“No parece lógico: se habla de TV3 mientras se silencia que personal de la TVG lleva un año de protestas”
El pasado 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, Defende A Galega recibió el Premio José Couso en Ferrol. Los periodistas Beatriz Moyano y Carlos Jiménez recogieron un galardón que reconoce esta “lucha de personal, sin precedentes, en los medios públicos gallegos” y que es organizado por el Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia y el Club de Prensa de Ferrol, ciudad donde se llevaron a cabo los actos. Los dos profesionales atienden a este diario en el mismo día en el que se cumplían 50 venres negros de protesta contra la manipulación y por el cumplimiento de la Ley de Medios.
“Si se moviliza la sociedad, cambios las cosas. El premio Couso nos da ánimos para seguir”, advirtió Defende A Galega en las redes sociales, donde denunció que la dirección de la Corporación “volvió a censurar” cualquier información sobre la entrega del galardón por una “decisión corporativa”, al igual que en la jornada donde se conoció el veredicto.
¿Qué supone este premio para ustedes, para Defende A Galega?
Un impulso fuerte para seguir peleando por lo que creemos que es justo. Llevamos casi un año con un objetivo que sabemos que es difícil, el de dignificar los medios públicos, la Radio y la Televisión que tienen que ser de todos los gallegos y de todas las las gallegas, pero cuando llega algo así te enteras de que estás en el buen camino. Recibir este premio nos da más visibilidad para poder llegar a más gente. Por otra parte, tiene el valor añadido de ser un reconocimiento que no sale de un jurado sino de las compañeras y compañeros de profesión. Y por supuesto, que pongan nuestro nombre al lado del de José Couso, asesinado realizando el trabajo de informar, y de todos los premiados que nos precedieron, es un motivo de orgullo.
¿Confiaban en que esta vez fuese noticia en los medios públicos la entrega del premio?
Después de lo que ocurrió cuando se anunció el dictamen del jurado, con la censura de la información sobre el premio José Couso, que se dio en todas las anteriores ediciones, no teníamos muchas esperanzas de que se rectificase esa postura. Ojalá ocurriese. Para nosotros no sería una derrota o una humillación de cara a la dirección de la CRTVG, sino un reconocimiento de que esto es una noticia, guste o no guste al medio, y cuando una noticia ocurre hay que contarla.
¿Creen que cambiará algo la actitud de la dirección tras el galardón?
Las últimas declaraciones del director general en el Parlamento no parecen ir en ese sentido. En todo este tiempo no hubo un solo gesto para tratar de acercar posturas. No parece lógico que no se quiera solucionar tan alto nivel de conflictividad. Eso no beneficia a nadie, pero igual alguien debería pensar en echarse la un lado si no es capaz de buscar soluciones.
¿Los dos han pasado por una situación en la que fueron expedientados, con fuerte polémica y con el apoyo de buena parte de sus compañeros. ¿Se sintieron represaliados o castigados?
Carlos Jiménez: La palabra clara es represaliados. Expresar en pleno siglo XXI que los medios públicos están siendo utilizados de manera partidista cuesta muy caro. Retomando su segundo adjetivo, desgraciadamente, ser valiente está castigado hoy en día. Los dos recibimos las firmas personales de cientos de trabajadores para la retirada de nuestros expedientes, otros muchos expresaron de manera personal y privada su apoyo, precisamente por miedo a ser represaliados. Mucha gente se unió a Defende A Galega en el momento en el que Tati Moyano fue expedientada. Pero que se archivasen dos casos seguidos tan injustos como desproporcionados (con amenaza de despido), era una quimera. A mí se me sanciona con una falta grave que la instructora establece en “6 días sin empleo y sueldo”. Sin embargo, la directora de Recursos Humanos sube a 9 días, también sin empleo y sueldo. Esta misma semana se presentó una demanda en los juzgados para probar si se trata de una sanción justa o si es solo un procedimiento amedrentador a lo que pueden estar expuestos todos los que denunciamos la situación en la CRTVG.
Beatriz Moyano: ¿Castigo? ¿Represalia? Fue un desvarío. Un desvarío de proporciones bíblicas que ningún medio de comunicación debería permitirse y por el que ningún trabajador o trabajadora debería pasar. Con todo, me quedo con la solidaridad y con el apoyo infinito de la mayoría de los compañeros y compañeras de la CRTVG, de los compañeros de la profesión, de la familia, de los mejores amigos del mundo y de la ciudadanía. Lo único que han conseguido es que estuviésemos más unidas, más fuertes y con menos miedo a luchar. Fui yo pero pudo ser cualquiera. Bien sabemos que, lamentablemente, yo solo fui la primera.
¿Cómo viven las críticas que en muchos medios se hacen de otros medios públicos mientras apenas se habla de las protestas del personal de la CRTVG?
No parece lógico. Se habla de lo que supuestamente ocurre en TV3 como si fuese de vital importancia para los gallegos y en cambio se silencia que las trabajadoras y los trabajadores de la CRTVG llevan casi un año de protestas. Nosotros sabemos que eso se debe a una cuestión editorial, ya que muchas compañeras y compañeros de esos medios nos trasladan su apoyo. La concesión de este premio a Defende A Galega es una muestra de eso.
¿Creen que la sociedad gallega está suficientemente informada sobre sus reivindicaciones?
Desde luego que no, pero cada día que pasa llegamos a más gente. Las redes sociales, algunos medios digitales, y el boca a boca ayudan a expandir nuestras aspiraciones. También resultó importante que pudiésemos acercarnos a algunos colectivos que mantienen protestas o reivindicaciones a las que no se les presta la atención que merecen. Pero por supuesto que aspiramos a que se nos conozca más y para eso trabajamos.
¿Hasta cuándo creen que aguantarán las reivindicaciones de no haber respuesta ni soluciones a sus demandas?
Mientras la manipulación no cese, mientras no haya consejos de informativos y carrera profesional, mientras no se recupere la información de proximidad, mientras no se apueste por la información cultural, por la producción propia y mientras no se detenga el desmantelamiento, tenemos que resistir. Un premio como este sirve para coger aun más aliento. Quizás a alguien habría que preguntarle cuánto tiempo va a aguantar sin querer ponerle solución.