No hay que ser ningún lince para acertar a ver la buena salud de los concursos en nuestra programación. Con Pasapalabra disparado en sus registros diarios, y con las nuevas entregas del Millonario -ahora con famosos- compitiendo en la noche de los viernes contra Got Talent, llega El precio justo a Telecinco con una nueva versión que arranca este lunes 5 de abril en el prime time (22:50 horas).
Con Carlos Sobera como presentador, al que hemos entrevistado, intentará demostrar que se trata de un formato siempre relevante, más de treinta años después de haberse estrenado su primera etapa en TVE. Toda una apuesta la de Mediaset, además, para complementar una programación fundada sobre los parámetros de la telerrealidad.
El carácter dual de esta nueva encarnación del formato producido por Fremantle, que contará con ediciones diarias en horario vespertino a las 20:00 horas (en relevo de Sálvame Tomate), en paralelo a la emisión semanal de especiales en prime time, permite ahondar en la relación que durante la última década ha tenido el género en Mediaset tanto en una franja como en otra. Con Pasapalabra centrando durante más de un decenio la atención y la audiencia, el cupo para otras intentonas dentro del ámbito del game show no lograron igualarse en relevancia, mucho menos en longevidad.
Por eso, la osadía de Telecinco por volver “¡a jugar!”, como gritara en su día Joaquín Prat y volverá a exclamar ahora el ubicuo presentador vasco (que compaginará esta labor con First Dates y la nueva edición de Supervivientes 2021) resulta especialmente llamativa. Para sustentar esta teoría, repasaremos los otros concursos con los que la empresa de Fuencarral había probado suerte durante los últimos diez años.
'Eurogames' y 'The Wall', los últimos concursos de prime time
Si nos detenemos en el prime time, franja en la que debutará el concurso, encontraremos de hecho muy pocos ejemplos durante los últimos 10 años dentro del canal. Algo que, por otro lado, era también norma en Atresmedia hasta su apuesta más o menos reciente en horario de máxima audiencia con Quién quiere ser millonario.
El más reciente concurso que probó Mediaset en el prime time de su principal canal fue Eurogames, versión modernizada de Juego sin fronteras (emitido por TVE entre 1988 y 1992) que gozó de un discreto paso por el abierto en verano de 2020, tras haberse estrenado con anterioridad directamente en Mitele Plus, la plataforma de contenido premium del grupo.
Con Lara Álvarez y Joaquín Prat como presentadores españoles, su paso por la programación nocturna de Telecinco se inició al poco de decretarse el estado de alarma nacional a causa de la crisis del coronavirus, entre el 23 de marzo y el 1 de mayo, y se vio afectado por cambios de día (empezó en la noche de los lunes, para pasar en su tercera semana a los viernes), y su carácter festivo (el espacio se había grabado el verano anterior) tampoco contagió a la audiencia. La escasa promoción que se le dio durante estas fechas tampoco ayudó a extender la marca de un formato que llevaba dos meses disponible en Mitele.
Sus registros de audiencia (9,4% de cuota de pantalla y 1,5 millones en seis emisiones) resultaron insuficientes para la cadena, que se enfrentaba con los refritos de Tu cara me suena, toda vez que la octava edición había quedado paralizada por la crisis sanitaria, como principal rival de la noche.
Mejor recepción tuvo The Wall, si bien no la suficiente como para tener continuidad. Como Eurogames, encontró su ubicación en la noche de los viernes, donde el objetivo pasaba por funcionar como alternativa para los dos principales formatos que se han venido dando el relevo en esta franja, Mi casa es la tuya y Volverte a ver.
Como este último, y como el nuevo Precio justo, contaba también con Sobera como presentador, a los pies de un muro vertical de 12 metros de altura, ante el que dos concursantes con un proyecto en común debían cuadrarse, eso sí, por separado. El objetivo, contestar preguntas mientras unas bolas descienden sorteando obstáculos hasta caer de forma aleatoria en casillas con diferentes valores económicos.
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Era una apuesta llamativa, con una mecánica novedosa aunque algo alambicada, que además se nutría del componente emotivo que traían los concursantes, así como de las injusticias que el azar traía consigo. El hecho de que ambas partes estuvieran separadas y no pudieran controlar las decisiones del otro generaba situaciones de estrés emocional e intensificaban las entregas. Estrenado antes de atravesar el umbral veraniego de 2017, en una época con menos competencia a priori, parecía allanar el terreno para que macerara la propuesta, que arrancó con buenos datos: un 17.3% de share en su primera entrega.
En la tercera, sin embargo, se produjo el desplome al 10.5%. En el resto de emisiones, las cifras oscilaron entre el 10-12%, perdiéndose gradualmente el interés de la audiencia y el duelo veraniego con Antena 3 (que alternó Ninja Warrior y Me resbala) hasta marcar su mínimo en el último programa, el 8 de septiembre, en el que fue relegado ya al late night: apenas 598.000 espectadores, un 8.4% de cuota de pantalla. Telecinco había decidido apostar por Cine 5 Estrellas para contrarrestar el lanzamiento de Hipnotízame en Atresmedia, terminando de derrumbar las opciones de perdurar de The Wall.
Del reinado de 'Pasapalabra' a la difícil transición con 'El Tirón'
Podemos decir que Telecinco no logró premios cuantiosos al jugársela programando concursos en horario estelar. En cualquier caso, ya contaba con un título de garantías dentro del género: hablamos de Pasapalabra, el concurso más visto de la televisión española y líder indiscutible de su franja durante los 12 años que de forma ininterrumpida se emitió a las 20:00 horas.
Emitido en Telecinco desde 2007, cuando lo rescataron tras dejar de emitirse en Antena 3, y hasta octubre de 2019, cuando el Supremo falló a favor de la productora británica ITV (propietaria de los derechos del formato) y ordenó su suspensión inmediata, había supuesto una garantía dentro de su programación, sin conocer el desgaste. Su rendimiento afectaba positivamente, además, a la edición nocturna de Informativos Telecinco 21h, favoreciendo su liderazgo. De ahí su importancia capital en la programación, especialmente tratándose de la única propuesta de entretenimiento cultural de un canal entregado al reality y a la actualidad social.
Precisamente ese hueco trató de ser rápidamente repuesto contando de nuevo con Christian Gálvez, asociado a la marca Pasapalabra durante años, para dar El Tirón: se trataba de un concurso desarrollado con rapidez dentro de la compañía (se estrenó el 16 de octubre, poco más de dos semanas después de la retirada de Pasapalabra), que lejos de organizar una mecánica más compleja, se entregaba a una competencia más directa entre dos concursantes en una única prueba, fácilmente asimilable a El Rosco.
El gran problema del formato era, sin embargo, su menor enjundia: su formulación no daba para ocupar una hora completa, y perdía relevancia dentro de esa hora adicional de Sálvame, entonces bautizada como Sálvame Banana, con la que se reaccionó a la pérdida de uno de los principales valores de Telecinco. Así, su desaparición tras cerca de cinco meses de emisiones pasó inadvertida. Su lugar, entonces, lo ocuparon los especiales informativos por la crisis del coronavirus. Desde entonces, el concurso había desaparecido de su parrilla vespertina.
Los anteriores intentos de Telecinco en la tarde
Con Pasapalabra sirviendo como eje de la programación, y con Sálvame asentado en la sobremesa y tarde desde 2009, poco espacio más quedaba para cualquier otra aproximación al concurso por parte de Telecinco. Tampoco podemos decir que lo necesitase, habida cuenta de la rentabilidad de su parrilla.
En cualquier caso, ya hubo otros acercamientos más modestos al género en horario de tarde que podemos rastrear. Uno de los últimos fue Asalto al furgón del dinero, producido en colaboración con Bainet y basado en una idea de quien fuera director de GH en sus primeras ediciones, Roberto Ontiveros. La premisa trataba de explotar la interactividad al máximo, y se desarrollaba en dos escenarios: un plató con dos concursantes y dos furgones cargados con 40.000 euros cada uno que recorrerán la geografía española en busca de los domicilios de otros dos participantes elegidos ante notario, sin saberlo, para participar tras haber enviado su solicitud vía SMS. Para hacerse con el premio, los dos concursantes en plató debían evitar a toda costa que los furgones lleguen a sus destinos.
Estrenado en verano de 2009, se emitió en doble tira diaria: por la mañana dentro de El programa del verano, y por la tarde, dentro de Sálvame. Presentado por Quico Taronjí, no tenía, pues, autonomía por sí mismo, lo que explica también su lejano recuerdo.
Más allá del verano, Telecinco probó suerte durante los primeros meses de Sálvame, en la segunda mitad de 2009, con Toma cero y a jugar, una propuesta conducida por Daniel Domenjó de 19:00 a 20:00 horas, ejerciendo como antecedente de Pasapalabra en la parrilla. Se articulaba en dos fases, una primera en la que los concursantes tenían que responder a 10 preguntas; y una segunda en la que el participante que hubiera acumulado un mayor premio económico tenía que descubrir qué puerta de las siete que había en plató escondía la caja fuerte con su dinero.
Con El Diario de Antena 3 como principal contendiente en su franja, el espacio se mantuvo hasta marzo de 2010 con cifras poco reseñables (aunque ligeramente por encima del 10% de cuota) y con cambio de presentador incluido: a Domenjó lo sustituyó David Venancio Muro, que disfrutaba entonces del éxito con Escenas de matrimonio en el access prime time, a los mandos. La retirada del espacio significó precisamente la ampliación del horario de Sálvame hasta las 20:00 horas.
Tratar de encontrar más concursos en la tarde de Telecinco implica viajar a una etapa en la que la marca Sálvame aún no existía: muy poco antes de empezar el magacín de La Fábrica de la Tele a emitirse podíamos encontrar apuestas de corta andadura como Guerra de sesos, creado por Jorge Salvador y Pablo Motos y presentado por Jesús Vázquez, estrenado apenas un mes antes de que aterrizase Sálvame, a finales de marzo de 2009.
Su andadura en la sobremesa, justo después de los resúmenes de Supervivientes, terminó muy rápidamente, en la segunda mitad de abril, tras un discreto promedio: 9% y 1.022.000 espectadores. Para más inri, fue retirado a la vez que desaparecía otro concurso en Telecinco, en ese caso en la franja matinal, la nueva versión de El juego del Euromillón.
La importancia de la marca
Como vemos en un rápido análisis cuantitativo, el número de tropiezos ha sido mayor al de éxitos; sin embargo, el valor de esos éxitos ha sido muy superior y de mayor calado a nivel histórico. Si algo evidencia el balance de la última década (y algo más) es que el factor de la marca -en este caso particular, Pasapalabra- ha sido clave para que a Mediaset le saliera bien la jugada.
En ese sentido, El precio justo supone una propiedad de probada eficacia a nivel internacional, con solera como para atraer por el solo componente nostálgico. Si será esta la respuesta correcta o si en cambio tendrá que seguir echándoselo a suertes con los concursos, es algo que pronto podremos descubrir.
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