Supervivientes 2019 ya está en su recta finalSupervivientes 2019 y Carlos Sobera ha anunciado las novedades en la mecánica del reality.
En él los concursantes están claramente divididos en dos grupos (más las olvidadas). Por ello, en la entrega de Tierra de nadie han dejado que los enemigos se enfrentaran para acabar abrazándose.
Además, han jugado a una nueva prueba de recompensa, a la que Isabel Pantoja se negó a participar y por la que fue sancionada.
Dakota y Mónica, solo puede quedar una
Dakota, Mónica Hoyos y Albert eran los nominados de la semana, hasta que Lara Álvarez anunció que la audiencia había salvado al viceverso.
Por lo que solo las dos mujeres se enfrentarán a la expulsión de la próxima gala que, según Carlos Sobera vivirá otra eliminación, como una de las novedades de la recta final del concurso.
Omar no puede compartir su recompensa con la Pantoja
Al presentar la nueva prueba de recompensa semanal, Lara anunciaba que ni Dakota ni Isabel querían participar en él.
Se trataba de aguantar con los pies en alto el mayor tiempo posible y si los dejaban caer, un cubo de barro se desprendía de lo alto de sus cabezas.
Dakota explicó que su decisión respondía a que tenía un problema en los ojos y el barro se los “ensangrentaba”. Por lo que la presentadora le dejó unas gafas de agua y entonces consintió participar.
En cambio, la tonadillera solo puso sus pocas fuerzas como excusa: “Si fuera una prueba de grupo sí que lo haría pero al ser individual yo no tengo ya energía, no tengo fuerzas”.
Por lo que cuando ganó Omar la recompensa, el programa le proporcionó un gran cocido y le dejó compartirlo con dos de sus compañeros, entre los que no podía estar Isabel por no haber jugado. Algo que no sentó nada bien a la cantante pero tuvo que acatar.
Del amor al odio entre los concursantes
Como ocurrió el año pasado, el reality dejó que los enemigos íntimos se dijeran a la cara todos los malestares que se habían causado para acabar abrazados o con el hacha de guerra aún en lo alto.
Dakota y Omar fueron los primeros en lanzarse pullas, aunque fue él quien le reprochó “chillar mucho” y tenerle “esclavizado con el fuego mientras ella dormía”, a lo que ella se limitó a contestar que era un “mentiroso” y que gritaba por que en su casa su hermano era sordo.
Turno de Albert y Fabio que empezaron despreciándose tildando el uno al otro de “avaricioso”, “tramposo”, “monigote de Isabel” y “egoísta”. Para acabar halagándose asegurando que eran grandes supervivientes y que había sido un “honor compartir concurso” con el otro.
Para finalizar, Mónica Hoyos e Isabel intentaron explicarse cómo había involucionado su relación del principio hasta ahora. La presentadora quiso entender porqué le había nominado cuando ella siempre le había apoyado, y la cantante recordó que en sus numerosas crisis solo pudo apoyarse en ella una vez.
Entre reproches de unos y halagos de otros, todos ellos acabaron abrazándose como no ocurrió en la edición pasada entre María Jesús Ruiz y Sofía Suescun.