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Wyoming se 'transformó' en Fernando Simón: “Debemos estar juntos, pero separados”

Para su último programa de la temporada, El Intermedio no sólo tenía preparadas unas Campanadas especiales en las que Dani Mateo fue Cristina Pedroche, sino que también vivió la “transformación” de Wyoming en Fernando Simón.

El presentador se convirtió en el portavoz de Sanidad y director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias para ser envtrevistado por Dani Mateo en la sección 'Entrevistas por la cara'. El encuentro no empezó del todo bien, como recoge la web de laSexta, porque Mateo intentó estrecharle la mano y Simón le respondió rociándole de spray desinfectante: “Si te proteges tú, proteges a los demás. Para acabar con esto debemos estar juntos, pero separados, a más de dos metros de distancia”.

Entre otras bromas, el falso Fernando Simón confesó que antes de ser el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitaria fue Blas en 'Barrio Sésamo', y mientras lo contaba escupió una almendra que llevaba “dos años casi metida aquí”.

Después de que Simón asegurase que “en mis 38 años de vida yo jamás me había enfrentado a una situación semejante”, Mateo intervino para corregirle sobre su edad, y el guión del programa tiró de sarcasmo: “No te pongas tiquismiquis, todo el mundo sabe que a mí las cifras me bailan”.

La “curva de insultos” a su persona

Simón también mostró un gráfico para explicar cómo la “curva de descalificaciones” hacia su persona se está aplanando: “En la fase 1 no nos habíamos enterado de nada, luego me comparaban con el virus de 'Érase una vez... la vida', luego llegó la fase ”llegas más tarde que el tren de Extremadura“ y en el pico fue 'Fernando Simón al Paredón'”. Luego, ese pico de insultos “cae en picado y se normaliza”: “Yo lo achaco a que es el fin del confinamiento, y a que vuelve el fútbol y la gente se centra más en los insultos a los árbitros”, explica Simón.

De ahí pasó a convertirse en un símbolo, y es que como el epidemiólogo defiende, no deja indiferente a nadie, lo que le lleva a compararse con la pizza con piña, que hay a quien le encanta y a quien no. Así, cuenta que sus fans le piden por la calle que firme mascarillas y habla de sus cejas, a las que llama Ébola y Zika.

Simón también habló sobre su transversalidad, puesto que ya trabajó en el mismo puesto cuando gobernaba el PP: “Soy muy polifacético, me adapto a cualquier signo político. Si algún momento llega Vox a la Moncloa, como yo me formé en Burundi, pueden sacar al Fernando Simón curandero y chamán”, explica.