacio. Los peor parados fueron Alejandro y Anabel Pantoja, a los que les criticó la forma de tratarle. Aún así, acabaron todos abrazados.
Ignacio de Borbón y el emotivo reencuentro con su madre
Tras responder a todas sus preguntas, Ignacio leyó el pergamino que su madre había escrito para él y mientras lo leía, ella le sorprendió por detrás. Él se abrazó a ella sin parar de llorar, mientras la madre le transmitía lo orgullosos que están de él. Él solo la sentía y le besaba. Cuando ya recobró el aliento, el joven le preguntó por cada miembro de la familia y siguió mirándola sorprendido por su presencia.
“Estás guapísima, preciosa y necesitaba esto más que nada en el mundo”, confesaba él. “Quiero ya llegar y disfrutar con vosotros”, decía el concursante. A la vez que ella le daba ánimo para “el último empujón, no queda nada”, aseguraba.
La madre de Ignacio también pudo conocer a Marta y a Kiko, que esaban apartados, pero a ambos les “agradeció en el alma” el trato a su hijo.