Los creadores de 'The last of us' se justifican ante la primera polémica de la temporada 2: “Nos importó una mierda”

Los creadores de The last of us no ha tardado en responder a una de las pequeñas controversias que afectan a la segunda temporada de la serie, estrenada el pasado 14 de abril en Max.
En la primera temporada, Craig Mazin y Neil Druckmann decidieron que la catastrófica pandemia de The last of us se produciría en el año 2003, no en 2013 como en el videojuego. Por lo tanto, los acontecimientos se adelantaban una década respecto a la historia original, así que no tiene sentido –desde un punto de vista temporal– que el primer capítulo de la segunda temporada se llame Future Days en referencia a la canción que el grupo Pearl Jam publicó en 2013.
El problema es que esta melodía de los rockeros tiene mucho significado para la narrativa de la historia y para la relación entre Joel y Ellie, los dos grandes protagonistas, así que los creadores de la serie han querido tenerla en cuenta a pesar de que este capítulo transcurre muchos años antes de que existiera la canción.
“La canción Future Days no existía en 2003 cuando acaba el mundo. Neil y yo tuvimos una conversación en la que llegamos a la siguiente conclusión: nos importaba una mierda”, han explicado los máximos responsables de la serie en el podcast oficial de la misma.
Mazin y Druckmann no estaban dispuestos a prescindir de un detalle tan simbólico como este porque “la canción es importante para la historia y lo es todavía más temáticamente”.
Para los creadores, desde el punto de vista narrativo está totalmente justificado el uso de Future Days.“Joel está intentando averiguar cuál es su futuro con Ellie, mientras que Ellie está intentando averiguar cuál es su futuro como ella misma, no como la hija de alguien. Y cinco años después de los eventos de la primera temporada, les hemos llevado a 'días futuros'. Pero es de hecho el pasado, el ancla que todavía arrastran”, argumenta Mazin en el podcast.
Ya se sabe que las series o películas que se basan en alguna novela de éxito se exponen al grandísimo riesgo de llevar a la pantalla lo que millones de personas leyeron sobre el papel. No es tarea fácil y siempre hay quienes critican que las cosas no se contaron tal y como estaban redactadas en la historia original, pero los directores disponen de cierta libertad creativa para llevar a cabo estas adaptaciones. A The last of us le ha ocurrido algo parecido, aunque su origen no está en una novela sino en un viedejuego. Sin embargo, no es la primera vez que le pasa y tampoco será la última.