Episodio 2x04

'La casa del dragón' emitió su batalla más esperada, que deja dos posibles muertes y a una actriz “abatida”

Adrián Ruiz

Max estrenó este lunes el capítulo 4 de la temporada 2 de La casa del dragón, que lleva por título El dragón rojo y el dorado y que ha causado un gran impacto entre los fieles seguidores de la serie spin-off de la exitosa Juego de Tronos. El episodio, uno de los más esperados por los lectores de Fuego y sangre, libro de George R.R. Martin en el que está basado, se ha convertido en el quinto mejor valorado de toda la franquicia (incluyendo la ficción matriz) con una nota de 9.7 en Imdb.

Y no es para menos ya que, después de algunos capítulos de tensa tregua entre los bandos, al fin ha arrancado la guerra por el Trono de Hierro a la que se enfrentan Rhaenyra y los llamados Negros (seguidores que creen que ella es la legítima heredera) y Aegon y los Verdes (quienes creen la versión de Alicent de que la última voluntad de Viserys antes de morir fue cambiar de opinión para que fuese su primer hijo varón su sucesor como rey de Poniente).

¡Atención! Esta noticia contiene SPOILERS del 2x04 de 'La casa del dragón'. Lea bajo su responsabilidad

Los últimos 20 minutos de la entrega han traído consigo la Batalla de Reposo del Grajo, con su esperada primera Danza de Dragones. En su objetivo de incorporar hombres de todo Poniente al ejército de los Verdes, Criston Cole elabora un plan para tomar el último castillo antes de Rocadragón y acorralar por tierra a Rhaenyra, limitando sus opciones de hacer avanzar sus filas por los Siete Reinos.

Esa estrategia obligaba a los Negros a enviar algún dragón a Reposo del Grajo y después de un largo debate sobre quién debía acudir a la batalla, Rhaenys (hermana de Viserys y “la reina que nunca fue) da un paso al frente y se propone a ser ella la jinete que luche contra el enemigo a lomos de su dragón Meleys.

Todo era una trampa de Criston Cole, que había planeado una emboscada con Aemond y Vhagar, el dragón más grande de Poniente, que aparecería por sorpresa para acabar con un nuevo baluarte de los Negros tras abatir a Lucerys y su dragón Arrax en el final de la primera temporada.

Sin embargo, el plan se tuerce cuando aparece en escena Aegon junto a su dragón Fuegosol, algo con lo que nadie contaba. El rey, en estado de embriaguez, decidió ir a la batalla tras sentirse humillado por su hermano Aemond, desautorizado por su madre Alicent y desoído por los miembros de su consejo, que no apoyaban ninguna de sus directrices. Un intento de autoridad que acabó de la peor manera, ya que en una salvaje lucha entre los tres dragones, la esperada Danza de Dragones, Aemond ataca con el fuego de su dragón a Aegon, haciéndole caer entre el bosque.

Finalmente, en una escena de lo más épica, Aemond consigue acabar también con Meleys y su jinete, Rhaenys, dando un duro golpe a Rhaenyra el bando de los Negros. Aunque en ningún momento se vio el cadáver de Rhaenys, ni de Aegon, todo parece indicar -a la vista del avance del próximo episodio- que la primera sí ha fallecido en la contienda (algo que ocurre también en el libro). Sin embargo, más dudas se desatan con el rey, quien podría también morir en la serie (desmarcándose de lo ocurrido en la novela) o bien quedar malherido y apartado a la fuerza de las decisiones en la capital de los Siete Reinos.

Eve Best (Rhaenys) valora su épica escena

Tras el lanzamiento del episodio, Eve Best, actriz que da vida a Rhaenys en La casa del dragón, ha comentado su maniobra y su insistencia en ofrecerse para la batalla: “Lo que está haciendo es mostrarle cómo ser una buena líder y cómo gobernar, y esto es lo que haces. No vas tú mismo porque eso es demasiado arriesgado para la situación en conjunto. Envías a tu mejor luchador”, ha explicado la intérprete a Business Insider.

En su entrevista, Best recoge la comparación que Ryan Condal, showrunner de la serie, hizo entre los dragones y las armas nucleares en la vida real: “Rhaenys se pasó toda la segunda temporada haciendo todo lo posible para alejar a todo el mundo de la guerra nuclear. Ella es la única persona, la única voz de la cordura, y la razón, y la sabiduría, y la experiencia, porque ella y Corlys son los únicos adultos que quedan allí”, explica. “Al final de la primera temporada le dije a Ryan: 'Quiero que en la segunda se convierta en samurái, porque en la primera había sido absolutamente ambigua'. Había escondido mucho sus cartas, había jugado a la política”, ha reconocido la protagonista.

Es por ese motivo por el que Eve Best entiende que Rhaenys no sobreviva: “Quien cruza esa línea no puede continuar. No hay vida después de eso. Tiene que ser una misión de sacrificio”, comenta antes de hablar de los motivos que llevaron a su personaje a no huir, regresando al campo de batalla contra Aemond, cuyo dragón triplicaba en tamaño al suyo. “Ella es el equivalente del Lancelot de Rhaenyra. Es su mejor caballero. Y es una decisión honorable, de una guerrera”, afirma la actriz.

“Creo que cada vez que alguien está sobre un dragón y dice 'Dracarys', el humano o la persona que lo monta había alcanzado un nivel de excitación realmente alto. Es desatar el caos, algo muy vengativo y de estar muy enfadado, de perder el control. Para mí era muy importante que Rhaenys fuera diferente de todos los demás, que fuera una profesional absoluta hasta el final, que actuara con frialdad y precisión. Es lo que la caracteriza”, sentencia.