Una escena del primer episodio de Friends –emitido en septiembre de 1994– desató una fuerte polémica en los despachos de la cadena de televisión estadounidense NBC. A un ejecutivo del canal no le gustó que Mónica Geller, el personaje interpretado por la actriz Courteney Cox, se acostara con un compañero de trabajo en su primera cita.
Así lo recuerdan David Crane y Marta Kauffman, creadores de la serie, quienes han aportado más detalles sobre aquel incidente que les enfrentó a la cúpula de la gigantesca emisora.
El directivo en cuestión les advirtió del impacto negativo que, a su juicio, tendría esta trama. “El tipo que estaba al cargo nos dijo: 'No nos va a gustar Mónica porque se acuesta con un chico en la primera cita'. Nosotros argumentamos que eso la hacía simpática”, ha contado Crane en un reportaje del periódico The Times.
Las explicaciones del equipo de Friends no fueron de su agrado y la cadena hizo una encuesta a sus espectadores para saber qué opinaban sobre este tema. “En un intento de demostrar que a la audiencia no le agradaría Monica si se acostaba con un chico en la primera cita, distribuyó un pequeño cuestionario a la audiencia. Pero estaba muy sesgado. La pregunta era algo así como: 'Cuando Mónica se acuesta con un chico en su primera cita, ¿es una zorra o una prostituta?”, cuentan los creadores.
Parece ser que algunos de los encuestados eligieron una opción que no figuraba en el cuestionario. A muchos les pareció que la actitud de Mónica estaba “bien”, lo que tiraba por tierra las suposiciones del citado ejecutivo.
El episodio se acabó emitiendo con esta escena en la que Mónica se acuesta con Paul, un nuevo compañero de trabajo que le había dicho que no tenía sexo desde que rompió con su novia dos años atrás, algo que se demostró falso, una simple estrategia para acostarse con Mónica.
Al hilo de esta curiosidad, Crane y Kauffman cuenta que la cadena también consultó a su audiencia sobre otro tema importante de Friends: la relación de Mónica y Chandler (el personaje interpretado por Matthew Perry).
“Pensábamos que sería una aventura de una sola noche”, recuerda Kauffman, sin embargo, el idilio fue a más porque los fans, especialmente los británicos, se mostraron entusiasmados: “Recibieron una reacción tan fuerte del público en Londres que realmente cambió el rumbo de la historia”.