¿Es realmente tan buena 'The last of us'? Enfrentamos nuestras tres posturas
The last of us ha llegado a su final esta semana convertida en la nueva serie de culto de HBO Max. La adaptación del videojuego homónimo ha logrado convencer por completo a los fans de la saga de Playstation, y también a los que se han asomado directamente a ver la ficción protagonizada por Pedro Pascal como Joel y Bella Ramsey como Ellie.
En verTele ha ocurrido una casualidad que nos ha permitido enfrentarnos a la serie desde distintos ángulos: resulta que Javi era un fan acérrimo del videojuego que ha visto la serie, que Adri ha llegado directamente a la ficción sin haber jugado al juego ni tener mucha idea de su trama, y que a Marcos no le gustó el primer videojuego y esperaba redimirse con la serie.
Partiendo de esos distintos puntos, tras ver la serie de The last of us nuestras conclusiones han sido muy distintas, y creemos interesante compartirlas y enfrentarlas para ver qué opinión es la más compartida por los demás. Así que os animamos a que nos contéis, a través de las redes o en comentarios, qué sabor de boca os deja, y con quién estáis más de acuerdo. En nuestro caso, la sangre no ha llegado al río... todavía.
-Javier Atienza-
Como jugador y gran fan de los videojuegos creados por Neil Druckmann y desarrollados por Naughty Dogs para PlayStation, la serie de HBO Max consigue ser una fiel adaptación. Su mérito no reside en copiar la historia original, sino en ofrecer una experiencia distinta y enriquecedora que sorprende a los jugadores. Es por ello que su buen hacer se halla en distanciarse en ocasiones de su origen para complementarlo. Logra, además, captar y mantener intacto el alma de la historia. Una labor en la que colaboran Pedro Pascal y Bella Ramsey, quienes han demostrado conjuntamente ser capaces de otorgar su propia personalidad, y de ser fieles a los personajes del videojuego. De esta manera, resulta prácticamente imposible elegir entre la Ellie de Bella Ramsey, o la creada por Neil Druckmann e interpretada por Ashley Johnson para el videojuego.
En relación al material original, la serie peca de tener pocos 'infectados', y de haber omitido muchos de los 'hinchados' que uno se encuentra en el videojuego. Sin embargo, amplía y enriquece las historias de los personajes secundarios, que en muchas ocasiones llegaban a sentirse como meros peones para lograr los objetivos de los protagonistas en el videojuego. Además, resulta satisfactorio observar cómo han logrado trasladar la estética del relato original a la pequeña pantalla. Todo ello se debe un gran trabajo en cuanto al diseño de producción, maquillaje, vestuario y, cómo no, de VFX. El laborioso trabajo técnico y artístico que hay detrás de la producción hace que esta se perciba inabarcable y magnética, haciéndole al espectador sentirse parte del universo The last of us, y del verdadero corazón de la historia.
-Adrián Ruiz-
Como espectador que no había jugado previamente al videojuego original en el que se basa la serie, y que no tenía apenas conocimientos sobre su trama, The last of us me ha sorprendido muy gratamente. Asistía al estreno de sus primeros episodios con temor a encontrarme una versión 2.0 de The Walking Dead y respiré aliviado, y maravillado, con el tratamiento que HBO Max decidió darle al último gran éxito de su catálogo.
El tercer episodio, en el que la ficción profundiza en una de las historias paralelas del videojuego, me pilló con el pie cambiado y me entregué plenamente a la historia de Bill y Frank a lo largo de un emocionante capítulo que bien podría ser un mediometraje independiente a la serie. Y creo que ese es el éxito de The last of us: detenerse en las relaciones humanas y los conflictos éticos que se desatarían en un universo distópico como el que plantea esta aventura. Todo ello, mientras avanza la 'road movie' en la que se embarcan Joel y Ellie hasta su destino final.
Es cierto que en algunos momentos podemos llegar a olvidar la existencia de los 'infectados', lo que aleja a los protagonistas del imaginario en el que los han colocado. Sin embargo, me parece finalmente equilibrada la mezcla entre diálogos y acción a lo largo de sus nueve episodios. En el último de ellos, se echa en falta algo más de épica en esa esperada escena del hospital, pero de nuevo la serie se centra en el debate moral que supone la decisión que ha tomado Joel. Mil ganas de descubrir las consecuencias que esta tendrá en su segunda temporada.
-Marcos Méndez-
En este artículo voy a quedar como el hater, lo sé. Yo jugué al primer videojuego, y no me gustó hasta el punto de que pasaba las secuencias cinemáticas. Por el segundo ni me interesé, claro, que yo soy más de los de mundo abierto. El caso es que al enfrentarme a la serie se supone que lo hacía con ese bagaje y conocimiento... pero tampoco, gracias (o por culpa) de ese poco interés con el que me pasé el videojuego, y a esta memoria de pez que sólo se queda con tonterías. Así que soy una mezcla entre mis compañeros, pero con una enorme diferencia: a mí la serie de The last of us me ha aburrido.
Comprendo perfectamente que la veamos como un maravilloso viaje centrado en la humanidad y los conflictos éticos, a lo que ayudan su excelente puesta en escena (no entiendo tanta queja por sus recreaciones, aunque “se noten”) y sus actores (Pedro Pascal da hasta asco por perfecto, nada nuevo, pero es que Bella Ramsey es la mejor Ellie posible. Con la de críticas que se llevó su fichaje...). Pero me extraña que esta The last of us no sea también una aventura, con sus buenas dosis de acción, de 'infectados', de 'chasqueadores' y de 'hinchados', que en el videojuego lo complementaba. No se trataba de ser “otra serie de zombis”, sino de hallar un punto de equilibrio, como el videojuego, que nos permita recordar que Joel y Ellie viajan por ese panorama apocalíptico. Pensemos en cuántas veces se enfrentan a 'infectados'... casi todas son en flashbacks. ¿De verdad su único peligro son otros humanos? ¿En un apocalipsis zombi?
Mi impresión es que han querido hacer una serie para contentar y lograr la aprobación absoluta de los fans del videojuego. Y sin duda lo han conseguido, algo que siempre es difícil. Apostar por complementar y ampliar su historia es un recurso que funciona, y que da su propio tono diferencial a la serie. Pero no me resulta creíble que la supervivencia en un mundo rodeado de mediozombis sean diálogos, miradas y preocupaciones por no enfrentarse a otros humanos. La serie de The last of us es una reflexión humana, pero no una aventura porque se olvida de sus episodios de acción al centrarse en los de travesía y paciencia. Y a mí eso me aburre.