10 años de la primera serie original de Netflix: así empezó a construir su imperio
Cuando pensamos en Netflix y sus series originales, nos vienen a la cabeza dos títulos: House of Cards y Orange is the new black. Esas son las ficciones que empezaron a situar en el mapa a una plataforma de contenidos cuyo funcionamiento todavía no asimilábamos muy bien en un país demasiado arraigado a la cultura de la piratería, pero que ha revolucionado para siempre el sector audiovisual en todo el mundo. A día de hoy nadie discute que la “N” roja ha cambiado nuestra forma de consumo de ficción, pero lo que muchos no saben es que el germen no fue ni Frank Underwood ni Piper Chapman, sino un tal Frank Tagliano.
Paradójicamente, la historia de Netflix, y de la ficción televisiva reciente, no empezó a escribirse en una mesa de guionistas en Estados Unidos, sino en un estudio en Bergen, una ciudad noruega bañada por el Mar del Norte. Allí, Eilif Skodvin y Anne Bjørnstad dieron forma a una historia ambientada en la pequeña localidad de Lillehammer que acabó convirtiéndose en el punto de partida de algo más grande de lo que su imaginario podía concebir.
Esa historia local es Lilyhammer, la primera serie original que incluyó la plataforma en un catálogo que por entonces sólo llegaba a Estados Unidos, Canadá y Latinoamérica. Fue la primera piedra de un imperio que en diez años ha levantado más de 560 producciones originales únicamente de ficción seriada y que ha cambiado para siempre las reglas del juego.
La historia de la primera serie original de Netflix
“Tras testificar contra la mafia, el gánster retirado Frank Tagliano participa en un programa de protección de testigos y pide que lo envíen a Lillehammer (Noruega), una ciudad de la que se enamoró mientras observaba los Juegos Olímpicos de Invierno 1994”. Con esta sinopsis, y Stevie Van Zandt como cabeza de cartel, aterrizó Lilyhammer en el catálogo de Netflix. Era un 6 de febrero de 2012 y, con motivo de su décimo aniversario, Ted Sarandos ha querido compartir con los lectores de su blog oficial la historia de una ficción que es historia de la compañía que dirige.
Corría 2011 cuando los creadores Skodvin y Bjørnstad contactaron con Van Zandt, músico y actor conocido mundialmente por ser Silvio Dante en Los Soprano, para que encabezase su serie. Él era la estrella elegida para ser el gran reclamo del proyecto en la TV noruega, y acabó siendo la clave para que sus tramas llegasen más allá de Europa.
Tal como recuerda el CEO de Netflix, había llegado a oídos de los creadores noruegos que la plataforma estaba en busca de contenido original. Fue entonces cuando entró en acción Stevie Van Zandt, que llamó directamente a Sarandos para hablarle de lo que tenían entre manos. Le envió los capítulos, y no hizo falta más. “Lo vimos y nos encantó. Pensé que era una historia clásica de pez fuera del agua, con Stevie interpretando un papel que al público le iba a encantar. Era un personaje muy familiar, en una cultura que no había tenido acceso a grandes audiencias. Yo soy un gran admirador de su música y lo amaba en Los Soprano, así que estaba feliz sólo con poder hablar con él”, escribe el directivo.
Ted Sarandos recuerda con ironía que Van Zandt era entonces “mejor actor y músico que comercial”, ya que “humildemente describía la serie como ”diferente, extraña y peculiar“ como si estuviera tratando de disuadirme”. “Lo que no sabía era que ya habíamos visto los episodios y estábamos enamorados”, comenta. Tal fue el 'flechazo' que acordaron comprar la serie y encargar de golpe una segunda temporada sin saber que las series noruegas en su mayoría solo tenían una. Finalmente, Lilyhammer tuvo tres temporadas.
En las reuniones entre Sarandos y Van Zandt, el único punto discordante fue el modelo de emisión, que desde Netflix veían claro. “Cuando le dije que no íbamos a estrenar un capítulo por semana, sino toda la temporada de una, consideró ”un poco raro“ que alguien pudiera ver el trabajo de todo un año en una noche. ”No es raro“, le dije. ”Es como trabajar en un álbum de música“”, recuerda el 'jefe' de la plataforma. Así nació el modelo que ha sido clave en su expansión y éxito mundial.
Lilyhammer se estrenó en Netflix el 6 de febrero de 2012, apenas unos días después de la emisión del primer capítulo en la TV noruega. Se estrenó para Estados Unidos, Canadá y Latinoamérica, y tiempo después llegó hasta Reino Unido, Irlanda y los países nórdicos. “Era la primera vez que estrenábamos una serie alrededor de múltiples países e idiomas... y funcionó”, explica Sarandos.
“Si miramos atrás, Lilyhammer quizás fue una elección poco ortodoxa para nuestra primera serie. Pero funcionó porque era una historia profundamente local que podíamos compartir con el mundo. Los chistes y referencias funcionaron localmente y los temas más universales de la serie viajaron a la perfección”, escribe el CEO de Netflix. No sorprende, pues, que grandes éxitos de la plataforma a día de hoy como La casa de papel, El juego del calamar o Lupin sigan precisamente esa fórmula. “Lilyhammer fue su antepasado”.
Más de 560 series en diez años
Desde el estreno de este primer 'original', Netflix ha estrenado en diez años 565 series propias. Más de medio millar de títulos sólo de ficción que se han convertido en la base de un modelo que ha revolucionado el sector alrededor de todo el mundo. En esta cifra, inasumible para cualquier compañía en términos de rentabilidad, quedan fuera géneros en los que el gigante del streaming se ha ido expandiendo como el documental, el largometraje o el reality. Tampoco están en el recuento coproducciones o series adquiridas a posteriori, por lo que el dato final es potencialmente mayor.
Dentro de estas 565 series nacidas en arcas de Netflix encontramos 109 dramas, 88 comedias y 172 series de animación con el inglés como idioma materno. A ellas se suman las producciones locales con las que la compañía ha buscado seguir ese 'modelo Lilyhammer', con el hispano como gran mercado 'secundario' con 48 estrenos (19 de ellos españoles) y el coreano en claras vías de expansión con 18.
Los grandes éxitos de Netflix
Como es lógico, en una lista tan amplia de producciones originales hay algunas que no han cumplido las expectativas de la plataforma en cuanto a números, siendo canceladas tras una única temporada, mientras que otras sí se han convertido en el fenómeno que se buscaba. En ese top de éxitos destaca sobre las demás el último y mayor hit de Netflix, El juego del calamar, que ya es la ficción más vanagloriada de la historia del streamer.
Tras años sin ofrecer la posibilidad de medir el éxito de sus estrenos, la compañía ha puesto en marcha recientemente Top10.Netflix.com, un sitio web con listas semanales globales y por país con los títulos más populares de su catálogo. Un servicio que, a la postre, nos permite conocer cuáles son las producciones que más se han consumido tanto en los últimos días como a nivel histórico en la plataforma.
Gracias a ella sabemos que, efectivamente, la serie coreana es la más exitosa de todas las originales que ha estrenado a Netflix, en función del baremo establecido para medir las audiencias: las horas de visionado en sus primeros 28 días en el catálogo. Le siguen Los Bridgerton, la española La casa de papel, Stranger Things, The Witcher, Por 13 razones, La asistenta y You. Café con aroma de mujer, Lupin, Élite, ¿Quién mató a Sara? y La reina del flow se cuelan en el 'top' como estrenos más potentes de habla no inglesa.
En esas listas de éxitos, que hemos empezado a conocer al detalle en los últimos meses, no aparecen títulos históricos de Netflix como los arriba mencionados House of Cards, Orange is the new black o Narcos. Por su veteranía en el catálogo no 'compiten' en igualdad de condiciones con las novedades, pero a la postre no hay que olvidar que iniciaron la expansión y consolidación de Netflix como “el gigante del streaming”. Un gigante que debe mucho a la pequeña localidad de Lillehammer.