Supervivientes 2024 cumplió los 80 días de aventura este domingo, al arrancar la duodécima gala de Conexión Honduras que tuvo como protagonista absoluto a Ángel Cristo, que contó lo que no se vio de su fuga y de los “puñetazos” de Arantxa del Sol.
En esa línea, el reality también aclaró cómo ocuparía la plaza que había dejado vacante el hijo de Bárbara Rey. Algo que desvelaron el pasado jueves, pero que detallaron en esta entrega y también se lo comunicaron a Blanca Manchón.
Todo ello, en una noche en la que Aurah Ruiz y Gorka se enfrentaron en la prueba de apnea que acabó ganando “el Conquistador”. Concursante que vivirá una de las mayores sorpresas en breve, ya que su novia Andrea acudirá a sorprenderle. Por ello, conectaron con ella que estaba en el aeropuerto.
La joven confesó estar “nerviosa perdida pero con muchas ganas de verle”. A la vez que explicó que le habían “dolido mucho” las dudas vertidas sobre la fidelidad de su pareja con Marieta:
No fue la única conexión desde el aeropuerto que hizo el programa, y es que también estaba allí el marido de Blanca Manchón con quien también hablaron.
Además, Barneda prometió a la madre de Marieta que si ella no era la expulsada esta semana, podría viajar el domingo a Honduras.
Blanca, a la espera de repesca y de la visita de su marido
Barneda conectó con Blanca que, desde su expulsión el pasado jueves estaba desterrada a la espera de una posible repesca, para preguntarle por la experiencia: “Sentirse sola es lo peor del mundo. Me he hecho una mesa y estoy muy orgullosa. La dotación asignada aquí es muy limitada, me han dado una palma de arroz y otra de lentejas pero he tenido la suerte de pescar muchos peces”.
Seguidamente, la presentadora le contó lo que habían pensado para ocupar la plaza libre que había dejado la expulsión de Ángel Cristo: “Debes continuar oculta sin que te pille el resto de supervivientes, si lo consigues, el jueves que viene se producirá otro destierro, se jugará contigo volver al concurso. Lo escogerá el púbico. Uno será expulsado y el otro volverá a concursar”.
La olímpica aceptó la nueva propuesta, sin saber que en ese mismo momento su marido, Manuel, estaba a punto de coger un avión para sorprenderla en la playa.