Tiger King y yo, el episodio especial de Tiger King, lleva desde el pasado lunes disponible en nuestro país, y ha aportado algo de luz a la rocambolesca historia que ha hecho de la docuserie todo un fenómeno a nivel internacional. Promovido por Netflix y sin participación de los directores del formato, Joel McHale ejerció de conductor de un aftershow de 40 minutos donde pudimos escuchar a Erik Cowie (cuidador del zoo de Joe Exotic), John Reinke (mánager del zoo), John Finlay (exmarido de Exotic), Kelci Saffery (cuidador del zoo), Joshua Dial (jefe de campaña de Exotic en su carrera política), Rick Kirkham (periodista y productor del frustrado reality show de Exotic),y Lauren y Jeff Lowe, nuevos dueños del recinto de animales salvajes.
De los entrevistados, los más críticos con la serie fueron Finlay y el matrimonio Lowe, por la imagen que de ellos se había dado. Entre el resto hubo quien manifestó ciertos reparos, especialmente con la recién adquirida popularidad, y quienes, como Kirkham y Dial, consideraron que Tiger King había hecho justicia a la realidad.
Molestos con el sensacionalismo del documental
Finlay se mostró muy molesto por el retrato que hicieron de él. “Fui retratado como un drogadicto. En ese momento llevaba cuatro o cinco años limpio”, decía, explicando que desde que tuvo a su hija (fruto de su noviazgo con una trabajadora del zoo), decidió reformarse definitivamente. También se quejó del hecho de que solo sacaran de él imágenes con mellas en la dentadura, mostrando una nueva dentadura; así como de los ataques contra el tatuador que se encargó de tapar el tatuaje que tenía en la parte baja del abdomen (“propiedad de Joe Exotic”, se leía).
También Lowe se quejó de que le hubieran convertido en el villano de la historia, y tachó a los directores de “sensacionalistas”. Asimismo, negó cualquier implicación en la trama de conspiración para matar a Carole Baskin. Lowe tampoco tuvo palabras agradables para James Garretson, el confidente del FBI que ayudó en la detención de Exotic. “Si colaboró con ellos fue por algo más que por solo tener un lemur”, insinuó. La tenencia de forma ilegal de esta especie fue la razón que dio el citado empresario para empezar a colaborar con los federales para detener al protagonista del documental. Cabe decir que Maldonado-Passage recientemente presentó una demanda contra Lowe, Garretson y Allen Glover, alegando que Lowe mintió al gobierno e inventó pruebas en su contra.
Menos molesto se mostró Saffery por un detalle cuando menos inapropiado por parte de la producción. El documental no reconocía su género, un hombre transexual, y se refería a él como mujer. El cuidador, que perdió la mano, dijo no haberle prestación atención. “No creo que me haya molestado tanto como a todos los demás”.
No hubo palabras agradables para Exotic
En líneas generales, todos fueron críticos con Exotic, al que retrataron como un hombre déspota con graves problemas de temperamento. Todos señalaron, además, que fueron testigos de cómo mató a varios tigres “jóvenes y sanos” solo para hacer sitio en las jaulas a otras crías. Cowie y Lowe no dudaron en desear que esperaban que acabara sus días en la cárcel. Exotic, recordemos, cumple condena de 22 años de prisión por 17 delitos.
Por su lado, Dial explicó las circunstancias en torno a la muerte del otro esposo de Exotic, Travis Maldonado. El joven licenciado en Ciencias Políticas, que presenció lo ocurrido, recalcó que fue un accidente y no un suicidio. Dial comentó también que tiene secuelas psicológicas por lo ocurrido y está tratando de conseguir fondos para someterse a terapia.
Los actores ideales para encarnarlos
El éxito del documental ha puesto en marcha una serie con Kate McKinnon como Carole Baskin, mientras que Ryan Murphy está contemplando rodar una ficción con Rob Lowe.
En el capítulo, Kirkham reveló que, en una posible película, le gustaría ser encarnado por Billy Bob Thornton; mientras tanto, Reinke eligió a Matthew McConaughey como su actor ideal para interpretarlo, y Saffery eligió a Brandon Baker. Hay que añadir que, en declaraciones pasadas, Finlay reconoció que le gustaría que su papel fuera a parar a Channing Tatum.