Arrancar carcajadas no es fácil. Conseguirlo con personajes que no solo patinan, sino que sufren y tocan fondo, parece todavía más complicado a menos que te llames Diego San José o Víctor García León. Tras sorprender con la sátira política Vota Juan, una de las comedias más ingeniosas de nuestra televisión, el equipo encabezado por el que fuera guionista de Ocho apellidos vascos vuelve a la carga con una secuela -Vamos Juan- que promete no perder su esencia, pero sí ser más macarra (si eso es posible).
Parte de culpa la tiene Borja Cobeaga (Fe de etarras, Justo antes de Cristo), que llega a la serie para volver a hacer tándem con San José tras su experiencia juntos en comedias taquilleras, y para aportarle su toque maestro desde la realización. “Vamos Juan tiene picos de macarrada bastante curiosos”, admite ante los medios en una pausa de rodaje. Y es que TNT y 100 Balas (The Mediapro Studio) ya están preparando los nuevos capítulos en vista a estrenarlos en 2020.
“Antes identificabas mucho la serie política, pero esta temporada toca otros palos que a veces ni siquiera tienen que ver con la política”, cuenta el director, quien considera además que en esta secuela hay una “mayor sensación de libertad en temas, ya que Juan Carrasco no está en el Ministerio”. Efectivamente, el personaje al que da vida Javier Cámara ahora es profesor en un instituto de Logroño... hasta que se le ocurre formar un partido propio.
“No tiene mucho que ver con lo que hicimos antes, es otra historia. En Vota Juan abríamos la caja del poder para mostrar que un ministro es tan lamentable como cualquier persona. Y ahora lo que queremos mostrar es que cualquier persona puede ser ministro. Recorremos el camino contrario para llegar a la misma vulgaridad, que es el poder. Son tan vulgares como cualquiera de nosotros”, dice por su parte García León, que repite como guionista y director, mano a mano con Cobeaga.
Humor sin límites ni barreras, pero con un lamento
Esa misma libertad de la que habla el donostiarra no solo llega por la nueva situación del protagonista, sino también por la misma cadena. “En TNT les importa todo un cuerno, así que vamos dando pasos hacia la ciénaga”, bromea García León. “Nadie nos ha puesto cerca, estamos como un rebaño escapado y nos hemos pasado probablemente más de lo que nos conviene”, añade en la línea a lo que ya contó el propio Javier Cámara en una entrevista previa, donde aseguró que “hay cosas en España con las que nunca se ha hecho humor, y aquí hablamos de alguno de esos temas. A veces incluso piensas ¡cuidado!, lo que estamos diciendo es una barbaridad”.
Sobre ofensas y disculpas por hacer determinados chistes, como hemos visto recientemente en casos como Las que faltaban, se pronuncia Borja Cobeaga: “Que algún cómico tenga que disculparse me parece normal, lo que no me parece normal es que vayan a un juzgado. Si haces un tipo de humor tienes que saber que a no todo el mundo le vas a agradar, la ofensa es libre. Pero por otro lado está el tema legal, que es el que me preocupa. Un cómico tiene que estar acostumbrado a recibir risas, el silencio más absoluto o algo visceral, pero lo que no puede ser es que vaya a la Audiencia Nacional por un chiste”, comenta.
En ese sentido, su compañero Víctor García León opina que “vivimos en tiempos en los que todo el mundo parece que está atemorizado con no molestar a nadie, y nosotros queremos molestar a alguien. Ves películas de hace 30 años que son más libres que las de ahora, y eso da un poco de pena. Queremos recuperar la libertad de la ficción, ¿por qué no vas a ser improcedente, incómodo y absurdo en la ficción? Si está para eso...”.
Además, añade que “si un chiste tiene gracia es difícil que ofenda a nadie, porque tampoco se mata”, y considera que “tenemos más margen del que habitualmente usamos”: “Esa autocensura muchas veces te paraliza en un sentido muy triste”.
“Hacemos ficción para convivir con la derrota”
Según Diego San José, Vamos Juan se aleja totalmente de sus referentes más obvios -Veep o The Office- para ser su propio espejo. “Son una ametralladora de chistes, y nosotros incluso hemos llegado a quitar. queríamos ver a los personajes llorar, esa es la parte de la comedia que nos encanta”.
Este punto de vista tiene que ver directamente con la propia visión de los tres -San José, Cobeaga y García León- sobre la vida. “Somos bastante pesimistas. Yo nunca voy a hacer una serie o una película en la que le diga a la gente que si crees en tus sueños se van a cumplir. Es más, creo que no se cumplirán. Hacemos ficción para convivir con la derrota. Creo que el que es feliz no es el que siempre gana, sino el que sabe que las derrotas forman parte del juego”, explica el guionista y showrunner.
Cobeaga, por su parte, va un poco más allá: “Tenemos una actitud de Gargamel, pero es la manera de sobrellevarlo. No me siento a gusto con un pensamiento naif. Las tazas de Mr. Wonderful son para lanzarlas contra la pared y romperlas en mil pedazos”.
Finalmente, García León apunta que esto les lleva a querer conseguir que Vamos Juan sea “una tragedia grotesca” con la que “te ríes a tu pesar”. “Queremos que produzca un estupor humorístico... un poco como leer el periódico”. Mientras llegan los mismos capítulos, la realidad puede servir para abrir boca.