Cómo se vivió detrás de las cámaras el “¡Montoya, por favor!” de 'La isla de las tentaciones': “Nos quedamos en shock”

Desde que comenzó la octava temporada de La isla de las tentaciones en Telecinco, Montoya no ha pasado desapercibido. A partir del tercer episodio, donde por primera vez se rasgaba la camisa al ver a su pareja Anita con el tentador Manuel, ha pasado a ser la estrella de la edición. El joven sevillano se ha convertido en todo un fenómeno internacional debido a sus reacciones en cámara. La última, en el que el protagonista corría por la playa hacia la Villa de las chicas mientras la presentadora, Sandra Barneda, le gritaba “¡Montoya, por favor!”. Estas imágenes se han vuelto virales en todo el mundo, se han hecho desde memes hasta bailes en Tik Tok, e incluso fue sensación en la televisión americana con la actriz Whoopi Goldberg comentándolas en su programa The View.
Todo el mundo sabe lo que pasó en esos minutos desde que Barneda se reúne con Montoya en la hoguera frente a una pantalla gigante para que él mismo pudiera ver lo que en ese momento estaba haciendo su novia en la cama con Manuel. Tras los gritos del sevillano de “¡Azquerozaaa!”, a un educado y dulce “¿Puedo irme? ¿Puedo irme a la playa?”, echó a correr por la orilla hasta llegar a Villa Playa (lugar donde se encuentran las chicas con los tentadores) gritando “¡Me has destrozado!”. Pero, ¿cómo se vivió desde dentro de la producción ese momento y cómo se logró capturar el directo?
Meritxell Estruch, directora del reality, ha desvelado los entresijos de esta fuga televisiva, poniendo en valor tanto al equipo de producción como al andaluz: “Nosotros lo vivimos un poco como él. Porque a veces también sufrimos”, ha declarado a la página web de Telecinco.
Meritxell Estruch: “Nos quedamos en shock con la reacción”
Y no es para menos, ya que la tensión que estaba acumulando Montoya en los días previos a ese acontecimiento hizo que al final la carga explosiva fuera mayor. “Iba a explotar de verdad, lo vimos en las hogueras donde se arrancó varias camisas de los nervios y la desesperación”, apunta. Asimismo, recalca que el joven estaba “muy enamorado de Anita”, que era la primera vez que le había ocurrido en su vida, lo que explica su estallido: “Nos quedamos en shock. Sandra Barneda sale corriendo. Hasta el día de hoy no ha salido muchas veces corriendo detrás de un concursante”, recordaba.
También destaca la personalidad del sevillano, recalcando que “es muy pasional, sufre mucho, vive todo con mucha intensidad. Es generoso, expresa fenomenal todo lo que le está pasando por dentro”.
La escena clave es desde que Montoya y Barneda observaban en directo lo que sucedía en Villa Playa, hasta que el participante sale corriendo en dirección a la otra Villa. Para grabarla fue necesaria la ayuda de cinco operadores de cámara. Además, por si acaso, había una persona destinada a la playa para actuar en caso de imprevistos, como así fue: “Cuando Montoya empieza a correr, el realizador da la orden para que un operador de cámara le siga. Otro operador se destrinca del trípode también”.

El recorrido por la orilla hasta llegar a la villa donde las chicas están alojadas estuvo perfectamente documentado gracias a la ayuda de ese primer operador de cámara. “Montoya encontró Villa Playa él solo, está muy iluminada, pero él no estuvo solo en ningún momento”, puntualiza la directora, dando la razón a las imágenes mostradas, en las que se aprecia cómo un cámara capta toda la secuencia desde escasos metros. Este era el que se encontraba ya prevenido en la playa, y quien recibió esa rápida orden por parte del realizador.
Tras su breve irrupción en la villa de las chicas, llegó Barneda para sacarlo de ahí y separarlo de la discusión que estaba teniendo en ese momento con su novia. Ahí es donde los operadores de cámara vuelven a poner el foco en los protagonistas para grabar todas sus reacciones, antes de que la presentadora se llevase a Montoya a la playa para hablar tranquilamente con él, para, segundos después, ser interrumpida de nuevo por Anita.
Esta se había saltado también las normas, saliendo de su alojamiento para ir a abrazar a su pareja y pedir al programa irse juntos. Momento en el que el formato pone el broche de oro a esa escena con un plano corto de ambos abrazados y Barneda separándoles.
