Especial

'Supernormal 2': comedia como el mejor tratamiento de choque para reflejar el drama de las “superwoman”

Miren Ibarguren y Diego Martín en 'Supernormal 2'

Marcos Méndez

Cuando hablamos de la vida real, hay situaciones y construcciones sociales que son un drama, y que hay que tratar con la seriedad que merecen. Pero cuando pasamos al terreno de la ficción, en muchas ocasiones el humor es la mejor forma de reflejar una crítica social. Porque en ese mundo ficticio, las frases hechas “mejor tomárselo a risa” o “es preferible reír que llorar” cobran otro sentido, y permiten reflexionar mientras nos reímos.

Este jueves 26 de enero, un buen ejemplo de ello vuelve a la pantalla. Ese es el día elegido por Movistar Plus+ para estrenar la segunda temporada de Supernormal, su serie original protagonizada por Miren Ibarguren en el papel de Patricia Picón. Una mujer perfeccionista tanto con su familia como con su trabajo que en la primera temporada representó el “síndrome de la superwoman”, y que en la ficción permitió reflejar las dificultades que las mujeres tienen para conciliar.

Supernormal refleja cómo la vida se ha convertido en una “carrera agotadora e inacabable” en la que hay que intentar ser perfectos en todos los ámbitos, desde el familiar para los hijos hasta el profesional en el trabajo. Así la define el actor Diego Martín, que en esta segunda temporada vuelve a encarnar a Alfonso, el marido de Patricia que representa una masculinidad cómplice que comprende, respeta e intenta redirigir la excesiva autoexigencia de su pareja, a menudo siendo partícipe (o víctima) de sus ideas y problemas.

En una entrevista a Europa Press, el actor resume a la perfección la crítica social que en realidad realiza toda la serie: “Queremos darle a nivel emocional y personal el mismo tiempo y de la misma calidad a los hijos que en tiempos de nuestros abuelos, y a la vez tener el mismo éxito profesional que en la generación de nuestros padres”. Y aún hoy, eso se ceba especialmente con las mujeres.

La nueva realidad de Patricia Picón, y de nuestra sociedad

La segunda temporada de Supernormal parte de un punto distinto que le permite reflejar otra realidad (relacionada) y también cargada de crítica social. En su primera temporada -de la que la plataforma presume por ser “la comedia más vista entre las series de pago de Movistar Plus+ estrenadas en 2021”- conocimos a una Patricia adicta al trabajo para alcanzar el éxito, y que también quería ser un 10 con sus hijos y su familia. En el fondo, se centraba en la conciliación, y reflejaba los problemas reales que se encontraba como mujer, y que acababan demostrando que somos humanos, y no superhéroes aunque lo pretendamos para responder a lo que se nos exige.

En esta segunda temporada [y perdón si es spoiler], adquiere fuerza la reinserción laboral. Ahora, Patricia no tiene trabajo, y mientras se vuelca en el cuidado de sus hijos y en apoyar los nuevos proyectos de su marido, se propone fundar su propia asesoría y recuperar a su antiguo equipo. ¿Y qué ocurre cuando intenta volver a la acción? Que la serie, desde la comedia, refleja el drama que muchas mujeres encuentran en realidad para retomar sus carreras tras hacer un parón.

El golpe contra la pared del machismo es duro, y demuestra que no debe ser solo una lucha de las mujeres porque también afecta a los hombres, como razona Miren Ibarguren en su conversación con EP. La actriz lamenta que “pensamos que cuando una mujer es madre va a ser problemática, que va a faltar”, algo que “nunca se plantea de un hombre”, y que al mismo tiempo les hace de menos sin motivo: “Le estás quitando valor a un hombre, que puede ser igual de comprometido y si llaman del colegio va a ir, pero todo por hacer de menos a la mujer. Tenemos que cambiar tantas cosas...”.

Miren Ibarguren, embarazada en el rodaje

“La primera temporada terminó con el embarazo de Patricia, así que yo volví a raccord. Soy tan profesional que dije: 'yo vuelvo embarazada'”, bromea Miren Ibarguren al hablar de la circunstancia real cuando empezó a grabar los nuevos capítulos, que ella simplemente quería incorporar a su personaje. El problema es que la ficción tiene un pequeño salto temporal, y Patricia ya ha dado a luz: “Me dijeron 'no, es que ya ha pasado mucho tiempo, no te preocupes que lo tapamos'. Pero claro, se me ve grande”, cuenta entre risas.

Lejos de ser un problema, el director de esta segunda temporada, Vicente Villanueva, lo solucionó a nivel visual: “No afectó para nada el plan de rodaje, simplemente buscamos tallas más anchas”; y sus creadoras Olatz Arroyo y Marta Sánchez (que como hemos adelantado acaba de ver cómo TVE aprueba otro proyecto suyo, Flores de hierro, sobre la matanza de los abogados de Atocha) aprovecharon para reflejar otra realidad: “Nos parecía maravilloso ni siquiera disimularlo porque no te quedas nunca en la talla que tenías”.

La realidad, en definitiva, que Supernormal refleja especialmente en el caso de las mujeres, ejemplificando con Patricia Picón. Miren Ibarguren celebra que las plataformas hayan abierto el espectro de personajes, puesto que “hasta ahora hemos visto mujeres en ficciones que solo representaban papeles de novia, de guapa, de calladita...”, valora, y sin embargo su personaje es mucho más real: “Patricia es una mujer superada, agotada, que no se gusta ni corporal ni facial ni emocionalmente, pero que tira para adelante. Y creo que tiene más que ver con la calle que otras cosas”.

La importancia de crear un grupo

Aunque la protagonista es Patricia Picón, y ese personaje interpretado por Miren Ibarguren es el que desarolla casi todas las tramas que reflejan la realidad convirtiéndola en crítica social, Supernormal también cumple con el mandamiento principal de toda comedia: tener un reparto coral a la altura que sume y permita ampliar su “locura”.

Con Gracia Olayo a la cabeza para seguir interpretando a su “Sancho Panza”, Marisol, su fiel secretaria y “escudera” que ahora trabaja tranquila en una mercería; esta segunda temporada mantiene a Bárbara Goenaga como Isa Picón, su hermana a la que solo se parece en el apellido y que tiene que afrontar una crisis personal. Tampoco faltan Peter Vives como Mauro, el eterno rival de Patricia; Luna Fulgencio, Nico Rossi, Usun Yoon y Pablo Moro.

Pero su universo de locura se amplía ahora con Alexandra Jiménez (mientras Telecinco emite su Escándalo, relato de una obsesión), para encarnar a Pitu, una especie de versión 2.0 de Patricia; y con Álex Barahona para dar vida a Rubén. A ellos se le suman colaboraciones especiales de Marta Fernández-Muro, Joaquín Reyes, María Esteve, Llum Barrera, Lola Casamayor, Mariona Terés y Juanjo Pardo. Más personajes para seguir demostrando que ni somos ni debemos ser superhéroes, y que la comedia y las risas son la mejor forma de reflejar el drama de conciliar al que se ven sometidas las mujeres.

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