Cristina Cifuentes saltó este jueves de la mesa a los fogones de La última cena para cocinar junto a Lucía Dominguín un menú que las posicionó primeras en el ranking de la edición y que hizo al programa de Telecinco subir en audiencias.
El tándem formado por la expolítica y la ex de MasterChef Celebrity empezó con pullas en la promo y terminó con éxito, a pesar de que ni su primera elaboración ni el postre maravillaron a los jueces Miguel Cobo y Begoña Rodrigo. El acierto de los 'churros' de patata con morcilla que sirvieron como segundo les hizo destacar y culminar con 'estrella' su andadura como pareja en la cocina.
Más allá de lo puramente culinario, la cuarta entrega de la segunda temporada del formato que ahora conduce Paz Padilla sirvió para que Cifuentes se abriese a nivel personal ante los espectadores. La expresidenta de la Comunidad de Madrid contó que en casa quien cocina es su marido y recibió una sorpresa: la conexión en directo de su pareja y sus hijos, que aparecieron por primera vez en televisión para desearle suerte.
Antes de darle la sorpresa familiar, Padilla preguntó a la 'chef' si querría recibir la llamada de algún excompañero del PP: “¿Te gustaría que alguien del partido te apoyara?”. “Es que no quiero hablar de política. He estado en política más de 30 años, los últimos 10 de una manera intensa y me siento muy afortunada. Me quedo con lo bueno y la gente buena que ha sido muchísima, y ahora estoy en otra etapa de mi vida”, respondió Cifuentes.
“¿Qué te pasó?”, cuestionó la presentadora. Ella contó que los últimos tres años han sido “muy complicados” tras el escándalo del máster que destapó elDiario.es y su salida de la política, pero ahora lo ve con perspectiva: “Me di cuenta de que quería vivir una vida diferente porque lo único que hacía era trabajar, que lo hacía muy bien y lo hacía encantada, pero no tenía vida. Solo trabajaba y ahora quiero vivir”.
Además, Cifuentes confesó que tiene “cierta deuda” con sus hijos por no haberles dedicado tiempo durante los últimos años y que se arrepiente “de muchísimas cosas”, pero no de meterse en política. “Probablemente habría cometido los mismos errores que he cometido”, apuntó.
También tuvo palabras para los políticos actuales: “Estamos viviendo un momento muy complicado y gestionar todo esto es muy difícil para cualquiera, pero yo echo de menos un poquito de concordia. ¿Por qué no puedes sentarte en una mesa e intentar llega a acuerdos. Es imprescindible llegar a acuerdos en materias de Estado”, comentó.
La sorpresa de 'Esperanza Aguirre'
No recibió llamada de algún excompañero, pero sí la visita de una 'colega' del PP. Josep Ferre, el imitador de Sálvame, se metió en la piel de Esperanza Aguirre para dar una sorpresa a Cifuentes. “Soy del partido 'cebollista' y la tortilla de patatas no la concibo sin cebolla”, dijo al entrar al plató.
“¿Usted me conoce? Soy la lideresa, que pongo la política tiesa”, se presentó a Lucía Dominguín, estrenándose en Telecinco. “Yo la telebasura no la conocía, pero me he de estrenar”, apuntó.
En su cara a cara con Cifuentes, que confesó llevarse bien con Aguirre, pareció no recordar los últimos años de su etapa profesional: “¿Has dejado ya la política? Es la mejor manera de vivir, estando detrás del radar”, afirmó.