'La casa del dragón' también es la nuestra: un paseo por sus localizaciones en España
Parece que el universo de Juego de Tronos que ideó George R.R.Martin hubiera surgido de algunas de sus numerosas visitas a España. Porque, cuando rodaron la serie, descubrieron que la amplia riqueza cultural y paisajística de nuestro país era perfecta para grabar varias de las portentosas localizaciones que conformaban los Siete Reinos.
Desde el Castillo de Santa Florentina, el de Zafra, a las Bardenas reales, pasando por la Alcazaba de Almería, la Torre de Mesa Roldán, por el Real Alcázar de Sevilla, Osuna, Cáceres, Zumaia, la provincia de Girona y Peñíscola fueron algunos de nuestros territorios que HBO “conquistó” para grabar la exitosa ficción.
Destinos más o menos turísticos que, desde que los pisaran los protagonistas de las casas más poderosas de Hielo y Fuego se han convertido en visitas obligadas para los más seriéfilos. Una suerte que también podrían vivir las localizaciones que se han utilizado para grabar La Casa del Dragón. La precuela que nos traslada 172 años antes de los hechos que ya conocimos y que, por tanto, repite localizaciones ya visitadas, así como otras nuevas en las que la casa Targaryen vivió aventuras desconocidas por el gran público.
A continuación detallamos las localizaciones españolas por las que han apostado los capítulos de la superproducción que arranca con la coronación de Viserys Targaryen.
Cáceres y Trujillo (Extremadura)
Al arranque de la serie, un dragón sobrevuela una de las históricas construcciones con balcón esquinado de la Plaza Mayor de Trujillo. Y en el minuto cinco, el mismo recinto aparece transformado en un gran mercado de Desembarco del Rey, la capital de Poniente.
En el minuto 17 llegamos a Cáceres, más en concreto, a la Plaza de Santa María, que es otro de los grandes escenarios del primer capítulo de La Casa del Dragón. Se cuela en pantalla con una violenta escena protagonizada por Daemon, el hermano pequeño del rey Viserys.
No serán los únicos, hasta 25 escenarios distintos extremeños aparecerán en pantalla. Así se subraya la importancia de Cáceres que, como ya ocurrió durante la séptima temporada de Juego de tronos, volverá a convertirse en Desembarco del Rey.
Los jardines de Santa Clotilde, Lloret de Mar (Girona)
También en el primer capítulo nos presentan al rey Viserys I, la princesa Rhaenrya, el príncipe Daemon, Ser Otto Hightower y la Mano del Rey en unos de los jardines más espectaculares del Mediterráneo: los Jardines de Santa Clotilde, en Lloret de Mar, Girona.
La producción estuvo grabando allí del 29 de octubre al 10 de noviembre de 2021. Se trata de unos jardines de estilo novecentista, que se encuentran en un acantilado con vistas espectaculares al mar. Todo el jardín se dispone alrededor de la escalera principal conocida como la Escalera de la Sirena, ya que en lo más alto hay dos estatuas de sirenas.
San Juan de Gaztelugatxe (País Vasco)
El norte de España tuvo gran protagonismo en la saga anterior, ya que se utilizó la ermita de San Juan de Gaztelugatxe como fortaleza de la isla ficticia de Rocadragón. Su escarpado relieve dio lugar a uno de los desembarcos más famosos de la televisión y, por tanto, al crecimiento exponencial del turismo en dicho lugar.
En esta nueva producción volverá a brillar, ya que Rocadragón es clave en toda la trama de la familia Targaryen. Aunque no es hasta el segundo capítulo cuando aparece de nuevo el lugar, envuelto en niebla. En una escena clave, con los protagonistas y un dragón.
Eso sí, hay que señalar que para esta precuela la producción ha optado por recrear la localización de forma digital, pero sin acudir al lugar para grabar desde allí.
El castillo de La Calahorra (Granada)
Pero La casa del dragón no solo ha grabado en localizaciones ya usadas por Juego de tronos, si no que ha descubierto otras nuevas al gran público. Es el caso del Castillo de La Calahorra, en la comarca granadina de Guadix, y que ya fue escenario de la serie Inés, del alma mía.
Fue construido entre los años 1509 y 1512 sobre las ruinas de una fortaleza árabe y, en la actualidad, es una joya del patrimonio histórico artístico andaluz y está declarado como BIC (Bien de Interés Cultural).
Las escenas que se rodaron para la serie fueron nocturnas con muchas luces y explosiones. Esta circunstancia ha llevado a muchos a pensar que podrían haberse usado para reflejar un ataque con dragones.
