Terremoto en 'MasterChef 12' con un abandono voluntario y la expulsión del legionario terraplanista

Paula Hergar

25 de abril de 2024 01:56 h

La quinta gala de MasterChef 12 hizo temblar los cimientos de la edición con un abandono voluntario inesperado, aunque no sorprendente. Y es que, Tamara ya había mostrado su malestar en el talent, en la entrega anterior, y aún así los jueces habían decidido mantenerla.

Por lo que, lo que no decidió el jurado lo culminó ella al comunicar su marcha. Una decisión que provocó la indignación de Jordi Cruz que no quiso ni preguntarle más razones: “Su delantal, su puerta” y le señaló el camino para irse.

Todo ello en una noche en la que expulsaron a David, tras cocinar pizzas vegetarianas y vivir en los exteriores un cambio de capitanía y de cocinas que provocó una bronca incontrolada entre varias aspirantes.

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Primera prueba con unas pizzas vegetarianas en pareja

Los jueces quisieron conocer hasta qué punto se conocían los aspirantes y si se compenetraban. Para ello, les repartieron por parejas para elaborar una pizza vegetariana con una base de hortalizas.

Acabado el tiempo, empezó la cata. Pilar y Gonzalo presentaron una pizza con zanahoria “muy rica”, Tamara y Pulga apostaron por el brócoli en la base que “era más crepe que pizza”, Samya y Jose se dejaron el ingrediente principal pero no degustaron, como Maicol y David que lo olvidaron e hicieron “una tortilla”, María y Alberto también acertaron con su apuesta.

Con todas las pizzas probadas, Pepe, Jordi y Samantha señalaron a María y Alberto como los mejores de la prueba.

Prueba de exteriores con la rebelión de Samya

Los aspirantes aterrizaron en Las Palmas de Gran Canaria para disfrutar de los carnavales. Allí se dividieron en dos equipos: uno capitaneado por María y compuesto por Celeste, Pulga, David, Maicol y Gonzalo; y el otro conducido por Alberto y formado por Tamara, Jose, Samya y Pilar.

Cada equipo realizó dos platos de un menú firmado por el chef Borja Marrero, uno de los jóvenes talentos gastronómicos más influyentes de esta isla, con la tunera como ingrediente principal. Los comensales fueron hasta 140 carnavaleros, que acompañaron al jurado en la comparsa.

Pero cuando estaban con todas las elaboraciones adelantas y en mitad de todo el cocinado, los jueces obligaron a hacer cambio de capitanes. No solo eso, si no que tras cambiar de cocinas, con los compañeros que ellos no habían escogido, les obligaron a entregar un delantal negro al aspirante que peor estaba trabajando.

El ambiente se caldeó cuando María se lo entregó a Samya por estar contradiciendo todo lo que ella decía. La elegida se negó a vestirse con él y empezaron a gritarse, en una acalorada discusión que acabó la capitana: “Tengo cosas más importantes que hacer”. Mientras Alberto se lo entregó a David que no rechistó.

Acabado el servicio, los jueces hicieron la valoración del equipo rojo. Se dirigieron primero a Samya y María: “Ha habido una pérdida generalizada de formas. Tenéis que aprender al autocontrol. La prueba de Samya no era merecedor del delantal negro”.

Sin embargo ensalzaron lo siguiente: “Habéis tenido suerte de que Ángela y Pilar estuvieran atentas a todas sus elaboraciones. Se han sacado unos platos bastante bien merecidos”.

A los azules: “David ha tenido una buena actitud con el delantal negro. Un ejemplo, no como el otro lado. Pero te he visto currante, concentrado, con química trabajando con los compañeros. Aún así, el equipo ganador son los rojos”, sentenciaron.

Prueba de eliminación con un abandono voluntario y otra expulsión

Pulga, David, Alberto, Samya, Celeste, Maicol y Gonzalo llegaron con delantales negros para cocinar por su continuidad. Sin embargo, había una aspirante con delantal blanco que no quiso seguir estando allí. Tamara, al hilo de la discusión del programa pasado con Pepe y Jordi, comunicó su decisión de marcharse del programa:

“Hay momentos en los que he disfrutado mucho, pero hay momentos en los que me he sentido más y menos cómoda. Con la situación, la experiencia en general... Aquí entre mis compañeros muchos se lo merecen más. Y no me veo en la final así que me voy. Me despido voluntariamente”, dijo ante el asombro de sus compañeros.

Pepe le preguntó la razón: “No me siento a gusto. No estoy dando todo lo que me gustaría, constantemente estoy nerviosa, presión, tensión entiendo que es un programa y al final todos tomamos una decisión. Quiero tomar esta”. Momento en el que le interrumpió Jordi enfadado: “Te están haciendo preguntas y yo no te haría ninguna, te diría 'muy bien, chao'. Le has quitado la oportunidad a gente, claro que sí”.

Tamara dijo sus últimas palabras: “Me siento muy frustrada y no me apetece seguir en la misma dinámica en la que no estoy bien. Es más importante estar bien yo, que decepcionaros a vosotros, con todo el cariño del mundo, lo siento muchísimo”. Jordi se le acercó: “Muy bien chao, su delantal, su puerta” y ella se marchó dando las “gracias”.

Tras la sorpresa, continuaron con la prueba. Los delantales negros tuvieron que reproducir un postre realizado por los ‘foodies’ Roberto Bosquet, Paula Monreal, Verónica Sánchez, Inés Basterra, Álex Chía, Patricia Tena y Oriana Severino, pero sin ver el plato original hasta la cata. A cambio, el jurado les dejó que contaran con la ayuda de sus creadores durante el cocinado.

En la cata, el postre de Samya tenía “desequilibrio en las cantidades”, el de Alberto “no tenía nada que ver con el original”, el de Gonzalo tuvo “mucho mérito”, el de María “lo clavó”, el de Pulga encantó por su sabor, el de Maicol tuvo una “ejecución terrorífica” y el de David “no estaba hecha, en la línea de su cocina salvaje”.

Por todo ello, los jueces deliberaron y anunciaron su decisión: “El aspirante que no continúa en las cocinas es David”. De esta forma, el programa despidió al legionario terraplanista que con sus declaraciones había levantado la polémica en algunas galas de la edición.