Mi reno de peluche se ha convertido en una de las sorpresas de esta primavera en el catálogo de Netflix. El curioso título, que puede dar lugar a equívocos sobre la temática y tono esconde una tragicómica historia, con toques de thriller, sobre un cómico que ha de afrontar el acoso de una mujer a lo largo de 7 episodios.
Lo llamativo del planteamiento, las buenas críticas y el boca oreja, han permitido a esta creación del escocés Richard Gadd dispararse en el consumo de la plataforma: en su primera semana en la plataforma, ha superado en visualizaciones (no así en horas vistas, al tratarse de una serie más corta) a una producción de alto calibre como Ripley. Pero algo más llamativo de la serie, y es que está basada en una historia real que le sucedió a su actor y guionista.
“Tienes que cambiar ciertas cosas para protegerte”
“Emocionalmente es 100% real”, afirma Gadd en una entrevista a Variety. “Está todo sacado de historias que me pasaron y de personas reales a las que he conocido. Por supuesto, no puedes contar la verdad exacta, por razones tanto legales como artísticas”.
Gadd recalca que no pretende “copiar la vida de nadie y ponerla en televisión”, menos aún cuando trata de “personas vulnerables”. “No quieres hacer que sus vidas sean aún más complicadas, así que tienes que cambiar cosas para protegerte a ti mismo y a otras personas”.
“En televisión, especialmente en un thriller, es necesario jugar con las líneas temporales, mover ciertos puntos hacia el final para que funcionen mejor. Y tienes que hacerla visualmente interesante. No sabría decir en porcentajes, pero es una historia verdadera. Viene de una verdad emocional, y creo que es lo que está haciendo que la gente conecte con ella”, explica.
Una serie sobre el trauma
En la serie, que adapta la obra teatral que él mismo puso en pie, Donny se encuentra en su camino a Marta (Jessica Gunning) en un pub. En un principio le ofrece una taza de té, como gesto de empatía con ella, pero ella lo magnifica y empieza a inmiscuirse en la vida del joven hasta que pierde el control de sus relaciones.
Cuando decide denunciarla, sin embargo, Martha desaparece y la obsesión de ella se traspasa a él, lo que le permite reflexionar sobre el trauma que tiene enquistado: cómo en sus inicios en el artisteo un guionista de éxito abusó sexualmente de él.
Gadd reconoce que hablar de sus vivencias de manera tan abierta resulta “abrumador”, aunque agradece la recepción tan calurosa y positiva. “Tanto como una reflexión sobre el acoso, el abuso, el amor y la soledad, quería que fuera una reflexión sobre las ramificaciones del trauma. Creo que es sutil, pero mucha gente lo está percibiendo. Ven a Donny y perciben las tendencias autodestructivas de una persona ante un trauma. Y creo que está resultando reconfortante para mucha gente”.