“Nada de esto es posible por todo lo que ha ocurrido pero así es el directo”, así despedía Carlos Sobera la tercera entrega de Supervivientes 2024: Tierra de Nadie que dejó en el aire temas como el de la continuidad o no de Carmen Borrego, con la que no pudo conectar porque tuvo que mediar en una inesperada discusión entre Kiko Jiménez y Laura Matamoros.
Todo ocurría casi a la 1:30 de la madrugada, cuando los dos (junto a Lorena Morlote) iban a hacer un test de cultura general para comer una recompensa, pero la hija de Kiko Matamoros cogía el saco y pedía marcharse del reality.
“Hay cuestiones que no voy a permitir. No se puede jugar por detrás y hacer las cosas como las hace. Que si no me levanto al fuego porque estoy dormida y es mentira, trabajo igual que el resto. Las cosas las dice por detrás”, decía ella quejándose de su compañero.
Él, más tranquilo, respondía: “Soy profesional y sigo aquí sentado a pesar de haberme llamado muchas veces 'hijo de puta' que no se puede consentir, yo no falto el respeto a nadie. Desde que se corta la conexión me lo dices. Insultos que no voy a repetir. No quiero volver a hablar con esta señora. Hay líneas rojas que si no estás para estar concursando no se pueden permitir” alegaba.
Palabras que desquiciaban aún más a Laura que hasta se quitaba el micro para irse: “¡Qué puto falso, me quiero ir ya, me quiero ir ya! Es que encima le da la vuelta a la tortilla. Te lo he llamado una vez”, decía sobre el insulto.
Los presentadores daban paso a la publicidad para intentar tranquilizarlos y acabar el programa, pero al regresar seguía cada uno con su versión y ella pedía marcharse: “No tengo necesidad de pasarlo así, ni de jugar a un juego sucio al que juega él. Le he dado mi corazón y no le voy a perdonar lo que me ha hecho hoy. Hace muchos años que no pisaba la televisión por este tipo de cosas, y estos conflictos. Yo me voy ya de aquí, me voy con el saco”, concluía Matamoros.
De esta manera acababa el programa que prometía informar sobre la continuidad tanto de Laura como de Carmen Borrego - que sí había podido hablar con Terelu Campos- el próximo jueves.
La salvación de Ángel Cristo
La entrega sí que vivió su habitual ceremonia de salvación en la que redujo su lista de nominados de cuatro a tres. Aurah Ruiz, Arantxa del Sol, Kike Calleja y Ángel Cristo empezaron la noche en la lista negra y el hijo de Bárbara Rey acabó fuera de ella.
Lo que significa que la audiencia tiene especial preferencia por él, ya que ha sido salvado más de una vez, y ha dejado de tener tanta por la viceversa que en anteriores ocasiones había tenido el favor del público.
El test de cultura con Picasso “italiano”
Los concursantes pudieron comer patatas fritas con huevo tras un juego de recompensa y una hamburguesa gigante con la que premiaron a quienes mejor respondieron al siguiente test de cultura general:
¿Cuál es el planeta más grande del sistema solar? Kike Calleja respondió que la Tierra, Ángel Cristo que Saturno y el resto caertó con Júpiter.
¿Cuántos años tiene un lustro? El único que acertó fue Ángel diciendo 5, mientras el resto apuntó que 50 años e incluso Gorka señaló 100 millones de años.
¿Cuál es la capital de EEUU? Todos acertaron con Washington, excepto Gorka que escribió New York.
¿Cuál era la nacionalidad de Picasso? Hubo respuestas para todo, desde italiano según Gorka, a francés como dijo Ángel y otros acertaron con español.
Finalmente, los que más aciertos tuvieron fueron Kike, Ungría y Ángel Cristo.
Rocío Madrid, en plató: “Me destrozaron emocionalmente”
Rocío Madrid llegó a plató convertida en la primera expulsada de la edición, aunque sin entender la razón: “No me esperaba ser la primera expulsada, lo he vivido todo a tope, he hecho lo máximo que se podía y tengo ganas de ver lo que se ha visto, lo que se ha entendido para poder entender porqué estoy aquí”.
Preguntada por sus compañeros: “He disfrutado mucho incluso la convivencia, pero con algunas personas ha habido problemas. Todavía estoy intentando entender qué ha pasado con Aurah, no creo que haya motivos para montar la que se ha montado”, explicó descuadrada.
Para acabar concluyendo con que su estancia en Playa Limbo había sido lo peor: “En esa playa empezó mi declive emocional, jamás en mi vida he vivido el nivel de humillación, de reírse en mi cara, de hacerme el vacío de ver mi vulnerabilidad y atacarme por ahí, jamás lo he vivido. Me destrozaron emocionalmente, creo que Lorena los puso en sobre aviso y se unieron para destrozarme”.