Tamara Falcó detalló en 'El Hormiguero' su ruptura con Iñigo Onieva: “No quiero dar pena”

Este jueves, El Hormiguero empezaba con su habitual baile al que no se unía Tamara Falcó pero sí miraba desde una silla. La cámara la enfocaba constantemente, adelantando que la protagonista de la infidelidad más mediática de la semana estaría sentada en la mesa de debate esa noche.

No iba a ser la primera vez que la hija de Isabel Preysler hablara públicamente tras romper con Iñigo Onieva, porque ya lo hizo al entrar por teléfono en Sálvame y agradecer que “destaparan” lo ocurrido. Pero sí que iba a ser el primer lugar en el que aparecía para detallar ante las cámaras cómo vivió esos días en los que pasó de poner fecha a su boda, a romper y cancelarla.

Tras acabar la entrevista a Álvaro Morte y China Suárez - que acudieron al programa para promocionar su nueva película- Pablo Motos se sentó y se dirigió directamente a Falcó: “Todas las miradas están puestas en ti”, decía y le preguntó por cómo había vivido toda la vorágine después de anunciar su boda:

“La semana pasada estabas eufórica, flotando y después nos fuimos a la inaguración de la casa de Jorge Ventosa y empezó a pasar todo”, inició el presentador. Ella continuó con el relato: “Por grupos de Whatsapp empieza a rular un vídeo, pero no lo vi hasta el día siguiente porque estaba en mi nube”.

Fue el viernes cuando ella empezó a preocuparse: “Iñigo me comentó que estaba rulando un vídeo del 2019 y le dije que se olvidara porque estábamos en un momento precioso, pero todo dio un giro totalmente inesperado”, lamentó. “Tengo una muy amiga que me dijo que quedáramos y le pregunté si era por el vídeo. Me dijo que sí y me lo reenvió, lo vi y tal, pero la coartada seguía siendo que era de 2019”.

Entonces entró en acción Isabel Preysler: “Mi madre me dijo que se estaba montando una... y me aconsejó que dijéramos algo. Iñigo le dijo que no se preocupara que él explicaría lo del 2019. Entonces él había dado su versión, fuimos a una boda, con amigos en común y volvía a ser todo precioso. Volvimos y llamé a mi madre contenta por haberlo desmentido y ella me dijo que había más vídeos. Le dije que me los pasara y los vi. La verdad es que cuando mi madre me volvió a llamar se preocupó mucho y como me seguían diciendo que era de 2019, le dije que era cuestión de tiempo. Que si no era así saldría, pero que mientras creyera a Iñigo porque era mi prometido y si no era así yo tomaría la decisión correcta”.

Efectivamente, fue cuestión de tiempo: “Después empezó a cambiar la historia, le dije la famosa frase del nanosegundo y cuando le vi flaquear le dije que no iba a seguir encerrada en casa, con este señor que no sabía si tenía nada en común. Dejé el anillo en la mesa, cogí el bolso, los perros y me fui a casa de mi madre”.

Haciendo balance de lo ocurrido, Falcó expresó lo siguiente: “Lo único que sé es que con eso ya era totalmente imposible volver con él pero con el resto de mentiras tuve que retratar a una persona con la que no sabía que me iba a casar. Sé que es un alivio pero es duro mientras lo estás haciendo. Es una mentira sobre mentira”, aseguró señalando que el 17 de junio “está libre”, que era el día de la boda.

Aún así, aseguró que se quedaba con lo bueno: “No hubo un momento en el que estuviera sola. Vinieron todos mis amigos, mi hermana y es que la divina providencia tenía un plan. Me refugié en Dios, porque en mi familia, los divorcios han sido complicados y siempre me lo he pensado mucho. Siempre pedía que si no era para mí me lo quitara. Lo que no sabía es que los planes de la Virgen era quitármelo en televisión nacional”, dijo entre risas.

Preguntada por si le dolió más la mentira o la imagen: “Iban unidas. Nuestra relación estaba basada en la confianza. Hay muchísimo más de lo que yo no tenía ni idea. Gracias a mis amigos por haberme hecho ver con quién me iba a casar porque me he librado”, zanjó