“Gracias a los 51.641.000 montepinarianos que os zampasteis los 229 capítulos de La que se avecina en FDF en diciembre”, escribía este domingo 2 de enero Alberto Caballero a través de las redes sociales valorando los resultados de las reposiciones interminable e infalibles de la que sigue siendo la serie estrella de Mediaset España. Una serie estrella, por otro lado, perdida en el horizonte de la compañía, con una duodécima temporada aún por terminar de emitirse en abierto, y sin noticias de la producción de sus siguientes entregas.
Que varios de sus actores más reconocibles se reúnan en otra cadena, TVE, este primer martes del año cuando no hay noticias aún de su futuro en su casa nos lleva a preguntarnos qué pasa con una serie de este calado en la cultura popular, camino de alcanzarse el 15 aniversario del comienzo de sus emisiones. Los registros que maneja el co-creador, junto con Laura Caballero, de la marca en sus reposiciones son innegables, pero también lo es el difícil acomodo que la ficción, en términos generales, empieza a tener en la programación de la empresa.
2021 ha sido un año exento de La que se avecina en Telecinco. No se trata de un fenómeno inédito: hay que recordar que entre la décima y la undécima temporada de la comedia pasó algo más de un año completo, 2018 (el final de una aconteció a las puertas de la navidad de 2017; la siguiente aguardó su turno hasta primavera de 2019). No obstante, en aquel momento la coyuntura era diferente: el producto llegó a la premiere de su temporada 11 en pleno rodaje de la temporada 12, manteniendo sus registros acostumbrados más cerca de los tres que de los dos millones de espectadores. En 2021, la tesitura cambiaba, generando una sensación de incertidumbre que no había existido previamente al hablar de un producto de estas garantías.
La incertidumbre por la renovación por la temporada 13
La duodécima tanda ya estaba disponible al completo para los suscriptores de Amazon Prime Video desde enero del año pasado, cuando se estrenó su segunda mitad; para más inri, la primera, emitida en abierto durante el otoño de 2020, había evidenciado ya el coste del nuevo modelo de distribución de Telecinco, tras su acuerdo con la plataforma (con un margen de exclusividad de cinco meses sobre el contenido antes de que el canal pudiese darle salida), cayendo a sus peores registros históricos. A estos factores factores de programación hay que añadir uno si cabe más relevante: el inevitable fin de ciclo de la serie que (como ya saben quienes la llevan al día por la vía del pago) implicaba el adiós de los decorados al que se enfrentaba el equipo de Contubernio al grabar la temporada de marras. Había una necesidad de repensar la continuidad, lo que ocasionó los debates sobre la conveniencia de renovar LQSA, aún subida en lo alto de su curva vital, con su emisión a punto.
En julio de 2020, con la temporada 12 aún inédita en Telecinco, verTele avanzaba el preacuerdo para la renovación de La que se avecina por una decimotercera temporada que serviría para restablecer a la comunidad de Mirador de Montepinar en una nueva ubicación. Una renovación que poco después anunciaba Caballero y que se emparejaba a la de El Pueblo, la otra comedia en cartera en Mediaset. En octubre, durante la presentación del estreno del primer volumen de la T12 en Telecinco, el equipo enfatizaba en la “intención” de seguir, apuntándose ya a futuribles alternativas escenográficas, desde un nuevo decorado completo hasta el salto a una localización real para ayudar a “reinventar” la serie.
En julio de 2021, sin embargo, el paréntesis en la producción permanecía abierto. Y no solo eso: de cara al otoño, la cadena había comenzado a promocionar el lanzamiento de la segunda mitad de la tanda como la “última temporada”. Lanzamiento, por cierto, que fue promocionado con cierta insistencia y no acabó produciéndose. Así, hasta iniciarse enero de 2022 sin noticias de su emisión a corto plazo.
“Es más una forma de promocionar que sea el final o no”, matizaba Caballero en declaraciones a este portal, donde hablaba de la temporada 13: “La gente nos lo pide mucho por la calle pero han pasado muchas cosas por el camino… Así que habrá que ver qué pasa”. El guionista y productor ejecutivo era claro en sus explicaciones: “Hemos hecho los deberes y hemos pensado lo que pasaría, dónde grabaríamos en la siguiente temporada. Los personajes aún tienen mucho recorrido porque el hecho de cambiar de residencia es bastante giro como para refrescarla un poco. Pero después hay una serie de circunstancias que hay que cuadrar”.
Así le afecta el nuevo paradigma de las series en abierto
Entre las circunstancias que cita el showrunner podemos hablar de las del consumo de ficción en abierto. Como decíamos, los primeros ocho episodios correspondientes a la temporada 12 de La que se avecina cayeron a sus registros históricos más bajos, sufriendo ante la competencia de la primera edición de Mask Singer en la noche de los miércoles. La media se sitúa en un 13.7% de cuota de pantalla y casi 1.580.000 espectadores, lo que se traduce en una caída de 5.1 puntos porcentuales y casi un millón de televidentes con respecto a la temporada 11 emitida al completo en 2019. Y aún con todo, han sido datos inalcanzables para ninguna otra de las ficciones que ha estrenado Telecinco durante todo 2021, como hemos analizado.
Pero hay que pensar en algo que concierne a esta y al resto de series del catálogo de Mediterráneo Mediaset Group, el sello de distribución del grupo regido por Paolo Vasile: la televisión convencional ha dejado de ser la prioridad para convertirse en la segunda ventana de exhibición, incluso para una serie nacida antes, mucho antes, del cambio de paradigma de la ficción, y ahora convertida en un vestigio de esos tiempos previos a la fragmentación extrema de los públicos.
En lo que concierne a LQSA, que Telecinco dejara de tener esa primicia ha motivado que comenzara a jugar con su horario de emisión como no había hecho hasta la fecha, retrasando su hora de inicio, cambiándola de día para ajustar la parrilla semanal, y hasta duplicando las entregas ofrecidas en dos noches de una misma semana. Estas estrategias vinieron acompañadas de las ironías del cocreador, que llegó a lamentarse de que acabase “en horario de teletienda” pasada la una de la madrugada. “Mask Singer es un nuevo Ferrari. Telecinco debería proteger la serie buscando otro día de emisión”, dijo antes sobre el enfrentamiento contra el talent show de Antena 3, sin que hubiera la respuesta deseada desde la programación.
La forma de programar la comedia de oro de Mediaset es sintomática, especialmente si observamos otros ejemplos menos lustrosos. La primera temporada de Madres se interrumpió en hasta dos ocasiones en Telecinco (se paró su emisión en otoño de 2020, y no volvió hasta otoño del año siguiente, para ser retirada a las primeras de cambio) y acabó relegada al late night de Cuatro, tras los nuevos episodios de The Good Doctor. Esta, que inició sus emisiones en 2018 como la nueva gran esperanza de la ficción internacional de la televisión en abierto con su primera temporada, vio expirar su valor con su segunda temporada, emitida con un notable retraso en Telecinco, y ha quedado también para engrosar los contenidos del canal secundario del grupo, convertido en el inesperado destino de las series de Mediaset. El Pueblo, de la que se acaba de lanzar la tercera temporada en Amazon Prime Video, siguió aguantando con su segunda temporada en Telecinco, por más que la tónica fuera la misma. Una tónica extensible al grueso de cadenas privadas y públicas, donde la ficción tiene que valerse del diferido para realzarse, habiéndose perdido la capacidad de generar evento a su alrededor.
¿Qué le espera a 'LQSA' en 2022?
Lo cierto es que, en estos momentos, Mediaset no termina de definir su estrategia con la ficción de producción propia. Para el grueso de ficciones con las que cuenta en su catálogo, Cuatro parece la opción más propicia: Caronte, Los relojes del diablo y la propia Madres se han acabado emitiendo ahí. Para la cadena, asentarse como el hogar de las series del grupo, más allá de sus prestaciones en la televisión lineal, sería una buena forma de dar solución al problema de su identidad, ahora desdibujada con la concepción transversal de los contenidos de entretenimiento de la corporación. Pero eso no le debería valer a La que se avecina, una serie que en sus peores tiempos siguió manteniendo el honor de ser la ficción estrella.
Ahora bien, 2022 arranca y, entre las apuestas de Telecinco para estos primeros meses no hay, aún, rastro de La que se avecina. Sí están Supervivientes 2022, la versión 'anónimos' de Secret Story, y la quinta edición de La isla de las tentaciones, adelantada en exclusiva por verTele. Para ver a los vecinos de Montepinar compartiendo espacio dentro de la pantalla, por ahora, nos hemos de conformar con lo que propone La Noche D en La 1.
Jordi Sánchez y Cristina Castaño se reencontrarán en el plató del programa de variedades comandado por Dani Rovira, jugando a las películas con otra vieja conocida de LQSA, Silvia Abril. Será en el primer programa del año de este formato monográfico, dedicado esta vez a “aquello que nos hace reír”. ¿Cuánto falta para que LQSA vuelva a hacerlo? ¿Cuánto le queda para seguir haciéndolo?