PROTESTAS EN TVE
“Desde los despachos de un medio de comunicación como RTVE, utilizado a lo largo de la historia por gobiernos de todos los pelajes para sus propios intereses, nos quieren convencer de que la mejor manera de construir una nueva casa es empezar por el tejado. Despidiendo a los albañiles. Y pasa lo que pasa: que los albañiles se rebelan, se niegan a admitir su suerte, e impiden la emisión del único programa que funciona en TVE: '¡Mira quién baila!'.” JAVIER PÉREZ DE ALBÉNIZ (EL MUNDO)
CAPÍTULO 200 DE “7 VIDAS”
“Esa fidelidad de un público fijo, que es una virtud de la serie, puede convertirse en un lastre si el público no se va renovando a su vez, porque la gente cumple años, cambia de vida, cambia de gustos y llega un momento en que ya no te hacen gracia las cosas con las que antes disfrutabas. Eso es lo parece haber sucedido en las dos últimas temporadas de Siete vidas”. JOSÉ JAVIER ESPARZA (GRUPO VOCENTO)
“Y el asunto mereció la pena, no tanto porque el episodio fuera mejor que los demás, que no, sino por la tremenda carga emotiva que convirtió tan poderosa función en una fiesta que nadie se quiso perder” MARCOS MORALES (LA RAZÓN)
“Incluso sin encaramarse a la atalaya que proporciona la superposición de 200 episodios, era fácil divisar la dispar talla de los actores que han pasado por la antigua carretera de Irún, del mismo modo que no era preciso cursar un máster en guión para captar las épocas de agotamiento, el acomodo, la fatiga de unos materiales que, por otro lado, no siempre han sido protegidos con el mismo mimo por la cadena.”
FEDERICO MARÍN BELLÓN (ABC)
“Un homenaje coral a esta gran actriz que corporiza, significa, encarna, la médula espinal de Siete vidas. Una gloriosa kermesse alrededor de la gran matriarca de esta producción. Descubrámonos ante la señora Baró. Y advirtamos a esta cadena, T-5, de que se cuide mucho de perder esta joya” FERRAN MONELGAL (EL PERIÓDICO)
ENTREVISTA DE MILLÁS A ALMODÓVAR EN CANAL PLUS
“Hubo un instante, cuando Almodóvar lloró sobre el recuerdo de su padre, en que Millás puso en marcha una elegancia profesional que no es común ante este tipo de desahogos personales de un famoso. En el momento más dramático de ese llanto, justificado sin duda por la intensidad del recuerdo, el narrador y periodista se volvió a su realizador y preguntó: ”¿Cortamos?“. Fue Almodóvar, director de cine al fin y al cabo, quien respondió a la inquietud de Millás: ”Seguimos, claro que sí“. Y firmaron los dos un documento de extraña, insólita calidad”
JUAN CRUZ (EL PAÍS)