Que España consiguió su primera victoria en Eurovisión de la mano de Massiel en 1968 es algo que prácticamente todas las generaciones mínimamente interesadas en el festival conocen. La historia de “la canción”, ese pegadizo La, la, la que todos hemos tarareado alguna vez, es sin embargo la gran desconocida de un hito de RTVE que tantas veces se ha intentado repetir, y que ahora Movistar Plus+ se ha lanzado a reproducir en clave ficción con una atractiva premisa.
La plataforma de pago ha empezado a rodar, junto a Buendía Estudios, los tres capítulos de los que consta una miniserie llamativa entre sus proyectos actuales, que será una sus grandes bazas para 2025. Se trata de La canción, una creación de Fran Araújo y Pepe Coira -artífices de Hierro y Rapa- que mostrará cómo se cocinó el primer gran éxito de España en el Festival de Eurovisión, en un contexto histórico en el que se convirtió en cuestión de Estado.
Lo hará con Carolina Yuste como su Massiel, tal como adelantó verTele en exclusiva, y a través de los ojos del personaje ficticio de Esteban (Patrick Criado), un joven ejecutivo de la televisión pública que recibió el encargo “imposible” de llevarles a lo más alto ante Europa. Cómo llegó hasta allí, y quiénes se cruzaron en su camino en plena dictadura franquista, será lo que el equipo liderado por Alejandro Marín (Te estoy amando locamente) plasmará en imágenes durante las próximas semanas, en localizaciones de Madrid, París y Londres.
Para ver cómo se construye la historia de este triunfo, desde verTele viajamos por un día a 1968, a ese Royal Albert Hall londinense donde una joven madrileña ensayaba por primera vez su tema, totalmente ajena a lo que ocurriría poco después. Un escenario icónico que ha sido recreado en los Estudios Toboggan, en Boadilla del Monte, y que nos abre las puertas en una de sus jornadas de rodaje más importantes para desvelarnos los secretos de un proyecto que destila excepcionalidad.
No es un biopic de Massiel, sino “una radiografía de la época”
Con solo poner un pie en la nave te invade esa magia del cine y la televisión que te hace sentirte partícipe de un momento histórico. En este caso asistimos a la grabación de los prolegómenos de la actuación de Massiel que todos tenemos en la memoria, cuando pisó por primera vez las tablas del teatro para ensayar el La, la, la junto a su trío de coristas. Entre los 129 figurantes de época, incluida una orquesta en directo de casi cuarenta miembros, distinguimos fácilmente a Yuste y Criado, aparentemente cómodos en sus roles, así como a los distintos miembros de un equipo que repite y repite las secuencias hasta tener el 'ok' del director y dar por buena la toma.
Es con las cámaras ya apagadas, y en uno de los descansos para comer, cuando los propios Alejandro Marín y Patrick Criado nos atienden para confesarnos que lo que más les atrajo de La canción fue, precisamente, lo que ocurrió más allá de lo musical en la historia de ese éxito eurovisivo. “Me motivó el proyecto porque era un momento que históricamente me interesaba, pero sobre todo el enfoque y la manera de poder traer esto. Poder contar desde dentro un evento que es histórico. Contar el relato grande desde lo pequeño, desde los entresijos que hubo en TVE con el franquismo muy presente”, explica el realizador.
Marín, que ya tirunfó en cines por su mirada en Te estoy amando locamente, destaca que “lo más interesante de la serie es que no es biopic de ningún artista, es la historia de la canción: cómo empieza la búsqueda, cómo llega desde el Dúo Dinámico y cómo va pasando de mano en mano hasta el triunfo final. Y, además, los inconvenientes que van surgiendo en medio. La serie acompaña ese proceso creativo, desde escuchar la canción en una maqueta a verla por todo lo alto”.
El director de La canción confirma que Massiel no ha participado en la serie, y la define como “una radiografía bastante objetiva” de la época y el momento, vertebrada en personajes históricos concretos: “Todos los personajes que entran a jugar, juegan como parte de esta radiografía. Pero a la vez tiene una visión bastante periférica de todo para poder contar todos los puntos de vista”.
El encargado de vehicular todas esas miradas es Esteban, el personaje ficticio al que encarna Patrick Criado. Un rol que al no ser real le “quita peso” y da “libertad creativa”, y que le ha permitido conocer detalles hasta ahora desconocidos para él de la historia del La, la, la en los que hará hincapié la serie. El actor destaca “la valentía que tuvieron los artistas” como Joan Manuel Serrat, que se negó a cantar en un idioma que no fuese el catalán “con lo que suponía en ese momento”, y también la de Massiel por tomar una decisión entonces impensable,: “la de no quererse hacer la fotografía con Franco”.
“Puso sus normas y su estilo por encima de lo que en aquella época estaba estipulado, y siendo una mujer. Fue como un golpe en la mesa de decir 'aquí estamos nosotros, nos gusta hacer las cosas de esta manera'. Esto se cuenta en la serie, y es muy interesante: la época y la carencia de libertad te intentan aplastar y los personajes intentan liberarse. Esto está muy bien reflejado”, apunta Criado.
Sin ser su biopic, la figura de Massiel está en el centro de una historia que transcrurre durante semanas y llega a su clímax la noche del 6 de abril de 1968 con la victoria de España en Eurovisión. Un triunfo construido en la ficción por el mencionado personaje ficticio de Patrick Criado, el encargado de orquestar unos hechos que sí ocurrieron en realidad y que también se mostrarán: desde la decisión inicial de llevar al festival a Joan Manuel Serrat, a la aparición del Dúo Dinámico y la elección final de la joven cantante que entró para siempre en la historia del certamen. Todo, con una banda sonora inconfundible.
Preguntado por el peso de la música en una serie sobre una canción, pero que no es de género musical, Alejandro Marín expresa que “la música está muy presente en toda la serie no solo por la parte de 'la canción', sino porque es una época en la que está muy presente, había muchísima música y era muy característica de entonces. Lo que hemos intentado cuidar es todo el proceso. Como el La, la, la se va a escuchar muchas veces, intentamos no hartarnos de la canción”.
Construir el escenario de Eurovisión 1968 sin planos ni medidas
El momento cumbre de la serie no es otro que la victoria eurovisiva, para lo que el equipo de arte dirigido por José Tirado (El llanto, As Bestas) se ha enfrentado a un reto mayúsculo: recrear el escenario del Royal Albert Hall de Londres de manera exacta, sin más ayuda que las imágenes de archivo. El proceso ha llevado alrededor de seis meses y ha dado como resultado una réplica del todo realista que brilla en cámara como el original.
“No teníamos medidas reales, no encontramos ni planos ni nada, así que tuvimos que reproducir el escenario en 3D tomando la altura de Massiel como referencia”, comienza explicando el director de arte a verTele, sobre este proceso de construcción del escenario de Eurovisión. “A partir de ahí fuimos viendo todos los tiros de cámara de la retransmisión real, viendo que cuadrasen las proporciones. Cogimos el vídeo de Youtube y lo analizamos durante días, fotograma por fotograma. Fueron casi dos semanas de dibujos y realización 3D, y a partir de ahí diseñamos los planos y empezamos a construir”, añade.
El nuevo escenario de Eurovisión 1968 no está en Londres ni en ningún otro gran teatro de Europa, sino en una nave industrial de Madrid. “Nuestra idea era meter este decorado dentro de un teatro, pero nos dimos cuenta de que no se podía. Visitamos el Albert Hall, y ni el Palacio Real de Madrid llega a la mitad. No había ningún teatro donde pudiésemos hacer esto. Rodamos una parte en plató, y tendremos que meter el escenario en un teatro que represente al original, reproduciéndolo en 3D”, detalla Tirado.
El responsable de arte de La canción desvela que han tenido que replicarlo todo con un detalle y perfeccionismo máximo no sólo por ser fieles a la realidad, sino porque planean que en la serie la actuación de Massiel en la final de Eurovisión combine su recreación con Carolina Yuste -coreografíada por Miryam Benedited- con imágenes de archivo de la actuación real. “Rodamos con cámaras HD y también Super-8. Va a haber mucha mezcla de formatos, y la idea es mezclar imágenes de archivo. Ese también era el reto: si vamos a usar imágenes tenemos que parecernos al máximo”, afirma.
Sobre ello, el director Alejandro Marín añade: “Una de las premisas que tenemos desde el principio: no es un documental, ni tampoco un biopic. Queremos que el archivo forme parte de la parte artística y el imaginario de la serie como un recurso estilístico más. Tenemos que terminar de medir cuánto peso va a acabar teniendo, pero queremos que tenga mucha presencia y hemos sido muy rigurosos a la hora de imitar decorados y elegir personajes parecidos. Tenemos rigor no solo en lo histórico, sino también en ambientación, vestuario, etc. En montaje terminaremos de ver cuánto termina entrando, pero queremos que sea un recurso que le dé personalidad a la serie”.
En el proceso de documentación han contribuido televisiones públicas como RTVE y BBC no sólo con imágenes de la actuación eurovisiva, sino también con archivo de la gira que Massiel realizó por otras cadenas europeas y que en la serie tendrán un papel clave: “Se reproduce Prado del Rey y el resto de cadenas. Lo que hemos querido contar es el contraste de una época: en el 68 estábamos aquí en el final de la dictadura, mientras Europa se estaba abriendo. Eso se ve también en las cadenas de televisión, en ese Prado del Rey y las otras cadenas europeas más juveniles. Queríamos marcar ese contraste entre cómo era España y cómo era Europa”, desgrana José Tirado, que explica que “cada decorado tenía un reto” y que han tenido que recurrir al museo de RTVE y también de particulares para conseguir cámaras y material técnico de aquellos platós.
Convertir a Carolina en Massiel: de la caracterización al vestido
El otro gran reto de La canción ha sido el de convertir a sus protagonistas en los personajes reales, especialmente a una Carolina Yuste que encarna a Massiel. De ello se han ocupado los equipos de peluquería y maquillaje liderados por Raúl Gallego y Ana Urosa, respectivamente, que también nos hablan sobre los desafíos a los que se están enfrentando en este proyecto.
“Lo más complicado es que tengamos referencias reales y que se utilicen imágenes de archivo intercaladas, porque hay que ser bastante fieles. Aunque el casting no sean copias de los personajes reales, el trabajo de peluquería, maquillaje y vestuario sí tiene que ser fiel”, confiesa el primero de ellos. La segunda, no obstante, admite que no están siendo superestrictos y detalla cómo han conseguido que sus referentes de ficción, entre los que también están los actores Marcel Borràs, Alex Brendemühl, Carlos González y Eneko Sagardoy, se parezcan a los referentes que recrean.
“A Carolina intentamos afinarle las cejas lo máximo posible y maquillarla de época. Se contempló poner implantes, pero al final decidieron que no”, explica Urosa. En peluquería se completó la caracterización con extensiones y un baño de color, y el resto es cosa del acting de la propia actriz.
Los dos profesionales admiten que está siendo un “trabajo contrarreloj”, especialmente en los días en los que han recreado el paso de Massiel por Eurovisión y han tenido que contar con decenas de figurantes. Y además, señalan que los mayores retos no han sido tanto los protagonistas, sino otras apariciones puntuales como Fraga, Franco o la mujer del dictador Carmen Polo, que “se parecen pero no son exactos”.
Y de la caracterización al vestuario, donde el desafío principal ha sido conseguir “el vestido” con el que la ganadora de Eurovisión 1968 se alzó con el triunfo. El original, propiedad de Massiel, no estuvo al alcance del equipo que encabeza la figurinista Isis Velasco (42 segundos, Te estoy amando locamente), por lo que han realizado un trabajo de alta costura de lo más excepcional en 2024.
“Los métodos son muy distintos en la actualidad y hemos tenido que adaptarnos a la tecnología de hoy, que en realidad es mucho más complejo que hacerlo a mano 100%. Un vestido así igual tardabas cinco o seis meses en hacerlo y ahora que puedes hacerlo en menos, hemos tenido que buscar métodos. Hemos tardado unos tres meses y medio”, explica la responsable de vestuario.
Velasco asegura que han conseguido replicar de manera exacta el vestuario del La, la, la gracias a imágenes de archivo, y a un proceso de búsqueda y documentación laborioso. “Este vestido no se había reproducido hasta ahora porque nadie había podido hacerlo, es muy complicado. Hemos tenido que ir a técnicas antiguas porque no había otra forma de que quedase visualmente igual”.
Entrando en detalles, cuenta que “hemos tenido que buscar los tejidos originales y también hay mucha parte de averiguar cómo se hizo, porque no hay tanta información. A través de otros vestidos de la colección original descubrimos los tejidos y cómo estaba hecho. Es idéntico, y hacerlo así a distancia es una locura”.
Para ver el resultado del trabajo de todos estos departamentos habrá que esperar a 2025, cuando Movistar Plus+ nos permita experimentar la sensación de ver a España ganar Eurovisión.