Las fronteras entre cine y series a veces se difuminan. Lo hacen gracias al nivel creativo mostrado desde hace años en las producciones de 'la pequeña pantalla' y también cuando un festival de cine programa una serie dentro de su Sección Oficial. Hay también en el gesto algo de paternalismo, como si el hermano mayor dejara sentarse al pequeño a la mesa una vez al año. El propio José Luis Rebordinos, director del Zinemaldia, reconoce habitualmente que debería haber programado a concurso, en competición por la Concha de Oro, Antidisturbios. Sin embargo, y de momento, las series siguen teniendo su lugar fuera de concurso.
En esta ocasión quien ha ocupado ese lugar de prestigio ha sido La Mesías, la esperadísima serie de Los Javis tras arrasar con todo gracias a Veneno. La decisión de qué hacer tras el éxito de la serie de Atresplayer era clave en su carrera. Había proyectos en EEUU, algunos muy grandes, y ellos decidieron quedarse en España y entregarse en cuerpo y alma a otra serie. El resultado se ha visto por primera vez en San Sebastián, y la respuesta ha sido unánime.
La Mesías es la serie española del año. Por expectación y por calidad. Los Javis han dado un salto de madurez enorme. Se han despojado de ciertos tics estilísticos efectivos (los discursos, el uso de la música) y han creado una obra compleja, inteligente, conmovedora y, también, muy política. Es una serie que habla de las barbaridades que se hace en nombre de la fe. No solo a nivel macro, sino en las unidades más pequeñas como las familias. Familias marcadas por el fundamentalismo religioso.
La excusa real del grupo Flos Mariae les sirve para desplegar también varias de sus obsesiones (los lazos creados, más importantes que los sanguíneos) y la sanación a través de la creación. Se confirman como unos de los mejores directores de intérpretes. Todos y todas están a un nivel excelente. Desde las más obvias (Carmen Machi confirma que es la Meryl Streep española) hasta las elecciones más arriesgadas. Qué bien ver a Roger Casamajor, actor del cine de Agustí Villaronga. También descubrimientos como Biel Rossell Pelfort. Tras la primera proyección la ovación fue muy calurosa en la rueda de prensa que ofrecieron rodeados de todo su reparto.
Han descrito La Mesías como “una serie sobre irse de casa, sobre los muros que nos han rodeado de adolescentes, de cómo tienes que irte”. Javier Calvo contó cuál fue su momento fundacional, ese momento en el que supo que debía irse: “Me di cuenta que era diferente a través de una peli de Almodovar, fue como ese germen me hizo tener que irme a descubrir el mundo”. Para Ambrossi La Mesías habla del “colectivo LGTBI que tienen irse de sus hogares para crecer y encontrar libertad e identidad, pero luego el desarraigo que tenemos es brutal”. También de algo muy íntimo. “Habla de mi relación con mi hermana, de las cosas q nos unen y nos separan, de la idea de ser hermano de alguien, de cómo se es hermano cuando te une un vínculo que está lleno de cosas bonitas, pero también de cosas terribles, porque un hermano te recuerda las cosas difíciles”, ha contado.
Me preocupa que alguien en el poder diga a una minoría frágil que no tiene derechos
La Mesías habla del presente, y de temas que les preocupan, como “esa idea fascista de 'yo tengo la razón y yo digo que tú no la tienes'”. “Me preocupa que alguien en el poder diga a una minoría frágil que no tiene derechos, que es lo que hace Montse con sus hijas, y eso me preocupa mucho”, aseguró Ambrossi.
En esta investigación para parir La Mesías se han dado cuenta de que “las creencias se parecen mucho entre ellas”, y Javier Calvo se acerca al tema de la fe “no desde la opinión, sino desde la curiosidad”. La lista de referencias visuales que manejan es interminable. De Paul Thomas Anderson a Gus Van Sant pasando por Alice Rohrwacher o Víctor Erice, porque en la mezcla está su éxito. “Somos dos y tenemos muchas referencias diferentes, eso es lo q hace que la mezcla sea tan poderosa. Yo tengo las mías, él las suyas y juntas son la bomba. Somos muy eclécticas”.
Viejóvenes que conectan
Aunque es innegable que Los Javis han logrado conectar con una generación de gente joven que espera sus creaciones con ganas, aseguran que nunca buscan conectar de forma explícita. “El error de las series de jóvenes es que las hacen gente mayor haciendo pasar por jóvenes. Nosotros somos gente joven haciéndose pasar por vieja”, dijo con gracia Javier Calvo que contó que alguien les dijo una vez que para conectar con la gente debían hablar “del poliamor”. “Le dije, 'pues hazlo tú, señora'. Lo revolucionario es hacer cosas cuidadas, y eso es lo que hay que luchar”.
Rompieron una lanza por ese público joven, que es “el que más sabe de plataformas”. “Nuestra serie conecta porque les sorprende, pero esas generaciones que vienen después de nosotros saben mucho. Se les tacha de tontos, pero son muy cultos”.