Supervivientes ha vuelto a convertir su plató en un Deluxe con tramas ajenas al reality. Es una práctica habitual del programa, que anteriormente ya la hizo con Arelys y Yulen (2023), con las críticas del hijo de Carmen Borrego hacia su madre (2024) o, por citar el ejemplo más claro de todos: el de las mentiras de José Antonio Avilés (2020), que incluso fue emitido en forma de especial para competir contra el estreno de Pasapalabra en Antena 3.
Lo de este domingo en Supervivientes All Stars: Conexión Honduras no llegó a ese nivel, pero la emisión del programa dejó otro ejemplo que añadir a la lista: el de la preocupación de Sofía Suescun. La concursante teme que esté “pasando algo” en el seno de su familia mientras ella está en la isla, y así lo ha reconocido: “Cuando estoy yo siento que está todo en orden, pero es que es irme y no sabes cómo te puedes encontrar mi casa. El uno se pelea con el uno, el otro con el otro... Espero que Kiko esté poniendo orden porque siento que esa casa sin mí se pone patas arriba y es incontrolable”.
Para saber si tenía motivos para preocuparse, Sandra Barneda trasladó esta inquietud a Maite Galdeano y Kiko Jiménez, que dieron motivos a Sofía para tenerla. No tanto en el caso de él, que si bien aseguró que “todos tenemos mucho carácter, somos como somos y ya nos conocemos” dentro del círculo de la influencer, dijo que ahora mismo “no está pasando absolutamente nada”. Sin embargo, Maite respondió con un “puede ser” a la pregunta de si ha habido una discusión entre ella y el novio de su hija.
“No me hace gracia esta situación”
“En estos momentos he preferido estar sola porque Kiko es el novio de mi hija y yo me encuentro muy bien sola con los perros y los gatos”, señaló la madre de Sofía. Kiko se mostró comprensivo con su decisión, pero la tensión que se respiraba en el ambiente invitaba a pensar que, efectivamente, algo había pasado entre ellos. Algo que “a lo mejor” podría romper el corazón a Sofía, según su madre.
Kiko, en cambio, no estaba por la labor de seguir con este juego. “No me hace gracia esta situación”, respondió antes de insistir en que todo estaba bien dentro de la familia Suescun. Maite, mientras tanto, se reivindicaba a sí misma: “No hace falta que me apacigüe nadie. Soy una persona segura de sí misma, que siempre ha estado sola, me llevo conmigo demasiado bien y con mis animales estoy feliz”.
Kiko tomó de nuevo la palabra: “Lo que no puede ser es que estemos ella y yo como si fuéramos pareja. Ella es mi suegra, está muy bien que ella haga su vida y yo también hago la mía, nuestro vínculo es Sofía y está a 8.000 kilómetros”: Pero la madre de la concursante seguía a lo suyo: “Quiero mucho a mi hija, por ella muero. El amor de una madre es infinito. No pasa nada, no quiero alarmar a nadie, pero he preferido tomar esta situación”. “Me parece ridículo que estemos debatiendo esto en un programa de supervivencia”, concluyó Kiko, antes de que el programa cambiara de tema.