Desde su estreno en Netflix, la cuarta temporada de The Crown ha generado polémica por el retrato que se hace de la familia real británica y en particular de su actitud frente a Lady Di. Tras las quejas de la corona, es ahora el turno del hermano de la princesa de Gales, Earl Charles Spencer, que además revela que se negó a dar permiso a la producción de la serie para que rodaran en una de las propiedades de su familia.
“Me preguntaron si podían filmar en Althorp y yo dije obviamente que no”, dijo Spencer en una entrevista con Today que recoge CulturaOcio. “Lo que me preocupa es que la gente vea una serie así y se olvide de que es ficción. Me he encontrado con estadounidenses que me dicen que han visto The Crown como si hubieran recibido una lección de historia. Bueno, no es así”, sentenció
“Hay muchas conjeturas y mucha invención. Puede basarse en hechos reales, pero las partes que van de unos eventos a otros no son hechos reales”, matizó. “Siento que es mi deber defenderla cuando pueda”, añadió el entrevistado, en lo concerniente a la figura de Diana de Gales. “Ella me dejó, por ejemplo, como tutora de sus hijos. Así que siento que le transmití confianza. Y crecimos juntos, si creces con alguien, sigue siendo esa persona, no importa lo que le pase después. Así que sí, siento muy apasionadamente que tengo el papel de honrar su memoria”, explicó.
La familia real británica, también contra 'The Crown'
Estas quejas se suman a las que trascendieron de miembros de la realeza británica a través del Daily Mail. Desde Buckingham Palace se tachó a la ficción creada por Peter Morgan de “irreal” e “insensible”. “Esto es un drama de ficción, entretenimiento con fines comerciales que se lleva a cabo sin tener en cuenta a las personas involucradas cuyas vidas se apropian y se explotan [...] En este caso, se vuelven a sacar a luz eventos que sucedieron en tiempos muy difíciles hace 25 o 30 años sin pensar en los sentimientos de nadie”, afirman desde el entorno del príncipe Carlos, siempre según el medio citado.