El octavo capítulo de La casa del dragón propició el emotivo reencuentro de los hermanos Daemon y Viserys Targaryen en una de las escenas más dramáticas que se han emitido hasta ahora en la exitosa ficción de HBO Max. Pero lo que parecía fruto del sesudo guion de la serie fue en realidad una improvisación ocurrida por un pequeño accidente que tuvo lugar durante la grabación.
[En adelante, esta noticia contiene spoilers sobre el capítulo 8 de 'La casa del dragón']
La escena transcurre en la corte del reino en torno al Trono de Hierro, donde se decide la sucesión del señorío de Mercaderiva ante la posible muerte de Corlys Velaryon. En un momento dado aparece el rey Viserys, quien se dirige hacia el trono con muchas dificultades por la grave enfermedad que arrastra.
Al subir las escaleras, la corona se le cae al suelo, viéndose incapaz de tomarla para llegar con dignidad hasta lo más alto. Al verle desfallecido, su hermano Daemon Targaryen se acerca para ayudarle a proseguir su camino y, una vez en el trono, colocarle la corona que todavía le pertenece.
No estaba previsto que las cosas ocurrieran así. Según ha desvelado la directora del capítulo, Geeta V. Patel, el guion inicial no contenía el emotivo reencuentro de los hermanos Targaryen, pero la corona se cayó de manera accidental y las cámaras siguieron grabando.
“Mientras estábamos rodando se le cayó la corona a Paddy Considine [actor que interpreta a Viserys Targaryen] y Matt Smith [que da vida a Daemon] se la volvió a poner en la cabeza. Nosotros simplemente continuamos, no paramos de grabar”, ha explicado en una entrevista con Entertainment Weekly.
Tras lo ocurrido, los actores ensalzaron el simbolismo de la escena: “Es algo así como el punto de inflexión en nuestra relación”, comentaron a la directora, que estaba indecisa e incluso temerosa de que la improvisada escena pudiera restar importancia al discurso que iba justo a continuación, discurso que finalmente fue eliminado.
Para dejarlo todo bien atado, la directora optó por grabar otra secuencia en la que a Viserys Targaryen no se le caía la corona, pero en el último instante decidió dejar la primera toma porque creyó que contenía mucho más simbolismo que el discurso que tenían escrito sobre el papel. “Estoy muy agradecida de que ocurriera ese accidente”.