El tercer episodio de Las Abogadas contó, como empieza a ser costumbre, con un objeto de reivindicación histórica. En esta ocasión, la serie de La 1 aprovechó para recordar la figura de Pedro Patiño, albañil militante del PCE que fue abatido por la Guardia Civil durante la primera jornada de huelga en el sector de la construcción en Madrid de 1971. Concretamente, en lo que luego sería el barrio de Zarzaquemada en Leganés.
Hay que recordar que la huelga fue delito en España desde 1936 y hasta 1977, de la misma manera que los sindicatos eran organizaciones ilegales, más allá del reconocimiento del Sindicato Vertical como única organización de representación de trabajadores autorizada. Afiliado a CCOO, el obrero se había desplazado desde Getafe hasta la zona leganense para repartir octavillas del sindicato durante esa jornada de movilización, ilegal a luces del régimen franquista, en compañía de otros compañeros.
Todos ellos fueron advertidos y detenidos por la benemérita, y aunque ninguno opuso resistencia, uno de los agentes disparó por la espalda a Patiño, provocándole la muete. No se abrió ninguna investigación y nadie respondió nunca por su muerte.
El homenaje de 'Las abogadas', que recogió el crimen
Las abogadas no recoge el crimen de forma explícita, pero sí aborda la figura de Patiño y de su mujer, Dolores Sancho, y su importancia para definir la personalidad de la joven Manuela Carmena. Además de una larga amistad, Dolores ejercía como secretaria del despacho de la abogada. La que será muchos años después alcaldesa de Madrid reconoció que la noticia del asesinato le marcó profundamente.
El episodio aborda el proceso de reclamación y lucha por el reconocimiento de los derechos de los trabajadores, y permite así conocer a Patiño, interpretado por Ignacio Mateos (Malaka, La chica invisible). Su mujer, presente también en la ficción, está encarnada por Blanca Parés (Julieta de Pedro Almodóvar, ¿Quién es Erin Carter?). Una escena reproduce una comida entre la abogada y el matrimonio, que volvió a España tras pasar unos años en el exilio, en la que se refleja el afán reformista del trabajador.
“¿No lo echáis de menos?”, pregunta Carmena (Irene Escolar) a Dolores y Pedro, que replica. “¿El qué? ¿París o el exilio?”. Acto seguido, reflexiona: “Si nos vamos todos, ¿quién va a cambiar este país? Yo quiero que crezcan aquí, y también quiero trabajar de albañil aquí”. Carmen le recuerda, en calidad de su abogada, su facilidad para “meterse en líos” por las reivindicaciones laborales, a lo que él contesta que “para no hacer nada, mejor exilio”.
Tras esta secuencia, y por elipsis, se nos traslada al momento en el que Sancho y Carmena acuden al hospital Gómez Ulla para reconocer el cadáver de Patiño. “Si puedes, intenta ver por dónde ha entrado la bala”, le aconseja entre lágrimas la letrada a su amiga. “Yo no me muevo de aquí”. La serie reproduce esa visita a la morgue de Dolores y el momento en que atestigua que lo dispararon por la espalda.
En 2009, y a través de la Ley de Memoria Histórica, el Gobierno reconoció oficialmente que Patiño fue perseguido injustamente y murió “en defensa de su actividad política”. Su legado se conserva también en forma de poemario, con 38 de sus composiciones recopiladas en Amanecer.