TVE presenta 'Cover Night', con Bosé de juez y Ruth Lorenzo de revelación: “Va a acabar dando las campanadas”
El escenario de Cover Night, el nuevo talent show musical de TVE, se ha abierto este lunes 27 de febrero a los medios. Con las actuaciones en directo de tres de sus concursantes anónimos como aperitivo para la prensa, verTele incluida, se presentaba en sociedad este formato creado y producido por Shine Iberia para la cadena pública. El programa ya tiene fecha de estreno: el próximo jueves 2 de marzo, tras el Real Madrid - Barça de la ida de las semifinales de Copa del Rey.
Con el aliciente de contar con Miguel Bosé dentro del jurado, en lo que supone su regreso a la televisión española tras dejar atrás sus polémicas en torno al negacionismo de la pandemia, el programa pretende ser una nueva apuesta de la corporación por la música: “Le damos ese espacio que también merece dentro de la TV”, afirmaba María Eizaguirre, directora de comunicación y Participación de TVE y moderadora del evento, en el que se enfatizaba en una idea: “Poner en valor el grandísimo talento que hay en nuestro país”.
“Esperamos que sea la primera temporada de muchas”
Aún sin fecha de estreno -“será muy pronto”, avanza la directiva-, Cover Night se funda en una premisa tan sencilla como es reinterpretar temas de éxito nacional e internacional “dando un toque especial”. Ese toque especial viene de los concursantes, todos ellos anónimos.
“Servimos de embajada para ese talento maravilloso que está en la calle: en bodas, en la calle... Muestra cómo esas personas han hecho suyas canciones que nunca hubieran podido serlo”, apunta Macarena Rey, CEO de Shine Iberia, y Ana Rivas, productora ejecutiva, que cifran en más de 120 concursantes los que han pasado por el plató, tras un proceso abierto por el que han pasado más de 4.000 aspirantes.
“La gente va a poder ver en su casa aquellos temazos de toda la vida en unas versiones hechas por gente que las han hecho según las han sentido. Este programa es 100% música”, añade la ejecutiva, que destaca el apoyo de TVE por un formato de nuevo cuño y creación patria. “Lo fácil es adaptar formatos que y han tenido éxito en otros países”, dice la productora, muy agradecida de que se hayan confiado en un producto español. “Esperamos que sea la primera temporada de muchas”.
Bosé: “Este programa suena excelentemente bien”
“Es diferente a otros talents porque está hecho por otros músicos, presentado por músicos. 100% música”, añade Rey, que valora especialmente haber conseguido la presencia de Bosé. La relación con ellos, recordemos, viene de largo, pues ya han sido responsables de Bosé, la serie biopic sobre su vida que llega este mismo viernes 3 a SkyShowtime. “No estoy desde El séptimo de caballería, que fue en el año 1998/1999”, recuerda el artista, encantado con la oportunidad: “Me gusta todo de este programa. Pero sobre todo, que hay música en directo, talento en directo y a los que hacemos música poder hacer en vivo nuestro oficio es lo que más nos gusta”, dice, destacando el nivel técnico que se ha encontrado: “Este programa suena excelentemente bien, con un nivel de perfección que es raro oír”.
Bosé viene precisamente a elevar el listón: “Nos regala parte de su experiencia, sus consejos... Es duro pero constructivo”, afirma la máxima responsable de la productora, que también elogia al resto del jurado, compuesto por Mónica Naranjo, Juan Magán y Chanel, en su primer gran proyecto televisivo después de Eurovisión.
Así resume sus prestaciones: “Mónica todo ese conocimiento lo pones a disposición del programa, y es una delicia escucharla y verla. Juan Magán es la primera vez que viene a España como jurado y todo ese talento nos lo regala y estamos súper agradecidos. Es una eminencia. Y Chanel es la benjamina: no la veíamos desde el año pasado y ha sido maravilloso verla. Es como una campanilla sentada en el sillón. Está tan contenta y emana tanta frescura y verdad que ha sido una maravilla. Nos lo está haciendo pasar muy bien”.
Mónica Naranjo: “Mis tiempos de dureza pasaron con OT”
“No dejamos de impresionarnos del nivel que tienen algunos artistas que están pisando el escenario”, asegura Mónica Naranjo, a la que todos tildan como “la más dura”. Ella bromea al respecto: “Mis tiempos de dureza pasaron con OT”, dice cambiando de tercio con este formato “muy amable y muy bonito” donde trata de aportar la técnica: “cómo tiene que pisar una persona el escenario, cómo usar la técnica vocal; y sobre todo la parte mental”.
“Me lo estoy pasando muy bien, pero repito: no soy la mala. Miguel es el duro”, agrega. Por alusiones, Bosé resta hierro a la valoración y bromea con que su preocupación se dirige a los estilismos. Ya en serio, destaca que “la música necesitaba este homenaje” como el que ofrece Cover Night, “dado a las carreras que puedan llegar a ser las que son, o las que pudieron ser”.
El responsable de Amante bandido se congratula de la imagen que dan a los aspirantes: “Lo más bonito es ver que cuando les hablamos se relajan. Ven que no somos monstruos. Habla mucho de lo que hay que llegar a ser en el día de mañana si tiran adelante. Da igual lo grande que seas o el talento que tengas. Hay que ser sobre todo persona y ser normal”, enfatiza. “Normalidad hay a espuertas, y grandeza hay para decir basta. Es un programa lleno de humanidad y de talento”, añade.
Mientras, Magán reconoce el sufrimiento al juzgar a los concursantes: “Lo más difíciles es decirle a las personas que no se pueden quedar que no se pueden quedar. Aquí, el más malo es bueno”, asegura el productor, que ya ejerció como coach de La Voz en República Dominicana, y que reflexiona: “Los artistas nos sentimos enjuiciados. Y cuando los ves aquí, te ves reflejado... A veces fallan porque no tienen técnica -pero no se lo digo yo, se lo dice Mónica- y te sabe mal”.
En esa misma línea se pronuncia Chanel, que tiene la oportunidad de cambiar su perspectiva: “Los artistas estamos expuestos desde el principio de la carrera. Estás bajo la opinión de un jurado, de un directo de casting... Es algo que he vivido durante toda mi vida artística y ahora me toca estar al otro lado. Es muy interesante y al lado de mis compañeros aprendo muchísimo a cómo valorar. Pero en experiencia propia empatizo muchísimo. Todos empatizamos de un modo u otro con los concursantes, pero en mi caso me puede. Nosotros votamos como verde y rojo, y me han agenciado que cuando doy un rojo, es un rojo positivo. Desde ese punto de vista, desde la silla de jurado intento dar ese aprendizaje, y animo a seguir”, dice la artista hispanocubana, que explica por qué aceptó este espacio tras un año en el que se ha desligado de múltiples proyectos: “Cover Night tiene música en directo, tiene unos compañeros increíbles, y tiene una oportunidad de aprender y avanzar como artista y como persona. Esto es salir de mi zona de confort”.
Ruth Lorenzo, una “dragona” que acabará “dando las campanadas”
“Han hecho mucha piña y se llevan muy bien”, se empeñan en recalcar, para evitar cualquier posible insinuación sobre cruce de egos. Ahora bien, la gran protagonista de la rueda ha sido la presentadora, una Ruth Lorenzo que debuta en estas lides y de la que el mismo Bosé ya vaticinaba una carrera a lo grande en estas funciones: “Va a acabar dando las campanadas y lo que le salgan las narices. Es como una buena cosecha de voces. Tenemos cabida todos en ella”
“Es una dragona porque abre la boca y se calla todo el mundo”, afirma Rey. La aludida, por su parte, tira de humor al hablar sobre la experiencia hasta el momento, con cinco programas grabados y el sexto a punto. “Aparte del estrés que me genera el cue porque soy disléxica y murciana, lo estoy viviendo con fascinación”, comenta Lorenzo, que reconoce el vértigo inicial: “No he venido a hacer lo que sé hacer, que es cantar”, reconocía. Con el tiempo se va amoldando a la experiencia y ahora se encuentra muy cómoda: “Lo único que estoy haciendo es pasármelo muy bien, cagarla mucho con el cue... Y encima me pagan”.
Asistiendo a Lorenzo, otros dos cantantes se encuentran en el backstage, acompañando y haciendo de familia a los concursantes: Ana Guerra (cuyo fichaje desvelo verTele en exclusiva) y Abraham Mateo. Ambos agradecen en este debut la existencia de coaches para sus funciones y reconocen la dureza de enfrentarse a las emociones de participantes y familiares. “Lo viven como si fueran ellos los que van a salir”, apunta Rey.
“Sufro mucho. Tenemos concursantes que son un manojo de nervios. Otros que tienen más tablas que un Leroy Merlin... Y gente más estable. Abraham y yo lo que hacemos es vivirlo con mucha empatía para que en esa gran sala, que es como el salón de nuestra casa, aprovechen el pantallazo más allá del propio concurso”, dice la artista canaria. Su compañero, que se define como “pañuelo de lágrimas” de Guerra y que hace las veces de coach vocal, se muestra agradecido por la oportunidad. “Hay muchos a los que puedo enseñar cosas y otros que me enseñan a mí porque tienen mucha trayectoria y currículum”.
La mecánica y los concursantes
En cuanto a los concursantes en sí, Ana Rivas pone en valor el esfuerzo concentrado en tres meses para encontrar a los participantes, algo particularmente importante porque se nutrían del talento “flotando en la nube” de internet. “Cuando vemos vídeos en las redes, no sabíamos cuanta producción había detrás. Teníamos que hacer un casting en directo”, explica, alabando a un equipo que ha realizado la selección final “en tiempo récord”.
“Hemos trabajado mucho para que supusiera algo nuevo”, agrega Rivas sobre el concepto y la mecánica, que parte de la existencia de nueve cabinas en el plató. Cada una de ellas será ocupada por aspirantes. Para subir a estas, cada cual tiene que conseguir al menos tres votos verdes para seguir. Las cabinas representan los cuartos desde donde los covers se hacen, al estilo de los vídeos que se publican en redes sociales, y se decorarán a tal efecto, como si fueran sus propias habitaciones y casas.
Tras quedar cubiertas las nueve cabinas, eso sí, siguen apareciendo concursantes que aspiran a tener una, lo que implica que se realicen retos sucesivos. Ahí el público decide los retos, contra quien se encuentra cada nuevo cantante, por lo que cada cubículo pueda reocuparse. Para que al siguiente programa haya una cabina vacía, se produce un reto. Las dos cabinas menos votadas se enfrentan en un duelo, y el menos votado abandona el programa.
Y así, hasta llegar al final de la competición, cuyo ganador recibirá un trofeo y un premio de 100.000 euros.
“Hay canciones que o las mejoras o no las tocas”
“De lo bueno dejamos lo mejor y luego hacemos la criba a la excelencia. Cada semana se complica más, es más complejo... Yo ya habría parado el concurso”, bromea la presentadora. Rivas, por su lado, destaca la amplitud de miras que ha permitido el proceso de casting: por ejemplo, hay concursantes de edades comprendidas entre los 17 y los 70 años, hay artistas experimentados que incluso han actuado con el Circo del Sol y otros que no han estado jamás delante de público.
La productora ejecutiva cuenta una anécdota a ese respecto: “Hace unos días tuvimos un caso de un chico cuya madre no había venido a verle, porque su madre reza a los santos para que no llegue al programa, porque tiene una clínica veterinaria y es una profesión con más seguridad [...] Pero cuando uno necesita cantar, le es imposible dejarlo”.
¿Y cantarán los jueces? “Todos los días podéis esperar algo”, dejan caer, manteniendo un misterio. A su estilo, Bosé toma la palabra: “Paciencia, no podemos desvelar contenido. Pero pregúntate si con estas joyas que tenemos aquí, ¿nos contratan solo para que estemos sentados?”.
Sobre lo que prefieren no aventurarse es sobre la idea de enfrentarse a covers de canciones propias: “En estas primeras semanas creo que nos han tenido a gusto. Pero me temo que las versiones nuestras van a llegar y nos vamos a cagar”, contestaba Bosé. Sobre esto, si han dejado claro que “hay canciones que o las mejoras o no las tocas”. Para escucharlas, habrá que esperar a la fecha de estreno en La 1.