Telemadrid estrenará este domingo 3 de mayo a las 21:30 Conectados por el mundo, una versión confinada de su mítico Madrileños por el mundo en el que se conectará con los madrileños que viven en multitud de países y que también están sufriendo las consecuencias de la crisis del coronavirus.
Producido por La Cometa TV, Conectado por el mundo está presentado por Miguel del Valle y Sonia Gonzalo,y consta de cuatro entregas de 60 minutos. El programa ha sido posible sin que sus reporteros salgan de casa, pues gracias a las tecnologías la comunicación también se puede dar voz a los que viven lejos de Madrid en un programa que mantiene el espíritu aventurero y curioso de Madrileños por el mundo pero adaptado a las actuales circunstancias.
Conectados por el mundo está grabado través de video-llamadas y teléfonos móviles como un diálogo entre el reportero, desde su casa en Madrid, y el madrileño, en su lugar de residencia. Desde China, Estados Unidos, Botsuana o Alemania, estos explican a los espectadores qué medidas se están tomando y cómo se está afrontando la lucha contra el virus en diferentes partes del mundo.
Los veremos en sus casas, con mascarillas o paseando por calles semivacías allá donde está permitido, y nos contarán cómo ha cambiado su vida en estos últimos meses.
Primer episodio, cinco madrileños
Presentado por el reportero Miguel del Valle, el estreno de Conectados por el mundo nos llevará a conocer de cerca cómo está siendo la vida de cincomadrileños en EE.UU., China, Italia, Australia y Botsuana. Myriam, joven médica de Las Musas que trabaja en New Jersey, nos explicará las dificultades que los estadounidenses tienen para acceder a la sanidad gratuita, lo que está agravando la pandemia en las poblaciones menos favorecidas.
A China viajaremos para ver, de la mano de Nerea, periodista que trabaja en la televisión pública china, cómo se vive en Pekín tras 80 días de confinamiento. Ya está permitido salir a la calle, pero veremos cómo el uso de la mascarilla es obligatorio. Miguel, madrileño en Shenzhen, acude a un hospital de la ciudad.
Y de China, a Canberra, capital de Australia. Carola conoce bien la Covid-19 por su trabajo: es inmunóloga en un laboratorio donde realizan miles de tests diarios. Nos explican que llevan confinados desde el 23 de marzo, pero ante la baja incidencia de la pandemia en Australia, las autoridades permiten pasear y hacer ejercicio siempre que se mantenga la distancia de seguridad.
Otro madrileño, Antonio, desde Bolonia, en Italia, uno de los países más castigados por la pandemia, nos hablará de su trabajo como vendedor de material sanitario, de vital importancia en estas semanas.
Y el primer viaje acabará en Botsuana, donde Irene y su pareja, Miguel, gestionan una hermosa y exuberante finca llena de fauna y naturaleza. La pandemia les ha impedido alquilar los singulares bungalows, pero afirman que, al menos por el momento, está afectando poco a esa zona de África: solo un fallecido hasta la fecha.