La nueva entrega de La última tentación ha dado un giro de guion inesperado. Tras la primera hoguera, Lucía, Patry y Alejandro pidieron ir a Villa Playa para hablar con sus parejas. Así se lo concedieron pero a cambio de que Mayka, Isaac y Lester se marcharon a “sufrir”.
Andrea y Manuel se besaron en la piscina, igual que Fani y Julián aunque esta última se arrepintió y pidió una hoguera de confrontación para explicarle todo a Christofer.
Además, entraron nuevas “cuentas pendientes” para todos: Jesús, Cristian y Bela.
Christofer, Alejando y Roberto, los mayores damnificados
La primera hoguera de “sufridores” dejó a Christofer, Alejandro y Roberto alucinados por ver imágenes de sus parejas sin pensar en ellos.
El primero fue el chileno que vio a Fani bailando con Julián, tocándole los cuadraditos, adelantando que acabarían “liándose” y poniendo el pecho en la cara de Isaac.
“Son faltas de respeto, estoy hasta los.... Ya está Sandra, con esta mujer no quiero saber nada más. Tengo un límite. No sabe realmente lo que tiene a su lado, no me valora haciendo esto y delante de toda España. Ya no aguanto más. Estas mierdas, no las aguanto. Que siga zorreando como le gusta. Ha tenido la oportunidad de redimirse y decir que tiene a la persona que más quiere, pero quiere ese camino”, dijo enfadado Christofer y se negó a ver más imágenes - aunque las había- porque tiraba la toalla con su relación.
Álex también vio imágenes que fueron “motivos de ruptura” con Mayka. Sobre todo con la entrada de Gonzalo a quién le pedía explicaciones por no haber querido nada más con ella tras haber tenido una noche de pasión. Además, ella aseguraba que casi toda la casa “tiene ganas de acostarse” con ella pero ella solo “se follaría a Gonzalo”.
El viceverso estalló: “Me mata el tener que verlo pero lo agradezco, actuará así con cualquiera que venga detrás de mí, como también lo hizo con Pablo. Me da vergüenza que mi familia vea que estoy con alguien así. Es motivo de ruptura”, zanjó.
Mientras que a Roberto también se le cayó la venda al ver a Andrea bailando con Óscar, pasándose el hielo, confirmando que había tenido algo con Manuel en Ibiza (hacía una semana, mientras ellos llevan 8 meses de relación) y metiéndose en su cama para dormir juntos.
“Una chica enamorada no me hace eso”, lamentó Roberto. “Es una ridícula. De todo se aprende en la vida. Ha hecho eso en Ibiza y ha venido conmigo, con mi familia llorando y comiendo. Esperaba que me demostrara que realmente me quería pero es la misma Andrea de siempre. Se ha quitado la careta ella sola. Quizá no estoy tan enamorado porque ya no me duele ver esto”.
Patry y Lucía mucho más tranquilas pero directas a Villa Playa
Patry y Lucía tuvieron imágenes de sus parejas pero nada que las indignara ni sintieran como motivo de ruptura. La primera vio a Lester dándose cariño con Marta y pidiéndose perdón. Pero ella aseguró estar “muy segura de mí misma y sé que él me quiere. Se quieren los dos pero sé que pueden dormir y no sentir nada más”.
Mientras que Lucía vio a Isaac llorando por lo que le hizo a Marina y disculpándose por eso. Dándole besos en la cabeza y haciéndole bromas. Pero ella concluyó que él “es muy cariñoso y por pedirle perdón por haberle hecho daño no me quiero enfadar. Me molesta que ella no quiera un acercamiento conmigo y con él sí”.
Aún así, cuando Barneda les dio la oportunidad de solucionar asuntos pendientes en Villa Playa, ellas obligaron a ser las elegidas junto a Alejandro. Por otra parte, Christofer y Roberto prefirieron no ir porque no tenían ya nada que arreglar. Sorprendiendo, sobre todo, la actitud del chileno que lejos de correr a buscar explicaciones de Fani - como había hecho- daba por perdida la relación y se protegía a él mismo.
Intercambio de “sufridores” por disfrutones y nuevos fichajes
Como les habían prometido, Alejandro, Lucía y Patry llegaron a Villa Playa, pero lo hicieron a la vez que sus parejas - a las que estaban deseando ver- se marchaban a Villa “sufridores”. Por lo que Mayka, Isaac y Lester fueron directos a seguir la experiencia junto a Christofer y Roberto.
Al enterarse, Alejandro se frotó las manos y señaló a Pablo como su nuevo asunto pendiente. Lucía se enzarzó en una nueva discusión con Manuel y también incomodó a Marina. A la vez que Patry y Marta se desearon no complicar la convivencia durante los días que les quedaban.
Pero no fueron los únicos nuevos inquilinos, Bela que había tenido algo con Isaac también entró. Así como Cristian que había vivido algo más con Lucía.
Además, Jesús también llegó al círculo de fuego para reencontrarse con Marina. Al verse se abrazaron y sonrieron: “Mi niño, qué ganas tenía de verte”, le decía ella. También le pidió perdón y le dijo que confiaba en una segunda oportunidad. Él, por su parte, contestó que los actos dirían si el tiempo los reuniría. Se derrumbó al pensar que ha superado el rencor y agradecía la nueva ilusión que tenía ella.
El beso de Fani y Julián y el de Andrea y Manuel
En Villa Playa celebraron el cumpleaños de Fani: bailando y riendo todos. Ella y Julián sigueron el festejo en la piscina abrazados, rozándose y hasta que se besaron. Ella se fue arrepentida por Christofer y Julián también se sintió culpable, sin poder reprimir las lágrimas. Gonzalo no dudó en tirarle en cara a Fani que sabía que iba a ocurrir: “No sabes amar, ni querer porque lo has vuelto a hacer y me has dado la razón”, decía a la vez que ella se derrumbaba.
La fiesta acabó con Fani en la cama lamentando lo ocurrido porque, aunque sabía que le faltaba algo con su pareja, no tendría que haberlo hecho así otra vez. “No pasa nada pero no tendría que haberlo hecho”, aseguraba ella a Julián. Para finalmente pedir una hoguera de confrontación con Christofer al que sentía que le debía una explicación.
Paralelamente, Andrea se metió en la piscina con Manuel y no se despegaban. “Tengo la flecha otra vez mirando para arriba” decía el andaluz, con quien se acabó besando ella, como más tarde confesaron.
Hoguera de confrontación de Fani y Christofer
Tras el arrepentimiento, Fani pidió una hoguera de confrontación para explicarle todo a Christofer. A sabiendas de que si él no aceptaba acudir, ambos acabarían su experiencia en ese momento.
Ella fue la primera en sentarse frente a Barneda y expresó su malestar por haber dado un beso a Julián y no poder explicárselo a su pareja. Seguidamente, la presentadora dio paso (o no) al chileno. Pasaron los minutos... y acabó apareciendo. Dejando para la siguiente entrega la reacción de este.
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