La UER expulsa finalmente a las cadenas rusas, tras excluirlas de Eurovisión
Después de excluir a Rusia de Eurovisión 2022 por la ofensiva militar iniciada por Vladimir Putin en Ucrania, las cadenas públicas de Rusia RTR, Channel One y RDO manifestaron públicamente su intención de retirarse de la UER (en inglés EBU, siglas de European Broadcasting Union). Y este martes 1 de marzo, la UER ha decidido atender a su petición, refrendada verbalmente por los representantes de sus tres miembros, y sacar de la unión a los tres canales.
Así lo ha notificado la Unión Europea de Radiodifusión en un comunicado, en el que explica que por el momento los representantes de las tres cadenas han sido suspendidos de sus grupos de gobierno, incluida la Junta Ejecutiva y todos los Comités Estatutarios de la UER.
A falta de la confirmación formal de las tres cadenas, puesto que se han manifestado pública y verbalmente pero no con una petición formal por escrito, “la suspensión permanecerá en vigor hasta que la Junta Ejecutiva dé un nuevo aviso”, zanja la UER, adelantándose a sus tres miembros rusos.
La expulsión de Rusia de Eurovisión 2022
La UER anunció el pasado viernes la expulsión de Rusia de Eurovisión 2022. El órgano reaccionó así a las protestas de otros países europeos, en las que se postularon en contra de su participación en el concurso y condenaron la invasión y ofensiva iniciada por el gobierno de Putin en Ucrania. Según informaron, “la inclusión de la candidatura rusa”, habría generado “descrédito a la competición”.
No obstante, horas antes, se había negado a eliminar al gigante euroasiático, alegando que “Eurovisión es un evento cultural, no político (...) Une a las naciones y celebra la diversidad a través de la música”. La propia Ucrania, Dinamarca, Noruega, Holanda, Suecia, Letonia, Estonia y Lituania habían pedido a la UER que cerrase la puerta a Rusia del festival, cuya celebración tendrá lugar en la ciudad italiana de Turín a mediados de mayo. Dos de ellos, Finlandia y Estonia, habían incluso amenazado con abandonar si la UER no corregía su postura. Acción que terminó por no hacer falta tras el cambio de parecer de la institución.